1.-
CONCEPTO DE ADVOCACION MARIANA
Una
advocación
mariana
se refiere a alguna aparición, don o atributo de la Virgen
María.
La Iglesia
reconoce
múltiples advocaciones en torno a la figura de la Madre de Cristo,
a las cuales se rinde culto de diversas maneras. Existen
dos tipos de advocaciones: las de carácter místico, relativas a
dones, misterios, y actos sobrenaturales de la Virgen,
como son la Anunciación,
Asunción,
Presentación,
etc; y las apariciones terrenales, que en muchos casos han dado
lugar a la construcción de santuarios dedicados a la Virgen, como
el Nuestra Señora del Pilar,
Nuestra Señora de Lourdes,
Nuestra Señora de Fátima,
Nuestra Señora de Torreciudad, Nuestra Señora de los Remedios,
etc. Estas advocaciones a menudo dan lugar a múltiples patrocinios
de pueblos, ciudades países, o de diversas entidades y cofradías.
Las advocaciones marianas se suelen nombrar con las fórmulas “Santa
María de”, “Virgen de” o “Nuestra Señora de”.
Igualmente,
las advocaciones suelen dar lugar en muchos casos a nombres propios
femeninos, compuestos del nombre María
y su advocación: María del Carmen, María de los Dolores, etc.
Su
celebración, transcurre a lo largo de todo el año, pero en la
mayoría de los casos, se hace el día 8
de septiembre,
el día que la Iglesia celebra las “Apariciones de la Santísima
Virgen en los más célebres santuarios”, y en los que
litúrgicamente se celebra la fiesta de la Natividad de Nuestra
Señora, es decir, el nacimiento de la Virgen María.
2.- EL NOMBRE DE MARIA
María es el nombre que se usa en los evangelios para referirse a la madre de Jesús de Nazaret. Para los cristianos católicos, ortodoxos, anglicanos y otros grupos cristianos orientales, son más usadas las expresiones «Santísima Virgen María», «Virgen María» y «Madre de Dios». En el Islam se usa el nombre árabe Maryam. Para los hebreos el nombre no era un simple apelativo, estaba íntimamente ligado a la persona, por ello usaban nombres que describían la personalidad, el carácter, así era muy usada la expresión "su nombre será tal" cuando se le quería designar una misión o un carácter especial al niño/a que iba a nacer.
María
es un nombre conocido en el Tanaj
o Antiguo
Testamento
por haber sido nombre de la hermana de Moisés
y Aarón,
originalmente escrito como Miryām,
la versión de los
Setenta
lo menciona como Mariám,
el cambio en la
primera vocal señala tal vez la pronunciación corriente, la del
arameo,
que se hablaba en Palestina
antes del nacimiento de Cristo.
Al igual que con los nombres de Moisés y Aarón, que fueron tomados
con sumo respeto, el de María no se usó más como nombre común,
pero la actitud cambió con el tiempo y fueron puestos como señal
de esperanza por la era
mesiánica.
En el texto griego del Nuevo
Testamento
(versión de los Setenta) el nombre usado era Mariám. María sería
probablemente la forma helenizada de la palabra; y aunque en la Edad
Media
se le buscaron significados bastante más piadosos que exactos,
actualmente y según los últimos estudios: "Alteza"
o "Ensalzada"
serían los significados más próximos al nombre de origen hebreo.
Vida
María es mencionada por su nombre por primera vez al escribirse el evangelio más antiguo, el evangelio según san Marcos, pero de forma tangencial. En el evangelio según san Mateo se la menciona con motivo de la narración de la concepción milagrosa de Jesús y de su nacimiento y huida a Egipto. Aquí el evangelista menciona que es María aquella de quien habló el profeta Isaías al decir: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Enmanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros".
El evangelio según san Lucas es el que más datos da sobre María, al desarrollar con más detalle los temas de la infancia de Jesús, algunos de los cuales se amplían más abajo: la Anunciación, la Visita a Isabel, el Nacimiento de Jesús, la Presentación de Jesús en el Templo (aquí el anciano Simeón le profetiza: a ti misma una espada te atravesará el corazón, aludiendo al dolor de María durante la Pasión de su Hijo) y la pérdida de Jesús y su hallazgo en el templo. También es san Lucas quien dice que María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. En el evangelio según san Juan, Jesús hace su primer milagro a pedido de ella, en Caná. Y en la cruz, la entrega como madre a san Juan mismo, y san Juan es entregado a María como hijo. Muchos teólogos han visto en esta entrega la proclamación simbólica de María como Madre de la Iglesia, es decir, de todos los cristianos, figurados en la persona de Juan.
También
se le menciona en los Hechos
de los Apóstoles
como miembro destacado de la comunidad cristiana primitiva.
Padres y familia
Los
padres de la Virgen se llamaban Joaquín
y Ana.
Estos datos los sabemos por el Protoevangelio
de Santiago,
uno de los evangelios
apócrifos
más famosos y tomado como referencia para muchos datos piadosos
sobre la vida de la Virgen María. Sin embargo, no se tiene certeza
de si María tuvo hermanas. La duda subsiste por ciertos datos del
evangelio de San Juan y San Mateo que citan a una "hermana de
su madre" quien sería la tal María de Cleofás. Hegesipo
menciona a esa María como esposa del hermano de José
y por tanto cuñada de María pero no elimina la posibilidad de que
sea hermana de la Virgen.
Matrimonio
Los
evangelios hacen aparecer a María cuando narran la concepción de
Jesús. Según lo que narran se puede ver que María en ese momento
era prometida de José
de Nazaret.
Los relatos evangélicos se inician después de los desposorios de
María con San José. El evangelio
según san Lucas
dedica dos capítulos a la concepción e infancia de Jesús. Es en
San Lucas también donde es llamada “llena de gracia”, "bendita
entre todas las mujeres", y "madre del Señor". Según
la tradición judía de aquel momento, los jóvenes varones se
desposaban entre los dieciocho y veinticuatro años, mientras que
las jóvenes mujeres a partir de los doce años eran consideradas
doncellas, y a partir de esa edad podían desposarse. El matrimonio
judío tenía dos momentos, desposorio y matrimonio propiamente
dicho: el primero era celebrado en la casa de la novia y traía
consigo acuerdos y obligaciones, aunque la vida en común era
preciso. Si la novia no había estado casada antes se esperaba un
año después del desposorio para llegar a la segunda parte, el
matrimonio propiamente dicho, y en donde el novio llevaba
solemnemente a la novia desde la casa de sus padres a la de él.
