martes, 29 de marzo de 2011

Pastoral de la Juventud

2 de Abril CONVIVENCIA PARA JÓVENES DE CONFIRMACIÓN

CONVIVENCIA PARA JÓVENES DE CONFIRMACIÓN
con motivo del aniversario de Juan Pablo II: Sábado 2 de abril

(Es necesario inscribir el grupo con antelación: depasxuventude@archicompostela.org)

11:00 Acogida festiva y presentación. Colegiata del Sar

11:30 Tema sobre Juan Pablo II

12:30 Ginkana sobre la Jornada Mundial de la Juventud

14:00 Comida de bocadillos (Cada uno trae los suyos)

15:00 Sobremesa festiva

16:00 Desplazarse hacia S. Fernando

Nos unimos a la celebración abierta a familias que convoca el Giro de la Ciudad en la iglesia de S. Fernando, recordando a Juan Pablo II y como preparación para la celebración de la Pascua.

17:00 Preparación de las celebraciones por grupos. Iglesia de S. Fernando

18:00 Vía Crucis audiovisual de Juan Pablo II

19:00 Celebración de la Eucaristía

Retiro Espiritual para Jóvenes

RETIRO ESPIRITUAL PARA JÓVENES
Un fin de semana de silencio interior y exterior para favorecer la oración que nos lleve al encuentro con Dios.

LUGAR: Casa Religiosas del Sagrado Corazón PLACERES (Marín-Pontevedra)

Desde el viernes 8 (a las 19:00 h.) hasta el domingo 10 de abril (a las 19:00 h.)
APORTACIÓN ECONÓMICA:
Estudiantes y parados: 40 € / trabajadores: 80 €

MÁS INFORMACIÓN Mari Carmen Rodríguez 616.172.140
depasxuventude@archicompostela.org
 

CAMINO DE SANTIAGO para jóvenes y universitarios


CAMINO DE SANTIAGO
PARA JÓVENES y UNIVERSITARIOS
EN SEMANA SANTA.
Desde el Domingo de Ramos (por la tarde)
al Domingo de Pascua (por la mañana).

Pensando en todos aquellos jóvenes que no celebran la Semana Santa, ni participan en las celebraciones propias de esos días, se les ofrece la posibilidad de hacer esta peregrinación.

Lugar de comienzo, SAMOS, el Domingo de Ramos, a las 20:00 h. (Hay que traer la cena). S
e llega a Santiago para participar en la Vigilia Pascual y se regresa el Domingo de Pascua para comer cada uno en su casa.
PRECIO: 145 €
Incluye: comidas, seguro, alojamientos, cancionero… No incluye el desplazamiento a Samos.

MÁS INFORMACIÓN:
Javi García Rodríguez 676.827.859


Necesito traer:Cena del primer día
Tarjeta sanitaria y DNI
Instrumentos musicales
Libreta y bolígrafo.
Linterna, cantimplora o botella de agua

MOCHILA (no maleta de viaje) y todo dentro
Saco de dormir y esterilla
Toalla, útiles de aseo, Chancletas para la ducha
Chubasquero ó poncho
Cazadora, guantes, bufanda,...
Calzado cómodo para andar y calzado cómodo para descansar. (no a estrenar)
1 camisa de manga larga transformable (remangándote)
1 pantalón corto y 1 pantalón largo
1 pantalón transformable corto/largo
Ropa interior, calcetines,…
Camisetas térmicas, nikes, polo,..
1 gorra o sombrero
Bolsas de plástico que no hagan ruido para guardar la ropa.
Ropa. Lo mínimo. Evita traer cosas prescindibles



FICHA DE INSCRIPCIÓN enviarla a depasxuventude@archicompostela.org

Nombre:_______________________________________

Apellidos:______________________________________

Dirección:______________________________________

Parroquia:______________________________________

Población:___________________________C.P.:________

Provincia:______________________________________

Teléfono_______________Móvil_____________________


E-mail_________________________________________

Fecha de nacimiento:_____________________________
Autorización Paterna para los menores de edad.
Yo___________________________________________________
Padre, madre o tutor de____________________________________


Autorizo a mi hij@ a participar en el CAMINO DE SANTIAGO en Semana Santa desde el día 17 hasta el 24 de abril
Un teléfono paterno de contacto______________________________

Para lo cual firmo esta autorización.

