Parroquias de Buño , Leiloio, Cambre, Cerqueda, San Tirso, Barizo, Mens, Cores y Nemeño
lunes, 12 de diciembre de 2011
martes, 22 de noviembre de 2011
La iglesia parroquial de Foxado y el Santo Cristo de Limpias. By: Manuel García Souto & Fernando Cabanas López
En la parroquial de Santa María de Foxado, municipio de Curtis, podemos contemplar una hermosa talla de la imagen del Santo Cristo de Limpias, el cual, tiene relación con el Camino de Santiago a través de nuestro municipio.
En la ruta Compostelana que pasa por Cantabria, se encuentra la Villa de San Pedro de Limpias, famosa por el Santuario del Santísimo Cristo de la Agonía.
El párroco Don Diego, natural de la villa de Limpias, fallecido en el año 1755, atribuye milagros del Redentor en este lugar.
En Marzo de 1920 el Padre Antonio escribe los relatos de dichos acontecimientos. En lo sucesivo, las peregrinaciones a este Santuario son más numerosas.
En un reciente viaje a Cantabria, miembros de la Asociación Cultural Progreso de Teixeiro, han realizado una visita a esta iglesia, resultando que una señora de avanzada edad, la cual desea su anonimato, nos narra el cántico que hasta hace unos años se celebraba, en honor al Cristo de Limpias, que ha su parecer, ha sido modificado en la actualidad.
Siendo que la anciana no pudo cantar tan hermosa cantiga, se limito a narrarla.
Desde nuestra Asociación le mostramos nuestro sincero agradecimiento.
Letra recogida del Cántico
Luego de un momento musical, los sacerdotes entonaban:
Sin mi Cristo de Agonía,
que en Limpias te adoré,
sin tus clavos que sostiene,
siempre fiel yo te seré.
Respondiendo cantando los fieles al unísono:
¡Oh mi Dios crucificado!
¡oh mi Cristo del dolor!
aun que yo siempre te adore,
Haz que ame tu Pasión.
Es probable trasladar a Foxado esta bonita letra, Solamente será necesario adecuarle una armoniosa música.
En la actualidad se está restaurando esta imagen.
© Manuel García Souto & Fernando Cabanas López.
martes, 1 de noviembre de 2011
Día de todos los Santos. Manuel García Souto
Hoy día 1 de Noviembre
La Santa misa es en la honra de la
santísima Virgen y de todos los Santos
Oración:
Todopoderoso y sempiterno
Dios, que nos concedes la gracia de que celebremos los merecimientos de todos
los Santos bajo una sola solemnidad; te suplicamos que en atención a tanta
multitud de intercesores como ruegan por nosotros, derrames con abundancia en
nuestros corazones los tesoros de tu misericordia. Por nuestro Señor
Jesucristo. Amén.
martes, 18 de octubre de 2011
viernes, 14 de octubre de 2011
martes, 11 de octubre de 2011
12 de Octubre, festividad de Nuestra Señora del Pilar
A la Virgen del Pilar
A María cantamos con dulce armonía,
que de piedad eterna es inagotable,
donde beben con fervor y santa porfía,
los pechos arden de amor entrañable.
Desde que nació la fe en Dios verdadero,
Iberia el blanco fue de sus favores,
pues luego brilló en ella el de salud Lucero,
que en toda su extensión echó sus resplandores.
Lo que en la antigüedad con júbilo cantó,
la que nuestros mayores fiesta celebraron,
celebremos-la alegres, pues nos la legó,
la piedad que con ellos la solemnizaron.
Inspirado Santiago, seg[un tradición,
en Paradela un templo a la Virgen levanta,
lo mismo cada cual debe en su corazón,
levantar a María una morada santa.
Se alegra España al celebrar las glorias,
de tan buena Señora y Madre cariñosa,
ya que de ella tiene tan buenas memorias,
su fiesta, agradecida, celebre hoy gozosa.
España agradecida a la Virgen María,
a su dulce patrona, a su madre amorosa,
goza cantando la gracia que ella un día,
hizo viniendo a Paradela gozosa.
Tan insigne favor es muy digno, a fe mía,
de que alma ninguna lo olvide desdeñosa,
brilla en templo suntuoso la Virgen divina,
sobre una pequeña columna está;
día y noche a sus lados siempre se ilumina,
de lámparas gran número que una luz da,
resplandeciente y pura, hermosa y peregrina,
cual lo es la luz del sol que creo Jehová.
Nuestros antepasados con culto sencillo,
la Virgen veneraron en templo modesto,
después sus sucesores dieron mayor brillo,
al que le levantaron en el mismo puesto;
agradable era el primero aunque pobrecillo,
pero lo es más como hoy está dispuesto.