Anunciación
La
presencia de María en los relatos bíblicos comienza con la
narración de la aparición del Arcángel
Gabriel
a María, según lo relata el evangelista San Lucas: "Y al
sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de
Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre que se
llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la
virgen era María. Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy
favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las
mujeres."
La
Visita a Isabel
María,
ya embarazada, visita luego a su prima Isabel, ya que el ángel
Gabriel le había anunciado que también ella, aunque ya anciana,
estaba encinta, señal de que para Dios no hay imposibles. Viaja
María a la ciudad de Judá,
que actualmente se conoce como la ciudad de Aim
Karim
situada a seis kilómetros y medio al oeste de Jerusalén.
Al llegar María los evangelios narran que el niño que tenía
Isabel en su vientre dio un salto que fue interpretado como de
alegría, Isabel reconoce luego a María como la "Madre de su
Señor" y la alaba. María responde a Isabel con un canto de
alabanza ahora llamado Magnificat",
canto inspirado en varios salmos que María debía conocer En él,
María predice que “todas las generaciones la llamarán
bienaventurada”
Lucas narra el nacimiento de Jesús señalando todas las circunstancias del suceso: “Ante un edicto de César Augusto que ordenaba un censo, José y María viajan desde Nazaret en Galilea hacia Belén en Judea. Estando en Belén, llegó la hora de dar a luz y María tiene que tener el parto en un pesebre ya que todos los lugares estaban llenos”.
María en la Iglesia Católica
A
pesar de ser una figura casi oculta en los evangelios (con pocas
menciones), la atención sobre la persona de María fue creciendo
con el paso de los siglos, apareciendo en las reflexiones sobre ella
todo tipo de virtudes y cualidades.
Ya
en el Concilio de Nicea, celebrado el año 325 d.C. se dio a su
figura un papel muy importante. En el I Concilio de Constantinopla,
celebrado el año 381 d.C., se entabló una disputa entre Nestorio,
patriarca de Constantinopla, y Cirilo, obispo de Alejandría. Esta
disputa se acabaría en el Concilio de Efeso afirmando y proclamando
a la Virgen como “Agia kai Theotohos”, (Madre de Dios), por la
doble naturaleza de Cristo: la humana y la divina.
En
el siglo VII ya eran muy frecuentes las fiestas marianas, así se
conmemoraba la Anunciación, la Natividad, la Purificación o
Dormición de la Virgeni.
En
el siglo X se popularizó el Ave María y en siglo XI se rezaba el
Angelus por las tardes, hasta que en el siglo XV se implantó el
sábado como día de la semana dedicado a la Virgenii.
Cuestiones teológicas
Como ya hemos mencionado, la Iglesia le da a María el título de theotokos, 'Madre de Dios', en el Concilio de Efeso. Según la teología católica, es correcto denominarla de esta forma, pues, Jesús unía en una misma persona dos naturalezas (la humana y la divina), y cuando se habla de María como Madre de Dios se refiere a María como madre de Jesús en toda su persona (humana y divina). Por tanto, es correcto, el referirse a María como Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, y Esposa del Espíritu Santo. Su razonamiento lógico es el siguiente; "Si Jesús es Dios y María es madre de Jesús, entonces María es Madre de Dios". La encarnación significa que en un instante la segunda Persona de la Trinidad, el Verbo, de naturaleza divina, asumió plenamente la naturaleza humana, sin menoscabo de su condición divina, al ser concebido milagrosamente en María. Como fue instantánea y esencial, María en ese momento empezó a ser madre de Jesús: Hombre-Dios.
En
1854,
se produjo la proclamación, por parte del Papa Pío
IX
del dogma
de la Inmaculada
Concepción:
María fue liberada del pecado
original
en su propia concepción, de manera que vivió una vida
completamente sin pecado. Por tanto, la Iglesia Católica considera
dogma de Fe que "la
Santísima Virgen, en el primer instante de su concepción, por
singular gracia y privilegio concedido por Dios omnipotente, en
previsión de los méritos de Jesucristo Salvador del género
humano, fue preservada inmune de toda mancha de pecado original"
Finalmente
en 1950
se declaró el dogma de la Asunción
de la Virgen:
María fue Ascendida al Cielo al finalizar sus días en la tierra, y
desde allí intercede ahora ante su hijo por quienes le suplicamos y
pedimos por nuestras necesidades, problemas y sufrimientos.
Apariciones de María
Las
apariciones de la Virgen María que suceden a lo largo de la historia
crean en la humanidad un camino de oración mariana y todo un
resurgir de santuarios dedicados a la madre de Dios. Entre los más
conocidas hemos de destacar las apariciones de la Virgen
del Pilar
al Apóstol Santiago en Zaragoza, en torno al año 40 d. C.
Luego aparece la Virgen
del Carmen
a través de San Simón
Stock.
En
la Edad Media aparece en Puy,
aproximadamente sobre el año 1400 y lo hace bajo la advocación de
la Virgen
de la Candelaria.
Esta vez se le aparece a dos pastores guanches
en Canarias,
España.
En
el siglo XVI la aparición a San
Juan Diego
en México
bajo el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe.
En
el siglo XIX aparece en La
Salette
a los pastores Melanie Calvat y Maximin Giraud (1846), en Lourdes
(1858) a Santa Bernadette
Soubirous
y en Fátima
(1917) a los pastorcitos Lucía dos Santos y Francisco y Jacinta
Marto. Otro ejemplo lo encontramos con las apariciones en la región
de la ex-Yugoslavia, en el pueblo de Medugorie en Citluk, Bosnia y
Herzegovina, donde 6 niños, desde el día 24 de junio de 1981,
aseguran que se les aparece la virgen (o como ellos le llaman en su
lengua "gospa") de manera frecuente y donde actualmente los
videntes - hoy ya adultos - dicen que continúan teniendo las
visitas. Prácticamente cada santuario mariano tiene como origen una
revelación o un fenómeno extraordinario vinculado a María.