Día, mes y año:

Firma, Nombre y DNI:
SAN PATRICIO, Obispo. Su fiesta se celebra el 17 de marzo
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SAN PATRICIO, OBISPO
 
Apóstol de Irlanda (años 372-461)

Su fiesta se celebra el 17 de marzo
Fuentes históricas 
PentecostésTodo lo que sabemos de cierto de la vida de San Patricio se deriva de dos cortos textos escritos de su propia pluma: Su Confessio, un relato de su evolución espiritual y una justificación de su misión en Irlanda, y una carta de protesta contra una incursión hecha contra una de sus congregaciones irlandesas por los soldados del jefe británico Coroticus.
Ni los «adagios» de Patricio en el libro del s. IX de Armagh ni un conjunto de cánones que se sostiene fueron dictados por él y por dos obispos compañeros suyos (la última edición de L. Bieler, The Irish Penitentials, Dublín 1963, 54-59) son aceptados universalmente como auténticos aunque tienen sus defensores. El elemento histórico en la leyenda de Patricio, que comienza con Tirechan y Muirchú en el siglo VII es extremadamente difícil de valorar.
Incluso los datos autobiográficos de  San Patricio son muchas veces interpretación incierta. Por tanto, toda biografía suya es en gran parte una tentativa.
     
Vida
PentecostésNace en el año 372, de padres cristianos en la Britania romana. Su padre Calporius era un decurión en una ciudad no identificada, que fue ordenado diácono en los últimos años de su vida. El joven Patricio llevaba una vida mundana y descuidó su educación. Cuando le apresó cautivo una banda de incursores irlandeses y fue vendido como esclavo en Irlanda a la edad de 16 años, pensó que su desgracia era un castigo por sus pecados.
Mientras llevaba la vida solitaria de pastor experimentó una conversión y se dedicó a la oración ferviente. Después de seis años, una voz en sueños le dijo que pronto regresaría a su casa y, confiando en esa voz, emprendió la huida. Poco después de su regreso a Britania tuvo un sueño en el cual los irlandeses le pedían que regresase inmediatamente.
Él tomó esto como significado de que era llamado a llevar la fe cristiana a aquella región que todavía era predominantemente pagana. Convencido de su vocación por las voces que repetidamente oía «rezando dentro de él» (Confessio 24,25), decidió, contra los deseos de su familia, prepararse para el sacerdocio con el fin de convertir a los irlandeses. Si recibió su educación eclesiástica en Britania (O'Rahilly, Carney, Hanson) o en la Galia (Bury, MacNeill, Bieler), son teorías basadas en argumentos bastante razonables.
Como el propio Patricio admite, siempre fue un estudiante nada brillante. Sin embargo, su fervor religioso estaba fuera de toda duda, y a su debido tiempo ascendió al diaconado. Durante algún tiempo su deseo de evangelizar Irlanda no encontró el favor de sus superiores que le consideraban inadecuado para esta tarea. En circunstancias a las cuales él alude de forma demasiado oscura para reconstruirlas con seguridad, marchó efectivamente a Irlanda, como obispo. Este acontecimiento debe de tener una fecha posterior a la de la misión de Palladio, el cual, según nos cuenta Próspero de Aquitania en su Crónica, «fue enviado a los irlandeses confiando en Cristo» por el papa Celestino en 431.
Muirchú, siguiendo aparentemente una tradición de la iglesia de Auxerre, relata que había estudiado allí bajo la dirección de S. Germán y que sucedió a Palladio al producirse su prematura muerte. Las opiniones están muy divididas sobre el valor histórico de este relato. La fecha inicial de esta misión es también objeto de controversia. Los Anales irlandeses lo sitúan en el año 432.   
