martes, 19 de octubre de 2010

Roma, 18 de octubre de 2010




Roma, 18 de octubre de 2010

Más de 3.000 peregrinos agradecen en Roma la vida de Santa Cándida María de Jesús
La CANONIZACIÓN de la FUNDADORA de las HIJAS de JESÚS se CONVIERTE en “la CANONIZACIÓN de la SOLIDARIDAD y la ESPERANZA”

Esta mañana la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma, se quedaba pequeña ante los más de 3.000 peregrinos que llegaron a la ciudad estos días para celebrar la canonización de la Fundadora de las Hijas de Jesús, la ya santa Cándida María de Jesús. La Superiora General, la Hermana María Inez Furtado de Mendonça, al final de la Misa de Acción de Gracias, agradeció la presencia de todos e invitó a vivir con esperanza porque apostar por la esperanza es apostar por el futuro y eso se hace posible en la solidaridad, “lealtad con la familia humana, con todos sin excepción”. De esta forma, dijo: “Agradezco en este momento los gestos de solidaridad promovidos en cada provincia que llegarán a nuestro nuevo internado de niñas en Bangladesh, a la escuela de secundaria en Mozambique, a la reconstrucción del centro infantil destruido por el tifón en Filipinas y a las víctimas de inundaciones en el Nordeste de Brasil”. La Madre Cándida es ejemplo de solidaridad para toda su familia, Hijas de Jesús y Laicos/laicas Madre Cándida.
Por su parte, el Arzobispo Luis Francisco Ladaria Ferrer, secretario de la Congregación Pontificia para la Doctrina de la Fe, presidió esta Eucaristía y en su homilía, hizo un breve recorrido por la vida de Santa Cándida destacando que como hija de la Iglesia se hizo eco de una necesidad muy fuerte en su tiempo, la educación de la mujer. Asimismo, Mons. Ladaria valoró el apoyo de la Compañía de Jesús en la fundación de la Congregación de las Hijas Jesús, en cuyas raíces ella bebió gracias a muchos jesuitas y en especial al Padre José San Miguel Herranz.
Esta Eucaristía concelebraron el Arzobispo de Valladolid, Mons. Ricardo Blázquez, el obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla; el obispo de Salamanca, Mons. Carlos López; el secretario de la Compañía de Jesús, el P. Ignacio Echarte sj; el también jesuita P. Urbano Valero sj, el rector Iglesia Española de Santiago y Montserrat en Roma, D. Mariano Sanz, y el párroco de la Iglesia de San Marcos de Salamanca, D. Fernando García, entre otros sacerdotes de todo el mundo. Participaron en la Eucaristía el embajador de España ante la Santa Sede, D. Francisco Vázquez, y el capellán de la embajada el periodista y sacerdote Antonio Pelayo.
Alegría y sencillez
Precisamente el pasado sábado a las 15h, en la Basílica de San Pablo Extramuros, los más de 3.000 peregrinos se congregaban en oración para prepararse ante la canonización. La Hermana María Inez Furtado de Mendonça acogía a todos los peregrinos, jóvenes y adultos, sacerdotes, laicos y religiosas, llegados de 20 países. Para la Hermana María Inez, el mensaje de la Madre Cándida es una llamada a la alegría compartida y a la comunicación que nace de la sencillez y de no hacerse uno mismo el centro de la propia vida.
Su referencia es la M. Cándida, que a su vez tiene los ojos puestos en Jesús, de quien aprende como hija: “Jesús era quien amaba, quien vivía y quien actuaba en favor de todos, Él, cuando habla, lo hace de modo que todos le puedan entender”. Más allá de los lenguajes, de nuestras diferencias y limitaciones, a Jesús le podemos entender porque habla el lenguaje de la caridad, que hace el bien sin mirar a quién, de la solidaridad que no puede dejar de hacer algo cuando a un hermano le falta vida. Como educadora indicó que con la solidaridad, el amor gratuito y la sencillez, confirmaremos nuestra matrícula en “la escuela del lenguaje evangelio”.
Delegación oficial
