15 diciembre 2010
La ESPERANZA no defrauda: D. Julián en la cárcel
Ayer
por la mañana, D. Julián visitó la cárcel de Teixeiro.
Allí celebró la
Eucaristía y bautizó a Esperanza.
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"Yo dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde,
que buscará refugio en
el nombre del Señor" (Sof 3, 12)
ha
sido derramado en nuestros corazones
por
el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rom 5, 5)
.
El Bautismo es
el sacramento de la Esperanza. Por él nos incorporamos a Cristo, nos
revestimos del Señor y nos convertimos en un miembro más de su cuerpo
místico, la Iglesia. Se nos promete una herencia incorruptible.
Esperamos en el Señor sabiendo que Él nos quiere acompañar siempre. Y lo
que nos tiene prometido nos hace gritarle al mundo lo que Juan Pablo II
gritó aquella tarde de 1978: “¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas a
Cristo!”.