San Patricio describe su misión en términos más bien generales. Marchó a propósito a aquellas partes del país donde el Evangelio no había sido nunca predicado. Nos habla de numerosas conversiones, de que administraba el bautismo y la confirmación y que confería las sagradas órdenes a los nativos, a algunos de los cuales él mismo había preparado en persona (Epístola 3); sin embargo, no menciona que se consagraran obispos aparte de él mismo.
Introdujo con éxito el monaquismo que por aquel entonces era un movimiento bastante reciente en Occidente. Tanto los hombres como las mujeres respondieron a esta llamada con entusiasmo, las jóvenes lo hacían a menudo contra los deseos de sus padres y las jóvenes esclavas desafiando a sus amos. En todas sus relaciones con sus conversos Patricio tenía gran empeño en evitar toda posible sospecha de interés egoísta; devolvía incluso los regalos espontáneos que le hacían algunos feligreses. Sin embargo, no tenía el menor escrúpulo en sobornar a los gobernantes de los numerosos y pequeños reinos en los que Irlanda estaba entonces dividida, a fin de que le permitiesen predicar en sus territorios; también pagaba generosamente a sus colaboradores para que le proporcionasen una seguridad en sus actividades.
Su misión encontró la oposición en algunos lugares, pero especialmente (si hemos de creer las Vidas del s. VII) por parte de los druidas, los paladines de la tradición y la religión nativa.  Recuerda en muchas ocasiones cuando no sólo su libertad sino también su vida estuvo en peligro. En una ocasión (Confessio 53) él y sus compañeros fueron apresados, se les encadenó y se les mantuvo prisioneros durante 15 días. Ya se veían frente a la muerte cuando fueron puestos en libertad por la intervención de amigos nativos.
San Patricio fue criticado también por algunos de sus feligreses y aún más duramente en círculos eclesiásticos fuera de Irlanda. Aquellos que habían apoyado su misión y que hasta cierto punto la financiaron, encontraron mal el que rehusase aceptar limosna. No sabemos si también ponían objeciones a otros aspectos de su labor misionera.
La organización de la iglesia que introdujo en Irlanda sería una adaptación del sistema continental a las condiciones irlandesas. En un país donde no había ciudades, una iglesia episcopal, con un capítulo organizado según las líneas monásticas, como algunas del continente, tiene que haber parecido ser la mejor forma que debería revestir un centro religioso.
 
San Patricio como hombre y escritor 
PentecostésSi los detalles de su vida y de su carrera son a menudo dudosos, no puede haber, sin embargo, duda alguna acerca de su personalidad tan patente a través de sus escritos. Era un hombre profundamente religioso, obediente a la voluntad de Dios tal como él la entendía, inspirado por su celo evangélico; un hombre de acción, dotado de voluntad tenaz y gran inteligencia práctica.
Al mismo tiempo, era consciente de sus limitaciones, pero tanto más insistía por ello en la obra de la gracia de Dios en su vida. En numerosas ocasiones la mano de Dios que le guiaba tomaba la forma de una «voz interior» y algunas de estas experiencias (Confessio 24,25) tienen las características de la oración mística.
No era una mente especulativa y parece haber leído poco -si es que leyó algo aparte de la Biblia-. En la Sagrada Escritura, sin embargo, estaba muy versado; frecuentemente cita de ella; muy a menudo emplea frases bíblicas, incluso cuando cuenta su propia historia. Su latín es una original mezcla de elementos bíblicos, de oraciones y de lenguaje de uso corriente. No es un escritor de gran distinción, pero su sinceridad coloca a los dos documentos personales que nos dejó muy por encima de la mayoría de la literatura de su época.
 