María en el Islam
En el
Islam
se llama Maryam bint Dāwud (مريم
بنت داود),
esto es, María hija de David.
Es considerada ejemplo de mujer virtuosa y tiene tanta relevancia
como su hijo Jesús (ʿIsà
عسى),
a cuyo nombre se añade casi siempre el laqab
o filiación "ibn Maryam" (بن
مريم),
esto es, "hijo de María".
Según el Corán, la madre de María, esposa de ʿImrān (عمران) esperaba tener un hijo varón a quien dedicar al servicio del Templo, siguiendo la tradición familiar. Dio a luz a una niña, en quien sin embargo se cumpliría la tradición, pues fue asignada al servicio sagrado. Fue confiada a la tutela del profeta Zacarías, quien se sorprendía, al visitar a su ahijada en el oratorio en el que ésta se encontraba retirada, de que siempre contara con alimentos que le eran enviados por Dios.
Como
en la tradición cristiana, a María le fue anunciada la concepción
divina de Jesús por un ángel. El Corán
insiste, sin embargo, en que aunque tuvo un hijo por voluntad de Dios
sin la intervención de un varón, Jesús carecía de naturaleza
divina. En el Corán
tampoco existe José: María dio a luz sola en el desierto, al que se
había retirado con este propósito y en el que se alimentaba de
dátiles y del agua de un riachuelo colocado allí por Dios. El hijo,
por su parte, tiene en el Islam la consideración de profeta
o enviado de Dios María tiene en el Islam la envergadura espiritual
de un profeta, sin serlo. En el Corán, el mayor error de los judíos
en lo que a Jesús y María se refiere no es, como asumen los
cristianos, el supuesto hecho de haber matado al hijo (cosa que, por
otra parte, la tradición islámica niega que hicieran), sino el
hecho de haber menospreciado y dudado de la virtud de la madre.
Una
tradición atribuye a Mahoma
el dicho de que cuatro son las mujeres más destacadas ante Dios:
Asia, esposa del faraón,
que cuidó de Moisés,
y que creía en la palabra eterna de Dios pese a la opresión de su
esposo y de su entorno; María la madre de Jesús; Jadiya,
la primera esposa del profeta, que fue la primera creyente y lo apoyó
en las épocas más difíciles de adversidad, y Fátima,
su hija menor y madre de sus nietos los imames
Hasan
y Husain.
3.- NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS
Nuestra
Señora
de los Remedios
es una advocación
mariana
que representa a la Virgen
María.
Numerosas ciudades han tomado a esta advocación como su patrona, y
muchas iglesias y templos están consagrados a su nombre, entre
ellos, el de Teixeiro.
Concepto de Remedios
“Remedios” etimológicamente significa medicina, da idea de “lo que cura y restablece la salud” y está en relación con la asistencia que ofrece la Virgen y su Maternal Protección en todas nuestras necesidades cuando se le demanda amparo, consuelo y alivio.
Historia
La devoción mariana de Nuestra Señora de los Remedios fue llevada acabo por la Orden de la Santísima Trinidad, los llamados Trinitarios. La Orden de los Trinitarios fue una de las muchas órdenes religiosas que se extendieron por Europa durante la Edad Media. Muestra analogías con la Virgen de la Merced, patrona de los mercedarios, estos también rezaban a Nuestra Señora de los Remedios, como los Trinitarios, el segundo domingo de Octubre, y al igual que ellos se dedican también a la redención de cautivos. A este respecto hay que comentar que cuando D. Juan de Austria al mando de la flota de la Santa Liga contra los turcos, se encomendó a Nuestra Señora de los Remedios, por celebrarse ese día su festividad en el convento trinitario de Valencia, y la batalla concluyó con el triunfo en Lepanto por parte de las tropas cristiana. En la actualidad, el 7 de Octubre es la festividad de Nuestra Señora del Rosario, pero hubo un tiempo en que parece ser que, tanto los trinitarios como los mercedarios, en ese día celebraban Nuestra Señora de los Remedios.
La
Orden Mercedariaiii:
la
situación histórica concreta en España en el siglo XIII, es el
encuentro de dos credos religiosos: la fe cristiana y la fe
musulmana. El encuentro de estos dos mundos religiosos y culturales
acarrean muchos enfrentamientos y luchas violentas, marcadas por la
dominación de los musulmanes de los territorios cristianos. En ese
ambiente de confrontación surge la cautividad
de cristianos, que son sometidos, para que abandonen la fe y abracen
el credo musulmán. Un piadoso mercader cuyo nombre es Pedro
Nolasco
siente la llamada a dar una respuesta frente a esta dura
realidad.
San Pedro Nolasco nació hacia el año 1180. Sus
antepasados habían llegado a Barcelona en el siglo II, posiblemente
inmigrantes Irlandeses. Con una rica fortuna y con tradición de
mercaderes y militares. Fue formado en un sólido hábito de oración
siendo joven asiste por la noche a la oración a un monasterio
cercano. A los 15 años fallece su padre, queda heredero de una gran
fortuna. Es posible que su madre ya hubiera muerto, por lo que decide
desprenderse de sus bienes para dedicarlos a la redención de
cautivos. Antes de fundar la Orden, se dice que ya habría redimido a
unos 300 cautivos en la ciudad de Valencia. Esto provocó admiración
y anhelo de imitarlo, en muchas personas. Entre los años 1203 y 1218
se establece una comunidad de hombres esforzados a cargo de San Pedro
Nolasco que hacen vida común en el Hospital de Santa Eulalia. En
este período San Pedro Nolasco tuvo la visión sobre natural
mediante la cual la Virgen María le manifestó el deseo de su Hijo
Jesús para que fundara una Orden de Redentores que fueran en ayuda
de los pobres cautivos. Desde entonces la Orden creció
considerablemente hasta hacerse presente en muchos países. San Pedro
Nolasco, después de una vida plenamente entregada al prójimo, con
su obra floreciente, entregó su espíritu a Dios el 13 de Mayo de
1249 en la ciudad de Barcelona.