De lejanos lugares vienen cristianos,
al altar de la Virgen con gran fervor,
y sobre el depositan con sus propias manos,
expresivas muestras de su tierno amor;
mientras, ella derrama dones sobrehumanos,
con que les corresponde con amor mayor.
Fernando Cabanas López
A María cantamos con dulce armonía,
que de piedad eterna es inagotable,
donde beben con fervor y santa porfía,
los pechos arden de amor entrañable.
Desde que nació la fe en Dios verdadero,
Iberia el blanco fue de sus favores,
pues luego brilló en ella el de salud Lucero,
que en toda su extensión echó sus resplandores.
Lo que en la antigüedad con júbilo cantó,
la que nuestros mayores fiesta celebraron,
celebremos-la alegres, pues nos la legó,
la piedad que con ellos la solemnizaron.
Inspirado Santiago, seg[un tradición,
en Paradela un templo a la Virgen levanta,
lo mismo cada cual debe en su corazón,
levantar a María una morada santa.
Se alegra España al celebrar las glorias,
de tan buena Señora y Madre cariñosa,
ya que de ella tiene tan buenas memorias,
su fiesta, agradecida, celebre hoy gozosa.
España agradecida a la Virgen María,
a su dulce patrona, a su madre amorosa,
goza cantando la gracia que ella un día,
hizo viniendo a Paradela gozosa.
Tan insigne favor es muy digno, a fe mía,
de que alma ninguna lo olvide desdeñosa,
brilla en templo suntuoso la Virgen divina,
sobre una pequeña columna está;
día y noche a sus lados siempre se ilumina,
de lámparas gran número que una luz da,
resplandeciente y pura, hermosa y peregrina,
cual lo es la luz del sol que creo Jehová.
Nuestros antepasados con culto sencillo,
la Virgen veneraron en templo modesto,
después sus sucesores dieron mayor brillo,
al que le levantaron en el mismo puesto;
agradable era el primero aunque pobrecillo,
pero lo es más como hoy está dispuesto.
De lejanos lugares vienen cristianos,
al altar de la Virgen con gran fervor,
y sobre el depositan con sus propias manos,
expresivas muestras de su tierno amor;
mientras, ella derrama dones sobrehumanos,
con que les corresponde con amor mayor.
Fernando Cabanas López
martes, 4 de octubre de 2011
viernes, 23 de septiembre de 2011
jueves, 22 de septiembre de 2011
jueves, 28 de julio de 2011
Ayuda a la Cocina Económica de A Coruña
AYUDA A LA COCINA ECONOMICA DE A CORUÑA
SI QUIERES PUEDES Y AHORA ES EL MOMENTO
EN CUALQUIER SUPERMERCADO DE TEIXEIRO PUEDES COLABORAR COMPRANDO ALGÚN ALIMENTO PARA DONAR A LA COCINA ECONOMICA DE A CORUÑA DURANTE LAS TRES PRIMERAS SEMANAS DEL MES DE AGOSTO
INDIGENTES, DROGADICTOS, ALCOHOLICOS,
FAMILIAS DESESTRUCTURADAS, Y OTRAS MUCHAS AFECTADAS POR LA CRISIS Y EL PARO
NECESITAN AYUDA
miércoles, 27 de julio de 2011
lunes, 25 de julio de 2011
martes, 19 de julio de 2011
¿SUFREN LOS POLÍTICOS POR RAZONES DE CONCIENCIA?
¿SUFREN LOS POLÍTICOS POR RAZONES DE CONCIENCIA?
www.analisisdigital.com
Manuel Cruz
www.analisisdigital.com
Manuel Cruz
Afirma la superalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que su buen amigo y presidente de la Comunidad de Valencia, Francisco Camps, es un hombre que sufre. Se supone que sufre por las muchas críticas que está recibiendo desde hace tiempo –y sobre todo ahora- por el enredo de los trajes de “Gurtel”, que lo van a sentar en el banquillo. Pero la afirmación de Rita Barberá merece alguna consideración que nos puede llevar muy lejos.
Veamos. Si una persona sufre moralmente es porque tiene conciencia de sí mismo, de lo que ha hecho y de lo que no ha hecho. Y pueden darse dos situaciones al menos: que se sienta inocente de las acusaciones de que es objeto o, al contrario, que se sienta culpable, lo cual implica un sentimiento de culpa. Conviene recordar, antes de seguir adelante, que la conciencia es ese juicio de la razón por la cual una persona reconoce si ha actuado bien o mal, lo cual implica un conocimiento previo para discernir el bien del mal, es decir, para hallarse a sí mismo culpable o inocente, no solo según las leyes civiles dictadas por un Gobierno en función de su mayoría sino de su propia conciencia.