Culto e iconografía 
PentecostésEl primer testimonio del culto al santo es la inclusión de un himno en su alabanza (en cuyo título se le denomina magister Scottorum) en el Antifonario de Bangor (A. D. 680-91). En Armagh, su fiesta (17 marzo) se celebraba ya con un triduo lo más tarde a principios del s. IX.
Los conquistadores anglonormandos del s. XII «adoptaron» a San Patricio y a otros primitivos santos irlandeses en su liturgia; en 1186 el obispo Malachy de Down transfirió las reliquias de los santos Patricio, Brigita y Columcille a su catedral y los hizo depositar allí en un relicario común.
En el continente, su culto se extendió con los peregrinos irlandeses, especialmente en Francia, Bélgica, parte Sur y Occidental de Alemania; en Peronne, en Picardía, fue establecido hacia el año 700. De finales de la Edad Media conocemos un número considerable de textos de Misa propia y oficios para el día de San Patricio (el actual misal romano tiene sólo una colección propia).
En nuestra época, los emigrantes irlandeses han llevado su culto al otro lado del Atlántico, especialmente a los Estados Unidos y a Australia donde se le han dedicado muchas iglesias. Es el único santo irlandés cuya fiesta tiene un lugar en el calendario litúrgico de la Iglesia universal.
Las representaciones históricas de Patricio son raras antes del s. XIV; las primeras son dos paneles en la cruz de piedra del rey Flann en Clonmacnoise (ca. 900). Solía ser representado con vestidura episcopal, sin barba, con su mano derecha levantada en un gesto de bendecir. Desde el s. XVII encontramos el cuadro familiar: con barba, una serpiente a sus pies, con su mano derecha sosteniendo una hoja de trébol. Estos emblemas se refieren a las últimas leyendas de acuerdo con las cuales expulsó de Irlanda todas las serpientes y explicaba a los irlandeses el misterio de la Santísima Trinidad con un trébol.
  
 
LUDWIG BIELER.  (GER)
    BIBL.: Libri Epistolarum. S. Patricii Episcopi. Introduction text and commentary by L. Bieler, 2 vol. Dublín 1952; Vita S. Patricii... ex Libro Armachano, ed. E. HOGAN, «Analecta Bollandianan, 1 (1882), 531-585; II (1883) 35-b8, 213-238; W. STOKES, The Tripartite Life of P., Londres 1887, 2 vol.; J. GWYNN, Librr Ardmachanus, Dublín 1913; J. H. TODD, St. P. Apostle of Ireland, Dublín 1864; J. B. BuRY, The lije of St. P. and his place in History, Londres 1905; E. MAc NEILL, St. P., Apostle of Ireland, Londres 1934 (2 ed. aumentada, Dublín 1964); T. F. O'RAHILLY, The Two Patricks, Dublín 1942; L. BIELER, The Life and Legend of St. P., Dublín 1949; J. CARNEY, The Problem of St. P., Dublín 1961; D. A. BINCHY, P. and his Biographers, «Studia Hibernicau, 11 (1962) 7-173 (un excelente examen de la controversia); L. BIELER, St. P. and the coming of Christianity (Historia del catolicismo irlandés, fase. 1), Dublín 1967; K. HUGHES, The Church in early Irish society, Londres 1966, cap. 1 y 3; R. C. P. HANSON, St. P.: his origins and career, Oxford 1968. También son importantes los numerosos artículos de P. GROSJEAN, en «Analecta Bollandianau, 1932-1958.
 