La Orden de la Santísima Trinidadiv: es una familia religiosa fundada por el francés San Juan de Mata (1154-1213), de origen provenzal, con Regla propia, aprobada por Inocencio III el 17 de diciembre 1198 con la bula Operante divine dispositionis; a la que se unió la praxis de San Félix de Valois (cofundador de la Orden). Es la primera institución oficial en la Iglesia dedicada al servicio de la redención con las manos desarmadas, sin más armadura que la misericordia, y con la única intención de devolver la esperanza a los hermanos en la fe que sufrían bajo el yugo de la cautividad. Con rasgos profundamente evangélicos, Juan de Mata funda un nuevo y original proyecto de vida religiosa en la Iglesia que conecta la Trinidad y la redención de cautivos: la orden es Orden de la Santísima Trinidad y de la redención de cautivos, las casas de la orden son casas de la Santa Trinidad para la redención de los cautivos, y los hermanos de Juan de Mata son hermanos de la Santa Trinidad y de la redención de cautivos. La Regla escrita por Juan de Mata es el principio y fundamento de la Orden Trinitaria. Adaptada a través de ochocientos años por la tradición, y principalmente por el espíritu y la obra del Reformador Juan Bautista de la Concepción, se desarrolla en las Constituciones trinitarias aprobadas por la Santa Sede. La tradición trinitaria considera a san Felix de Valois cofundador de la Orden y compañero de Juan de Mata en el desierto de Cerfroid, en las cercanías de París. Aquí se estableció la primera comunidad trinitaria y se la considera casa madre de toda la Orden. En su origen la orden nació con la intención de liberar a los cristianos que, habiendo sido capturados por los piratas, permanecían esclavos a lo largo de muchas ciudades costeras del Mediterráneo africano. Uno de los esclavos cristianos que fue liberado el 19 de septiembre de 1580, gracias al trinitario Fray Juan Gil quien logró reunir los 500 ducados oros exigidos para su libertad, lo fue Miguel de Cervantes Saavedra justo cuando el ilustre escritor ya se encontraba atado con "dos cadenas y un grillo" en una de las galeras de Azán Bajá lista para zarpar rumbo a Constantinopla.
La
tremenda importancia histórica de esta Orden, sin alarde de
exageración, es que la Orden de los Trinitarios equivalió a la
primera versión de la Cruz
Roja
en tiempos de la Baja Edad Media.
La Cruz Trinitaria
El
símbolo de la Orden es la Cruz Trinitaria, que presenta dos
versiones:
1.- Una
primera versión de cruz "patada", cuyos extremos presenta
unos ensanches que semejan "patas", con la misma
disposición vertical roja solapada a la horizontal azul.
2.- Una
segunda versión de cruz de franjas sencillas, que consiste en una
franja roja vertical, superpuesta a otra azul horizontal, ambas del
mismo tamaño.
Aunque
la segunda versión de la cruz se considera más actualizada por
representar a los reformados de la Orden de Trinitarios (los
Descalzos), parece ser, según algunas fuentes, que la forma de
franjas sencillas era el primer modelo de sus fundadores, a la cual
quisieron retornar los reformadores.
Respecto
a los colores, existe, no obstante, un tercer color, que pasa
desapercibido muchas veces a las fuentes hagiográficas,
que es el blanco, como fondo donde se traza la cruz bicolor. Este es
el sentido que presentaban los primeros hábitos de la Orden, que se
acompañaban de un escapulario de color blanco, que disponía de una
abertura para introducir la cabeza y dejaba caer hacia la espalda y
hacia el pecho sus extremos; en la parte delantera figuraba la cruz
bicolor.
Los
tres colores de la cruz, de base provenzal, se han identificado por
algunos autores con los tres colores de la bandera francesa, como
símbolos inconfundibles del país galo; si bien, es evidente, que
sería en todo caso al revés. Pero lo que es indudable es su
simbolismo hagiográfico
de lo que representan los tres colores: el blanco (fondo o
englobante), el azul (horizontal o yacente) y el rojo (vertical o
descendente); colores identificadores de la Santísima Trinidad:
Padre, Hijo y Espíritu Santo, respectivamente, como elementos
fundamentales de la Orden. Observando, que las dos aspas que se
cruzan, no se funden en el centro, sino que se solapan entre sí y
sobre el fondo, indicador de que las tres Personas son distintas y se
diferencian; pero todas forman un mismo Todo.
La reforma
de la Orden Trinitaria fue obra de San
Juan Bautista de la Concepción
(1561-1613). Nacido en Almodóvar del Campo (C. Real) el 10 de julio
de 1561 y fallecido en Córdoba el 14 de febrero de 1613. Fue
canonizado por Pablo VI el 25 de mayo de 1975, y propuesto a la
Iglesia como un santo de la renovación. En Valdepeñas (Ciudad Real)
se establece la primera comunidad de trinitarios descalzos. Con el
breve Ad
militantes Ecclesiae
(1599) el papa Clemente VIII da validez eclesial a la Congregación
de los hermanos reformados y descalzos de la Orden de la Santísima
Trinidad, instituida para observar con todo su rigor la Regla de san
Juan de Mata. Hoy la única rama de trinitarios existente es la
fundada por Juan Bautista de la Concepción, pues los trinitarios
calzados desaparecieron en 1897, con el fallecimiento de su último
superior general, padre Antonio Martín y Bienes. Juan Bautista de la
Concepción fundó 18 conventos de religiosos y uno de religiosas de
clausura. Vivió y transmitió a sus hijos un intenso espíritu de
caridad, oración, recogimiento, humildad y penitencia, poniendo
especial interés en mantener viva la entrega solidaria a los
cautivos y a los pobres.
La
relación de los trinitarios con la Trinidad, como centro vital y
fuente de la caridad que redime, es un tema central en sus vivencias
y enseñanzas. Aunque poco conocido, Juan Bautista de la Concepción
está en la constelación de los grandes escritores místicos
españoles del siglo de Oro. Se trata de un autor con una deuda
histórica, pues si bien tiene el puesto que se merece en los
altares, no se le ha colocado aún en la hornacina del altar de la
literatura espiritual que le corresponde.
