sábado, 24 de diciembre de 2011

Pastoral de Justicia y Libertad


Visita Pastoral de D. Julián a Teixeiro

Me ha enviado a anunciar la buena nueva a los pobres, a vendar los corazones rotos, a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad. (Is 61, 1b)..A pesar de que somos conscientes qué es lo mejor, sin embargo a veces hacemos aquello que no quisiéramos. Pero para eso ha venido el Hijo del hombre, para eso ha venido Cristo, para salvarnos y decirnos que estemos atentos, porque cualquier cosa que hagamos a los demás es a Él a quien se lo hacemos.
Ojalá en todos los exámenes que tenemos que afrontar en nuestra vida ya supiéramos la pregunta, porque lógicamente prepararíamos la respuesta. Pues mirad, al final de nuestros días de lo que se nos examinará es de amor. Así lo entendió la Virgen María y lo proclamó en ese canto del Magnificat y por eso a la vez que manifiesta que todas las generaciones le dirán Bienaventurada, también ella proclama que la misericordia del Señor se dilata a lo largo de toda la historia, no solo de nuestra vida, sino de la de aquellos que nos han precedido y de la de aquellos que seguirán después de que nosotros hallamos sido llamados a la presencia del Señor.
De la homilía de D. Julián en la visita Pastoral al Centro Penitenciario de Teixeiro