Sor María Mallo, natural de Santiago y religiosa de San Jose de Cluny, lleva toda su vida en Africa organizando comunidades cristianas, levantando dispensarios y colegios infantiles, haciendo pozos de agua, llevando el evangelio a los que no lo conocen, luchando contra la pobreza y la injusticia.
Obras son amores y no buenas razones, es lo que ella pone en práctica. Así la conocimos en las parroquias de Teixeiro, hace ya siete años que todos los veranos, en el mes de Agosto se acerca a nuestras parroquias para hablarnos de Africa, especialmente del Níger.
Esos días, lo que recolectamos en la limosna de las misas, se lo damos a ella para su labor apostólica, para este curso le toca levantar un dispensario, "no hay nada que alivie el dolor y el sufrimiento en los últimos momentos" nos decía en misa, "pasamos hambre, porque no hay agua, comemos una vez al día, sobre todo mijo, algo de maíz, lo hacemos a la noche y si sobra, desayunamos con ello"....., "antes se comían los ratones ..., ahora nos lo han prohibido, por el tema del ébola".
Recordamos hace tres años cuando tuvieron que escaparse del Níger a toda prisa, porque unos yighadistas, la estaban persiguiendo... "sonaban los disparos y nosotras corríamos".
Por navidades nos suele escribir una carta y nos cuenta como van los proyectos..., una vez al mes celebran la eucarística, nos dice que se acuerda de nosotros. A sus setenta largos años, esta semana se vuelve a Africa, es su vida, pero sobre todo el testimonio de quien lleva fuego en su corazón, el fuego del amor de Cristo.
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