En este contexto, se puede sufrir porque se tienen remordimientos… o porque no se tienen y se consideran injustas las acusaciones y críticas que se reciben. Y como ese conocimiento es de tipo moral, habría que afirmar que si el señor Camps sufre es porque tiene una conciencia muy clara de lo que significa para sí mismo, para su partido, para la Generalidad y para su familia, el embrollo en que lo han metido o se ha metido por unos trajes de más. Pero la cuestión a la que quiero llegar vaya mucho más allá del sufrimiento personal del presidente valenciano y de si son ciertas o interesadas las acusaciones de que está siendo objeto. Quiero hablar de la conciencia de los políticos.
Una de las consecuencias de la “modernidad”, del relativismo y de la galopante secularización de la sociedad, reside, precisamente, en la desaparición de ese sentimiento de culpa achacado a la educación religiosa, que nos hace tener muy en cuenta la denostada ley natural. Si el hombre, la persona, no tiene que rendir cuentas de sus actos a Dios porque Dios no existe, tampoco hay que dar demasiadas cuentas a la sociedad y mucho menos a la oposición –hablando en términos políticos- porque todo el secreto de la vida consiste en ser lo suficientemente hábil para burlar la ley y, por lo tanto, para mentir. En el momento que mentir no se considera “pecado”, porque la ley natural es una invención de los curas, la mentira desaparece de la conciencia que, a su vez, tiende también a desvanecerse.
Las leyes que nos ha impuesto desde su mayoría el partido socialista bajo la dirección de Rodríguez Zapatero, tienen una objetivo muy concreto: reemplazar la conciencia moral basada en las ley natural –digámoslo sin ambages, en los preceptos que hemos recibido directamente de Dios y que nos hace discernir el bien del mal- por una “conciencia civil” donde la única norma ética es la ley. Así, pues, de acuerdo con la ideología de género, que ha reemplazado los principios socialistas emanados de la doctrina marxista, hay que “deconstruir” todo el sistema moral basado en la doctrina cristiana en la cual se ha fundamentado la civilización occidental. Las nuevas leyes sociales se han basado así en un sistema de mentiras que tratan de imponerse como verdades: la vida puede suprimirse en determinadas circunstancias –aborto, eutanasia…-; se puede manipular la justicia para adecuarla a una situación política determinada como nos enseña el “caso Bildu”; se puede incluso burlar la Constitución y, por supuesto, se puede organizar el sistema educativo para que todo el mundo acepte como verdad fundamental la nueva ideología.
Por supuesto, todas estas leyes .que se han dado en llamar genéricamente “ingeniería social”- tienen un pilar común: prescinden de la ley natural y, por supuesto, de la civilización cristiana; en otras palabras, “matan” la conciencia individual y social. En consecuencia, Zapatero no “sufre” por las críticas de que ha sido objeto sino, al contrario, está muy orgulloso de haber cambiado la “moral” de los españoles… en nombre del progreso y la modernidad. Y de esta manera, pretende que la verdad sobre lo que es el ser humano desaparezca de nuestras conciencias. Más aún: la aspiración máxima de este relativismo es que desaparezca la propia conciencia. No hay sentido del bien y el mal y, por tanto, de culpa. ¿Quién se arrepiente, por ejemplo, de los “eres” fraudulentos de Andalucía o de las arcas vacías de los ayuntamientos dejados por los socialistas…?
En este contexto ¿por qué sufre el señor Camps, si al fin y al cabo, es un político? Acaso porque en algunas personas, como él, la conciencia no le ha desaparecido por completo. Y me atrevería a preguntar a este propósito si ese senador socialista por La Gomera, que se ha metido en ese berenjenal de insultos, alcohol, sexo y escándalo y cuyo nombre prefiero olvidar, siente algún arrepentimiento por lo que ha hecho. Supongo, por lo que ha explicado, que no le queda la menor sensación de culpa: ha actuado como lo que es, decir, una persona que considera el bien como lo que le apetece. Los malos fueron los otros, los que lo llevaron a la comisaría por su escandalera. Yo creo que el PSOE debiera levantarle un monumento “al perfecto socialista” aunque también hemos visto como la directora de la campaña de Rubalcaba, señora Valenciano, le ha afeado su conducta… Por cierto ¿se arrepiente Rubalcaba de que Bildu esté en las instituciones como consecuencia de la negociación con ETA en la que se incluye el “chivatazo” del Faisán? Pero ¿quién habla de conciencia a estas alturas
Veamos. Si una persona sufre moralmente es porque tiene conciencia de sí mismo, de lo que ha hecho y de lo que no ha hecho. Y pueden darse dos situaciones al menos: que se sienta inocente de las acusaciones de que es objeto o, al contrario, que se sienta culpable, lo cual implica un sentimiento de culpa. Conviene recordar, antes de seguir adelante, que la conciencia es ese juicio de la razón por la cual una persona reconoce si ha actuado bien o mal, lo cual implica un conocimiento previo para discernir el bien del mal, es decir, para hallarse a sí mismo culpable o inocente, no solo según las leyes civiles dictadas por un Gobierno en función de su mayoría sino de su propia conciencia.
