PALABRAS DE VIDA
La Salle
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15 NOVIEMBRE 2006
33º DOMINGO T.0. (B)
Mc 13,24-32
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Evangelio según San Marcos
Entonces, después de esta tribulación, el
sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo y
los astros se conmoverán. Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes,
lleno de poder y de gloria. Y él enviará a los ángeles para que congreguen a
sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del
horizonte.
Escuchad esta comparación, tomada de la higuera:
cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, os dais cuenta de que
se acerca el verano.
Así también, cuando veáis que suceden
todas estas cosas, sabed que el fin está cerca, a la
puerta.
Os aseguro
que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto. El cielo y la tierra
pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Os
En cuanto a ese día y a la hora, nadie los
conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre.
AL FINAL, VENDRÁ
No se les hacía fácil a los
primeros cristianos perseverar fieles a Jesús: ¿Cuándo llegaría a implantarse
el reino de Dios?, ¿cuándo dejarían de sufrir los pobres y desgraciados?, ¿no
iban a terminar nunca los abusos e injusticias de los poderosos?
Al final de su escrito,
Marcos quiso ofrecer a sus lectores la visión del «Final». Quería infundirles
luz y esperanza. Recogió dichos auténticos de Jesús, acudió también a escritos
de carácter apocalíptico y les recordó el último secreto que encierra la vida:
al final, Jesús, el «hombre nuevo» dirá la última palabra.
La escena es grandiosa. El
sol «se hará tinieblas», ya no pondrá luz y calor en el mundo. La luna «no
dará su resplandor», se apagará para siempre. Las estrellas «se irán
cayendo del cielo» una detrás de otra. Las fuerzas de los cielos «temblarán».
Este mundo que parece tan seguro, estable y eterno, se hundirá.
En medio de esa oscuridad
total, hará su aparición Jesús, el «Hijo del Hombre», el «hombre nuevo»,
el verdaderamente humano. Todos le verán venir con «gran poder y esplendor».
Ya no habrá otros poderes ni imperios. Nadie le hará sombra. Él lo iluminará
todo poniendo verdad y justicia.
No hay propiamente juicio.
Basta «verle venir». Es el «Hombre nuevo». Todo queda confrontado
con él. Entonces aparecerá lo que es realmente una vida humana. Se verá dónde
está la verdad y dónde la mentira.
Quiénes han actuado con justicia y quiénes han sido
injustos e inhumanos.
Entonces se desvelará la realidad. Las cosas quedarán
en su verdadero lugar. Se verá el valor último del amor. Se hará justicia a todas
las víctimas inocentes: los muertos por desnutrición, los esclavos, los
torturados, las maltratadas por el varón, los excluidos de la vida, los
ignorados por todos.
Como dice otro texto
cristiano: Dios «creará unos cielos nuevos y una tierra nueva en los que
habitará la justicia». Entonces se verá que la manera más humana de vivir
es trabajar por un mundo más humano. Esta vida, a veces tan cruel e injusta,
pasará. Las «palabras» de Jesús no.
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