En
la obra literaria del reformador trinitario se encuentra toda clase
de materias espirituales. Su personal vivencia de la unión mística
le dicta profundos tratados sobre la unión con Cristo, los dones del
Espíritu Santo, la experiencia de la cruz y el conocimiento
espiritual Su doctrina espiritual se orienta a la unión personal con
Dios Trinidad, presente en lo más profundo del alma. Para él la
perfección está en abandonarse al amor transformante de Dios. La
santificación del creyente es el proceso de asimilación a Cristo
crucificado. Cristo es nuestro ideal, nuestro camino; su cruz,
nuestra cruz, es la fragua de la santidad. Juan Bautista de la
Concepción es un escritor original y profundo en las ideas, popular
y rico en la expresión. Tiene una prosa armoniosa, con largos
periodos, tintada de humor, de anécdotas, de ejemplos y referencias
al reino vegetal, mineral y animal. Domina y conoce a los santos
padres de la Iglesia y la Biblia y es su referencia obligada y
constante.
Los Trinitarios en la actualidad
A
partir de la reforma colectiva que supuso para la Iglesia el Concilio
Vaticano II,
en la Orden Trinitaria se inicia un fuerte proceso de renovación, de
búsqueda de la propia identidad, de recuperación del carisma del
fundador y de respuesta a los signos y a los retos del último cuarto
del siglo XX.
Las
nuevas Constituciones, aprobadas por el capítulo general de 1983 y
confirmadas por Roma en 1984, recogen y traducen el carisma
fundacional, plasmado en la Regla, a la nueva situación histórica y
a sus retos, definiendo los elementos esenciales de la identidad
trinitaria:
■
la unidad
originaria, carismática, de mística trinitaria y servicio de
redención y misericordia. La Santísima Trinidad como fuente de la
caridad que se traduce en el servicio de la redención y
misericordia: "Gloria a la Trinidad y a los cautivos libertad".
■
la
vivencia de la Trinidad sintiendo la vocación trinitaria como
llamada a ser signos del misterio del Dios cristiano dando testimonio
personal y colectivo de que el Dios de Jesús es amor, libertad,
comunión, Trinidad, el Dios de los hermanos en cautividad.
■
el
servicio de liberación realizado en formas diversas: escuchando las
nuevas cautividades desde donde vuelven a oírse los gemidos que
llegaron al corazón del fundador.
La
Orden Trinitaria, junto con toda la Familia Trinitaria, celebró, del
17 de diciembre de 1998 al 17 de diciembre de 1999, el VIII
Centenario de su Fundación (1198-1998) y el IV Centenario de la
Reforma (1599-1999). Ochocientos años de historia de un proyecto
evangélico propio iniciado en la Iglesia a finales del siglo XII por
el francés San
Juan de la Mata.
La
Familia Trinitaria, desde distintas partes del mundo, proclaman la
verdadera libertad para los que carecen de ella, promueven la
dignidad de los pobres y oprimidos, acogen a los refugiados,
emigrantes y transeúntes, ayudan a los más necesitados, anuncian el
evangelio en tierras de misión, son solidarios con los perseguidos a
causa de su compromiso con el evangelio y ejercen el ministerio
pastoral según la índole propia de su carisma. Trinitarias y
trinitarios, nacidos "para gloria de la Trinidad y la redención
de los cautivos", son hoy en la Iglesia y para el mundo testigos
del Dios Trinidad y apóstoles de la redención.
La
Orden Trinitaria, en la actualidad, está dividida en siete
provincias religiosas, tres vicariatos y dos delegaciones, está hoy
presente en: Italia, España, Francia, Alemania, Austria, Estados
Unidos, Canadá, México, Guatemala, Puerto Rico, Colombia, Brasil,
Perú, Bolivia, Chile, Argentina, India, Madagascar, Polonia y Congo
Algunos Santos Trinitarios
La
semilla trinitaria sembrada por San Juan
de Mata
ha dado abundantes frutos de santidad a la Iglesia
Católica:
1.-
San Félix
de Valois,
santo (?-1212), íntimo colaborador de San Juan
de Mata,
uno de los ermitaños que constituyeron la primera comunidad
trinitaria de Cerfroid,
cofundador de la Orden Trinitaria.
2.-
San
Juan Bautista de la Concepción,
santo (1561-1613), nacido en Almódovar
del Campo
(Ciudad
Real),
místico y escritor, reformador de la Orden Trinitaria, maestro de
vida espiritual, testimonio de vida de oración, penitencia y
apostolado. Sus restos descansan en el convento de los Padres
Trinitarios de Córdoba.
3.-
San Simón
de Rojas,
santo (1552-1624), nacido en Valladolid,
una vida dedicada a la enseñanza y al gobierno de sus hermanos.
Consejero de grandes personajes de la Corte Española, gran apóstol
de la devoción a la Virgen
María,
fundador de la Congregación del Ave María para el servicio de
pobres y enfermos; institución que aún existe en la Plaza del
Doctor Cortezo de Madrid.
4.-
San Miguel
de los Santos,
santo (1591-1625), nacido en Vic
(Barcelona),
figura señera de la mística
española,
maestro de literatura espiritual, patrono de la juventud trinitaria y
de la diócesis
de Vic
(Barcelona),
considerado por la devoción popular abogado contra el cáncer.
4.-
BIOGRAFIA DE SAN JUAN DE MATA.
Nació en
Francia
en la frontera con España
Es el fundador de la Comunidad de la Santísima Trinidad, o Padres
Trinitarios.
Vida
En
la juventud estudió el bachillerato y se dedicó tanto a la
equitación como a la natación. Mostró desde joven aptitud por la
meditación solía pasar tiempo en una ermita
cercana a la ciudad. En la ciudad de París obtuvo un doctorado y
posteriormente fue ordenado sacerdote. En su primera misa tuvo una
visión en la cual observó a un monje con una cruz color rojo y azul
salvaba a ciertos prisioneros de perder su fe. Consultó sobre su
visión a San Félix
de Valois
y tras platicar sobre la posibilidad de iniciar una nueva orden ambos
partieron hacia Roma para conseguir el permiso. La orden fue aprobada
por Inocencio III y se les concedió el uso de un hábito blanco con
una cruz roja y azul en el pecho.