En este contexto, se puede sufrir porque se tienen remordimientos… o porque no se tienen y se consideran injustas las acusaciones y críticas que se reciben. Y como ese conocimiento es de tipo moral, habría que afirmar que si el señor Camps sufre es porque tiene una conciencia muy clara de lo que significa para sí mismo, para su partido, para la Generalidad y para su familia, el embrollo en que lo han metido o se ha metido por unos trajes de más. Pero la cuestión a la que quiero llegar vaya mucho más allá del sufrimiento personal del presidente valenciano y de si son ciertas o interesadas las acusaciones de que está siendo objeto. Quiero hablar de la conciencia de los políticos.
Una de las consecuencias de la “modernidad”, del relativismo y de la galopante secularización de la sociedad, reside, precisamente, en la desaparición de ese sentimiento de culpa achacado a la educación religiosa, que nos hace tener muy en cuenta la denostada ley natural. Si el hombre, la persona, no tiene que rendir cuentas de sus actos a Dios porque Dios no existe, tampoco hay que dar demasiadas cuentas a la sociedad y mucho menos a la oposición –hablando en términos políticos- porque todo el secreto de la vida consiste en ser lo suficientemente hábil para burlar la ley y, por lo tanto, para mentir. En el momento que mentir no se considera “pecado”, porque la ley natural es una invención de los curas, la mentira desaparece de la conciencia que, a su vez, tiende también a desvanecerse.
Las leyes que nos ha impuesto desde su mayoría el partido socialista bajo la dirección de Rodríguez Zapatero, tienen una objetivo muy concreto: reemplazar la conciencia moral basada en las ley natural –digámoslo sin ambages, en los preceptos que hemos recibido directamente de Dios y que nos hace discernir el bien del mal- por una “conciencia civil” donde la única norma ética es la ley. Así, pues, de acuerdo con la ideología de género, que ha reemplazado los principios socialistas emanados de la doctrina marxista, hay que “deconstruir” todo el sistema moral basado en la doctrina cristiana en la cual se ha fundamentado la civilización occidental. Las nuevas leyes sociales se han basado así en un sistema de mentiras que tratan de imponerse como verdades: la vida puede suprimirse en determinadas circunstancias –aborto, eutanasia…-; se puede manipular la justicia para adecuarla a una situación política determinada como nos enseña el “caso Bildu”; se puede incluso burlar la Constitución y, por supuesto, se puede organizar el sistema educativo para que todo el mundo acepte como verdad fundamental la nueva ideología.
Por supuesto, todas estas leyes .que se han dado en llamar genéricamente “ingeniería social”- tienen un pilar común: prescinden de la ley natural y, por supuesto, de la civilización cristiana; en otras palabras, “matan” la conciencia individual y social. En consecuencia, Zapatero no “sufre” por las críticas de que ha sido objeto sino, al contrario, está muy orgulloso de haber cambiado la “moral” de los españoles… en nombre del progreso y la modernidad. Y de esta manera, pretende que la verdad sobre lo que es el ser humano desaparezca de nuestras conciencias. Más aún: la aspiración máxima de este relativismo es que desaparezca la propia conciencia. No hay sentido del bien y el mal y, por tanto, de culpa. ¿Quién se arrepiente, por ejemplo, de los “eres” fraudulentos de Andalucía o de las arcas vacías de los ayuntamientos dejados por los socialistas…?
En este contexto ¿por qué sufre el señor Camps, si al fin y al cabo, es un político? Acaso porque en algunas personas, como él, la conciencia no le ha desaparecido por completo. Y me atrevería a preguntar a este propósito si ese senador socialista por La Gomera, que se ha metido en ese berenjenal de insultos, alcohol, sexo y escándalo y cuyo nombre prefiero olvidar, siente algún arrepentimiento por lo que ha hecho. Supongo, por lo que ha explicado, que no le queda la menor sensación de culpa: ha actuado como lo que es, decir, una persona que considera el bien como lo que le apetece. Los malos fueron los otros, los que lo llevaron a la comisaría por su escandalera. Yo creo que el PSOE debiera levantarle un monumento “al perfecto socialista” aunque también hemos visto como la directora de la campaña de Rubalcaba, señora Valenciano, le ha afeado su conducta… Por cierto ¿se arrepiente Rubalcaba de que Bildu esté en las instituciones como consecuencia de la negociación con ETA en la que se incluye el “chivatazo” del Faisán? Pero ¿quién habla de conciencia a estas alturas
martes, 12 de julio de 2011
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