Ayer domingo, en la plaza de San Pedro, Benedicto XVI canonizaba a la Fundadora de las Hijas de Jesús en una celebración marcada por la alegría y el recogimiento. La delegación oficial estuvo presidida por el viceministro de Justicia, Juan Carlos Campo Moreno, que representó al Gobierno español acompañado de su séquito.
El grupo más numeroso llega de España, precisamente más de 2.000 peregrinos, país donde la fundadora nació (Andoain) y fundó la congregación (Salamanca).
Labor educativa
Esta Congregación se dedica a la educación en todos los campos y para todas las clases sociales: enseñanza escolar reglada, acompañamiento de los más desfavorecidos, acompañamiento de los jóvenes, procesos de reeducación, catequesis...
Muchos centros educativos dispersos por todo el planeta organizan peregrinaciones a Roma para participar en la canonización de la Madre Cándida junto a Stanislav Soltys, sacerdote de los canónigos Regulares Lateranenses; André Bessette, religioso de la Congregación de Santa Cruz; Mary of the Cross Mackillop, fundadora de la Congregación de las religiosas de San José del Sagrado Corazón; Giulia Salzano, fundadora de la Congregación de las hermanas catequistas del Sagrado Corazón; y Battista Camilla Varano, virgen clarisa.
El gobierno general de la Congregación apuesta por “una canonización de la solidaridad” destacando dos aspectos: la austeridad y la sencillez. En estos momentos en que la sociedad sufre una crisis económica, las Hijas de Jesús desean vivir este acontecimiento desde cualquier lugar, de manera festiva, pero solidarizándose con los más desfavorecidos.
Porque precisamente la Madre Cándida fue una mujer sencilla y valiente, que hizo de su vida una constante entrega a la voluntad de Dios. El 9 de Agosto de 1912 moría en Salamanca. La Iglesia la beatificó el 12 de Mayo de 1996 y durante el mes de julio de 2009 Benedicto XVI autorizó a promulgar el decreto del milagro. El pasado 19 de febrero de 2010, Benedicto XVI anunciaba su canonización, en Roma, el 17 de octubre de este mismo año.
El milagro de la canonización
El milagro que se aprobó para la canonización se refiere a la curación, hace nueve años, de una Hija de Jesús, María del Carmen del Val Rodríguez, de la Comunidad de “Nazareth” en Valladolid. Sufrió una enfermedad cerebral que le causó muchas lesiones en el cerebro y estuvo en coma severo unos 12 días. Su comunidad invocó a la M. Cándida con mucha fe. La H. Carmen se recuperó y ahora, a los 87 años, se encuentra muy bien.
La H. Carmen nació el 6 noviembre del 1922 en San Salvador de Hornija (Valladolid), España; religiosa profesa en la Congregación de las Hijas de Jesús, ha desarrollado la actividad de maestra durante muchos años; actualmente, está domiciliada en Valladolid en una casa de la Congregación, donde desarrolla tareas de portería y colabora en la lavandería. En octubre del 2000, en pleno bienestar, empezó a tener temblores en las manos, dificultad para mantenerse de pie y pérdida de fuerzas. A pesar de la aplicación de una terapia farmacológica indeterminada, prescrita por el médico de confianza, el cuadro clínico siguió empeorando. Un neurólogo fue consultado, que se limitó a solicitar una Resonancia Magnética antes de hacer cualquier diagnóstico; posteriormente fue empeorando y se hizo necesaria una hospitalización de urgencia, el 22 de octubre, en el hospital Clínico Universitario de Valladolid. En el mismo día las hermanas de la comunidad religiosa en que residía la H. Carmen iniciaron una novena para pedir su curación por la intercesión de la M. Cándida. El 24 de octubre la paciente tuvo una crisis epiléptica generalizada y el 25 cayó en coma profundo. Los médicos avisaron a la familia de la muerte inminente. Los exámenes realizados en el hospital de Valladolid llevaron al diagnóstico de leucoencefalopatía multifocal progresiva y los médicos de la H. Carmen renunciaron, desde el principio, a una terapia que fuera más allá de la que era sencillamente sintomática.