Juan
de Mata fue el primer superior general de la nueva orden trinitaria,
y junto a su co-fundador Felix de Valois recorrieron Africa en busca
de esclavos. El entonces rey de Francia Felipe Augusto les permitió
conseguir fondos para liberar prisioneros en África que habían sido
capturados por piratas mahometanos, lo cual ocurría con cierta
frecuencia y los cuales para evitar torturas comúnmente renegaban de
su fe católica. Por cada prisionero que se rescataba había que
pagar una gran suma de dinero y los trinitarios iban de ciudad en
ciudad buscando limosnas para salvarlos.
Virtud y hechos
San
Juan de Mata trató siempre de no ser reconocido por sus obras y
decía: "Hay que amar el permanecer oculto y el no ser
conocido".
Un
religioso trinitario, el Padre Juan
Gil,
rescató en el año 1580 al célebre autor Miguel
de Cervantes,
autor del Quijote, que estaba preso de los musulmanes desde 1575.
Actualmente
los padres trinitarios se dedican a dar auxilio espiritual y apoyo
moral a los presos. Jesús prometió que en el día del Juicio Final
dirá a muchos de los que estarán a su derecha: "Venid benditos
de mi Padre, porque cuando Yo estuve preso me fuisteis a ayudar. Todo
lo que hicisteis con los demás aun con los más humildes, a Mí me
lo hicisteis"v
5.-
INOCENCIO
III
Papa
nº 176 de la Iglesia
católica de 1198
a 1216.
Noble de familia italiana, por su procedencia estudió Teología
en la Universidad
de París
y luego Derecho
Canónico en Bolonia.
Incluso antes de ser elegido Papa ya era una personalidad respetable
y connotada. Por esto Celestino
III
lo nombró Cardenal
y, tras su fallecimiento en 1198,
en una votación unánime fue elegido como Sumo Pontífice el 8
de enero
de ese año por el Colegio
Cardenalicio,
el cual vio más tarde satisfechas sus perspectivas para con Lotario.
Parte de la gran energía que desplegó como Pontífice, se debe a
haber sido un Papa inusualmente joven, no habiendo cumplido aún los
37 años al momento de su elección.
Su
influencia no pasó desapercibida para nadie. Sus prédicas siempre
fueron sustentadas en su propio ejemplo, su estilo de vida humilde
dentro de la curia
romana fue muy destacable. Además sus grandes dotes como
diplomático permitieron adherir a Roma
los territorios adyacentes de esta hasta Rávena,
las Marcas,
Ancona
y el antiguo ducado de Spoleto.
También es conocido por haber convocado El Concilio IV de Letrán de
1215, por medio del cual dictó un reglamento que dio forma a la
Inquisición
pontificia.
Estado
de la Cristiandad al advenimiento de Inocencio.
El
Papado de Inocencio III se inició en medio de varias convulsiones
sociales. En varias regiones de Europa, el Feudalismo
estaba cediendo terreno a una nueva sociedad burguesa,
en medio de la llamada revolución
del siglo XII.
A la vez, los estados nacionales se estaban fortificando, y los
reyes, particularmente los de Francia
e Inglaterra,
se perfilaban como nuevos actores de importancia en el mapa político.
En Oriente,
la Cristiandad debía lidiar con la amenaza de un poder musulmán
fortalecido por Saladino,
que había conseguido desbancar a la Tercera
Cruzada.
Siendo la Iglesia Católica una de las entidades más poderosas de
Europa, no podía hacerse oídos sordos a todos estos sucesos. La
propia Iglesia atravesaba por un período complejo. El impulso de los
cistercienses,
adalides de ésta durante el siglo XII, había decrecido, y nuevas
doctrinas como la de los cátaros,
valdenses
y patarinos
se estaban propagando. Era evidente que el nuevo Papa debería actuar
con resolución para mantener el rol de la Iglesia.
Mentalidad
Jugaron
un papel en la mentalidad de Inocencio, su origen noble o
aristocrático, y su formación como teólogo y jurista especializado
en Derecho
Canónico. De esta manera, a Inocencio le pareció natural el
aseverar que la Iglesia Católica tenía la plena potestad
("plenitudo
potestatis")
sobre toda la Cristiandad. Basándose en el texto de Mateo
XVI,
en que Cristo confiere las llaves del Reino de los Cielos a Pedro,
afirmó la plena soberanía de la Iglesia incluso sobre el Emperador.
Se reservaba Inocencio III intervenir en política cuando, a su
juicio exclusivo, hubiera razón de pecado ("ratione
peccati")
en el actuar de los príncipes, puesto que éstos estaban para velar
sólo por el bienestar físico de sus súbditos, mientras que el Papa
estaba para velar por la salvación de las almas, empresa ésta más
valiosa que la primera en términos morales.
Para
demostrar este ideario en signos prácticos, Inocencio
III
siempre prefería ser llamado con el título de Vicario
de Cristo,
por lo cual a su persona le incumbía el trato de los asuntos del
cielo y de la tierra. Parece ser que fue el primero de los Papas que
se proclamó con este título.
Política internacional y Relaciones con el Imperio
Las
ideas políticas de Inocencio se vieron reflejadas a la muerte del
Emperador Enrique
VI,
donde impuso su autoridad pontificia para autonombrarse como árbitro
y calificador de los pretendientes al trono, aunque este anhelo había
sido estampado anteriormente en su encíclica “De
contemptu mundi”.
Sostenía que el Imperio procedía de la Iglesia no sólo
"principaliter"
(en su origen), sino también en sus fines ("finaliter"),
por lo que a pesar de que los príncipes electores alemanes tenían
el derecho jurídico a nombrar un nuevo Emperador, esta elección
debía ser ratificada por el Pontífice.
Sin
embargo, su política respecto de Alemania siempre fue problemática.
Promovió a Otón
de Brunswick como "antiemperador" de la Casa
Welf contra Felipe
de Suabia,
de la Casa Hohenstaufen,
pero cuando este último fue asesinado en 1206
y Otón fue coronado en Roma como Otón
IV, ambos se pelearon. Recurrió entonces Inocencio III a su
pupilo, Federico
II de Alemania, quien a la sazón gobernaba Sicilia.