La fe de la Virgen María

LA VOCACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA. Su respuesta inmediata
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La fe de la Virgen María
Palabras de Juan Pablo II comentando el relato de la Anunciación





 
"Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.» Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel, dejándola, se fue".  Evangelio según San Lucas (Lc 1, 26-38)
 
 
LUMINOSA RESPUESTA DEL ÁNGEL
 
Pentecostés
1.   …  Al ángel que le propone ser madre, María le hace presente su propósito de virginidad. Ella, creyendo en la posibilidad del cumplimiento del anuncio, interpela al mensajero divino sólo sobre la modalidad de su realización, para corresponder mejor a la voluntad de Dios, a la que quiere adherirse y entregarse con total disponibilidad.
«Buscó el modo; no dudó de la omnipotencia de Dios», comenta san Agustín (Sermo 291).
 
 
MOVIDA POR SU GRAN AMOR
 
2.  … San Lucas no indica el lugar preciso en el que se realiza la anunciación del nacimiento del Señor; refiere, solamente, que María se hallaba en Nazaret, aldea poco importante, que no parece predestinada a ese acontecimiento.
 
nazaret
Además, el evangelista no atribuye especial importancia al momento en que el ángel se presenta, dado que no precisa las circunstancias históricas. En el contacto con el mensajero celestial, la atención se centra en el contenido de sus palabras, que exigen a María una escucha intensa y una fe pura.
 
Esta última consideración nos permite apreciar la grandeza de la fe de María, sobre todo si la comparamos con la tendencia a pedir con insistencia, tanto ayer como hoy, signos sensibles para creer. Al contrario, la aceptación de la voluntad divina por parte de la Virgen está motivada sólo por su amor a Dios.
 
 
SU PREGUNTA MANIFIESTA SU FE
 
3.   María es invitada a creer en una maternidad virginal, de la que el Antiguo Testamento no recuerda ningún precedente.
 
nazaret
En realidad, el conocido oráculo de Isaías: «He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel» (Is 7, 14), aunque no excluye esta perspectiva, ha sido interpretado explícitamente en este sentido sólo después de la venida de Cristo, y a la luz de la revelación evangélica.
 
A María se le pide que acepte una verdad jamás enunciada antes. Ella la acoge con sencillez y audacia. Con la pregunta: «¿Cómo será esto?», expresa su fe en el poder divino de conciliar la virginidad con su maternidad única y excepcional.
 
Respondiendo: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra» (Lc 1, 35), el ángel da la inefable solución de Dios a la pregunta formulada por María. La virginidad, que parecía un obstáculo, resulta ser el contexto concreto en que el Espíritu Santo realizará en ella la concepción del Hijo de Dios encarnado. La respuesta del ángel abre el camino a la cooperación de la Virgen con el Espíritu Santo en la generación de Jesús.
 
 
SIEMPRE FE PARA LA SALVACIÓN
 
4.   En la realización del designio divino se da la libre colaboración de la persona humana. María, creyendo en la palabra del Señor, coopera en el cumplimiento de la maternidad anunciada.

Los Padres de la Iglesia subrayan a menudo este aspecto de la concepción virginal de Jesús. Sobre todo san Agustín, comentando el evangelio de la Anunciación, afirma: «El ángel anuncia, la Virgen escucha, cree y concibe» (Sermo 13 in Nat. Dom.). Y añade: «Cree la Virgen en el Cristo que se le anuncia, y la fe le trae a su seno; desciende la fe a su corazón virginal antes que a sus entrañas la fecundidad maternal» (Sermo 293).
 
El acto de fe de María nos recuerda la fe de Abraham, que al comienzo de la antigua alianza creyó en Dios, y se convirtió así en padre de una descendencia numerosa (cf. Gn 15, 6; Redemptoris Mater, 14). Al comienzo de la nueva alianza también María, con su fe, ejerce un influjo decisivo en la realización del misterio de la Encarnación, inicio y síntesis de toda la misión redentora de Jesús.
 
La estrecha relación entre fe y salvación, que Jesús puso de relieve durante su vida pública (cf. Mc 5, 34; 10, 52; etc.), nos ayuda a comprender también el papel fundamental que la fe de María ha desempeñado y sigue desempeñando en la salvación del género humano.
 
 Juan Pablo II,  3 de julio de 1996