Otón invadió Italia militarmente, pero debió retirarse. Federico,
a la vez, invadió Alemania. El desastroso resultado de la Batalla
de Bouvines,
que Otón libró contra Felipe
Augusto de Francia, en 1214,
selló su suerte, y Federico alcanzó la corona de Alemania, sin
haberse desprendido de Sicilia, lo que puso al Papa en una situación
incómoda, que Inocencio no alcanzó a resolver debido a su
fallecimiento.
Otras relaciones europeas
Con
respecto a Francia, Inocencio intervino en los problemas de Felipe
II de Francia
con su repudiada esposa. En este terreno, Inocencio consiguió
convertir la hostilidad inicial de Felipe en una cooperación
amistosa, que le valió su alianza contra Otón IV de Alemania.
También Inocencio favoreció a Felipe invitándole a la Cruzada
Albigense. También intervino en la proclamación de Kalojan
en Bulgaria.
Tuvo también una dura controversia con Juan
de Inglaterra,
conocido también como Juan Sin Tierra. En 1205
falleció Hubert
Walter, arzobispo de Canterbury.
Juan intentó nombrar un candidato, pero Inocencio decidió que tal
cargo fuera ocupado por Stephen
Langton,
reputado teólogo de la Universidad
de París.
Ante la porfía de Juan, Inocencio lanzó el interdicto
sobre Inglaterra en 1208,
y la excomunión contra Juan en 1209.
Juan resistió hasta 1213,
y finalmente cedió ante los deseos de Inocencio, llegando incluso a
reconocerse como vasallo de la Iglesia, como medida desesperada para
evitar que los franceses pudieran invadir sus dominios (que ahora
eran eclesiásticos).
Estos
y otros asuntos políticos demostraron que Inocencio se sentía
realmente un Rey de
Reyes, con capacidad de arbitrio sobre la política europea.
Historias de la Iglesia Antigua
En
pro de defender la Cristiandad
por sobre todas las cosas, impulsó la cuarta Cruzada
a Tierra
Santa
en el año 1202.
Sin embargo, los enredos de Venecia,
uno de los principales financistas de la expedición, llevó a los
cruzados a tomar primero la ciudad de Zara,
enclave bizantino en la costa de Dalmacia,
y después saquear dos veces la ciudad de Constantinopla
en 1204,
poniéndole fin al Imperio
Bizantino,
todo esto pese a las excomuniones que Inocencio fulminó contra los
cruzados, por haber vuelto las armas que debían ser dirigidas contra
los musulmanes, hacia hermanos cristianos.
Ante
el problema de los cátaros,
Inocencio envió a varios legados, y autorizó las prédicas de
Domingo
de Guzmán,
para tratar de reconvertirlos. En enero de 1208,
el asesinato de Pierre
de Castelnau,
legado pontificio en el sur de Francia, precipita los
acontecimientos. Inocencio llama a la Cruzada para extirpar la
herejía, dando origen así a la Cruzada
Albigense. Aunque habrá núcleos de resistencia hasta varias
décadas después, ya en 1215
Inocencio se siente seguro de sus resultados, hasta el punto de
convocar a un Conciilo Ecuménico para resguardar la ortodoxia
católica. Paralelamente, la Cruzada Albigense le da un poderoso
impulso a Francia,
al permitírsele la anexión de la región del Languedoc.
El Concilio de Letrán
A
poco tiempo de culminar su vida y su pontificado, en 1215
convocó al IV
Concilio de Letrán, uno de los más importantes de la época, en
el cual se trataron temas políticos y en especial se dictaron
deberes y derechos para prácticamente todas las clases sociales.
Destaca “Omnis
Utriusque Sexus”,
en el que se obliga a todos los adultos cristianos a recibir al menos
una vez al año los sacramentos
de la confesión
y la eucaristía.
Por otra parte cabe destacar su incondicional apoyo a Santo
Domingo de Guzmán
quien fundó la orden de los dominicos
y a san
Francisco de Asís quien fue creador de la orden de los
franciscanos
y las clarisas. De este modo fue el precursor de una importante
reforma eclesiástica. El 16
de junio
de 1216
Inocencio
III
fallecía en la ciudad de Perugia
a la edad de 55 años.
6.- LOS ORIGENES
DEL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS DE TEIXEIRO
El paraje en donde
se ubica el santuario formaba parte de los lugares sacros, en los que
el pueblo celta celebraba alguna de sus creencias religiosas; no hay
más que fijarse en los siguientes detalles importantes: primero un
cruce de caminos, segundo, un árbol milenario al lado del templo, y
tercero, una fuente. Ambos son elementos indispensables para el culto
celta. Más tarde, con el cristianismo, estos lugares serían
santificados mediante la construcción de pequeñas ermitas, como es
el caso de Teixeiro.
Hay datos fiables
de que en el año 995 existía ya una pequeña ermita consagrada a
“Nosa Señora”.
En el año 1116
aparece una mención del santuario, al que se le denomina como “casa
de oración”; pero es en 1622 cuando sufre se realiza su primera
gran ampliación; la realiza el sacerdote Jorge Varela das Seixas,
nacido en el lugar de Maques, el cual era devoto de Nuestra Señora
de Teixeiro, desde niño, y cuando se le presentó la ocasión,
engrandeció, dotó y adornó cuanto pudo la ermita de su devoción.
En el año 1791,
siendo párroco Juan José Manuel de la Rúa y Figueroa, se vuelve
ampliar la ermita, alargándola y dándola más capacidad.
En 1945, Restituto
Ventoso Maneiro vuelve a ampliar la capacidad del santuario y en el
año 1948 Manuel Barbazán Cantelar vuelve ampliar y modificar la
capacidad de la iglesia, dejándola como está en la actualidad.vi
7.- HISTORIA DE LA
COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS DE TEIXEIRO
Introducción
Cualquier cofradía
nace y crece conforme a un proceso:
Primero:
ha de existir un santo, una santa, una virgen, etc. (es decir, una
imagen religiosa) a la que se le de una devoción especial.
Segundo:
que exista en los devotos unas creencias arraigadas en cuanto a los
favores percibidos por intercesión de la virgen, santo, santa, etc.
Y tercero: que haya un compromiso que establecido entre el santo,
santa, etc. y los devotos, se respete a lo largo del tiempo, por
ejemplo, el de celebrarle la fiesta un día concreto del año con
asistencia a la novena, tal y como hacemos nosotros en Teixeiro con
Nuestra Señora de los Remediosvii.
La imagen en torno
a la cual nació, creció, evolucionó y llegó hasta nosotros una
devoción especial, en lo esencial (cara , manos…) existía ya en
el 995. Por aquel entonces la llamaban, sencillamente, Nuestra
Señora.
Pasa el tiempo y la
venerada imagen se considera propia del pueblo y se le reconoce, algo
así como un territorio de Gracia en el cual atiende, acoge y cuida
de sus devotos. Por ello con la influencia de los cistercienses le
añaden al nombre primitivo, el título de propiedad: Nuestra Señora
de Teixeiro.
La historia
evoluciona, llegan las modas, también en lo religioso, y se le pasa
a denominar Nuestra Señora del Buen Suceso en Teixeiro. Este título
lo mantuvo, a juzgar por los documentos, durante corto tiempo.
Por el motivo de
celebrar la fiesta, desde el principio, el día ocho de Septiembre,
día de la Natividad de María, adquiere durante un periodo de tiempo
considerable, ese título: Nuestra Señora de la Natividad.
Últimamente,
desconocemos los motivos, las razones y los fundamentos, pero desde
los años 1920, se le llama Nuestra Señora de los Remedios. Esta es
la historia transmitida por los documentos.
A esta antigua
imagen, aunque se le cambiase de invocación durante siglos, siempre
se la veneró con una piedad auténtica y verdadera. Por ello “desde
tiempo inmemorial a esta parte” existió una “hermandad” o
“congregación” de devotos que le tributaban un culto especial,
sobre todo en su festividad.
Pero esta
“hermandad” o “congregación” carecía de Ordenanzas y
Constituciones. Y sin ellas, según las normas de entonces, no
adquiría la dignidad de Cofradía.
Para conseguirlo, y
elevarla a los honores de Cofradía, el día 19 de Marzo de 1708 se
reúnen la hermandad y, en nombre de todos los “congregantes”,
para tener ordenanzas “por
donde se pueda regir y gobernar, para mayor permanencia (sic.) y
reximen… hazemos y hordenamos:
las
Constituciones y
Ordenanzas de la Cofradía de Nuestra Señora sita en Teixeiro”
Contenido
Están
redactadas muy en consonancia con la terminología de la época y con
los puntos y exigencias comunes al esquema de toda cofradía.
Para hacerlas
comprensibles, distinguimos:
Creencias:
-
La existencia de la ermita y de la imagen“desde tiempo inmemorial a
esta parte” de la cual “hemos recibido infinitos bienes… por
esta deboción.
-
Las innumerables indulgencias que pueden lucrar… los cofrades.
-
Por ello hacen partícipes de estos “bienes”, “indulgencias”,
“protección” al Papa, Obispo, Párroco, Rey y a todos los
vezinos que deseen entrar en la Cofradía”.
Compromisos:
Puesto que se trata de una Hermandad tan estimada y valorada, una vez admitido un miembro, “se de la condición que sea”… no “expelerlo nunca”.
Pagar lo establecido a la entrada y “en cada año”. Dicho de otra forma: “pagar el anal”.
Participar activamente en cada acto de la Cofradía: reuniones, día de la fiesta, rendir cuentas, elección de mayordomo, funeral de cada cofrade…
Hacerlo todo “en servicio de Dios” y “de Nuestra Señora.
Rito:
Preparación para la fiesta: vísperas solemnes oficiadas “por seis sacerdotes” y acompañados de “todos los cofrades”.
Fiesta: Deben celebrarse seis misas rezadas. La mayor, la última, “con mucha solemnidad y con seis sacerdotes”. “El mayordomo de cada año, invitará a los cofrades a una comida de hermandad”, en la que se ofrecerá “pan, carne y vino”.
Durante el año: “Celebrar y asistir a veintiocho misas… ofrecidas por los cofrades vivos y fallecidos…”
Entierro de los cofrades: Cada cofrade tiene derecho a que celebren con “seis achas y doce velas” al cual “deben asistir todos los cofrades”.
La cofradía
perduró hasta 1856.
Esta era la
Cofradía de Nuestra Señora que dejó de funcionar en el año 1856;
pero aún hoy quedan muchos resquicios de esa piedad y devoción que
se vivió entre los cofrades y generación tras generación fue
pasando, llegando hasta los tiempos presentes.
Se pretende ahora
recuperar dicha Cofradía y adaptar su normativa de funcionamiento a
la época actual.
BIBLIOGRAFIA
1.-
Las fotografías estás copiadas de la página
http://images.google.es/images...,
http://www.trinitarios.net,
http://www.trinitarios.org,
http://es.wikipedia.org/wiki/Trinitarios,
etc.
2.-
El resto de la bibliografía es la que figura reseñada a los pies de
página.
@Manuel
García Souto
i
En el siglo VI el emperador bizantino Mauricio prescribió para todo
el imperio la celebración de la fiesta de la Asunción (Dormición
de la Virgen) el día 15 de Agosto, celebrándose en Occidente desde
la época de Carlomagno –siglo IX- aunque parece que su
celebración se introdujo por Inglaterra, desde donde se transmitió
a Normandía, Francia, Roma y a todos los países europeos.
ii
El
sábado estaba santificado por el ayuno desde la Antigüedad y
posiblemente se dedicó a María por iniciativa de Alcuíno.
iii
http://www.mercedarios.net
iv
http://es.wikipedia.org/wiki/Trinitarios,
http://www.trinitarios.net,
http://www.trinitarios.org.
v
San Mateo 35,40
vi
Santa Eulalia de Curtis, S. Vázquez Rouco, Teixeiro 2002, pág.
321-336
vii
Santa
Eulalia de Curtis, S. Vázquez Rouco, Teixeiro 2002, pág. 297
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