La gravedad clínica continuó hasta el 4 de noviembre cuando se manifestó una mejoría repentina: la H. Carmen abrió espontáneamente los ojos. Entre el 8 y el 9 de noviembre empezó a hablar. El 9 de noviembre la Superiora la oyó hablar por primera vez. Dijo “Gracias”. El resto fue una continua mejoría, excepto un período de fiebre entre el 16 y el 28-29 de noviembre, por infección de orina. La paciente fue dada el alta el 1 de diciembre con prescripción de corticoides en dosis bajas y de rehabilitación física. Realizó los exámenes neurológicos, que confirmaron la recuperación plena de la salud y la total ausencia de incapacidad neurológica y psíquica.
El proceso diocesano sobre el caso tuvo lugar en la Curia de Valladolid, del año 2002 hasta el 2004 que se abrió en Roma. El 25 de septiembre del 2008 la Junta Médica de la Congregación para las Causas de los Santos reconoció por unanimidad que la resolución tan rápida del coma y la curación completa y duradera no son científicamente explicables. En el año 2009 los teólogos consultores dieron su voto positivo y los Cardenales y Obispos miembros de la Congregación para las Causas de los Santos confirmaron unánimemente el carácter milagroso de la curación de la H. Carmen del Val y su atribución a la intercesión de la Madre Cándida. El 3 de julio del mismo año el Papa autorizó la promulgación del Decreto sobre el milagro.
Autoridades
Entre las autoridades eclesiásticas y civiles que participaron ayer:
1. Mons. Antonio Mª Rouco Varela, Cardenal-Arzobispo de Madrid
2. Mons. Antonio Cañizares, Cardenal – Cardenal, Presidente de la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos
3. Mons. Eduardo Martínez Somalo, Cardenal-Retirado
4. Mons. Luis Ladaria, Arzobispo-Secretario de la Congregación de la doctrina de la Fe
5. Mons. Braulio Rodríguez Plaza, Arzobispo de Toledo
6. Mons. Ricardo Blázquez Pérez, Arzobispo de Valladolid
7. Mons. Carlos López Hernández, Obispo de Salamanca
8. Mons. José Ignacio Munilla Aguirre, Obispo de San Sebastián
9. Mons. Jesús Catalá, Obispo de Málaga
10. Mons. Paul Ponen, Obispo de Bangladesh
11. Mons. Flavio Calle, Obispo de Colombia
12. Mons. Marcello Bartolucci, Subsecretario de la Congregación de las Causas Santos
13. Don Francisco Vázquez y Vázquez, Embajador de España ante la Santa Sede
14. Don Larry Wang, Embajador de Taiwán ante la Santa Sede
15. Doña Mercedes Arrastia, Embajadora de Filipinas ante la Santa sede
16. Don Carlos de la Riva, Embajador de Bolivia ante la Santa Sede
17. Don Estanislao Amuchastegui, Alcalde de Andoain
Actos realizados:
SÁBADO, 16 de octubre de 2010
15.00h - Oración de preparación – Basílica San Pablo Extramuros
17.30h - Concierto Madre Cándida para jóvenes – Jardín de la curia generalicia en Roma
Cena organizada por la embajada de España ante la Santa Sede, a la que acudirá la Madre General, dos consejeras, la provincial de España-Italia y la postuladora general

DOMINGO, 17 de octubre de 2010
10.00h - Canonización en la plaza de San Pedro en Roma
12.30h - Vino de honor organizada por las Hijas de Jesús en la curia de la Compañía de Jesús en Roma
17.00h - Recepción oficial del embajador de España ante la Santa Sede en la misma embajada
19.30h - Cena fraterna de las Hijas de Jesús

LUNES, 18 de octubre de 2010
10.00h - Eucaristía de acción de gracias en la Basílica de San Juan de Letrán presidida por Mons. Luis Ladaria sj

Para más información:
Pablo Labandeira, Luris Jalbut, Lee Uera, Teresa Pinto y Silvia Rozas, comisión de comunicación, 682346617 - (0039) 06-663 62 24 y 06-663 46 22

jueves, 14 de octubre de 2010

Nª Sª DOS REMEDIOS.

XAQUÍN CAMPO FREIRE..- (MARÍN, 19-09-2010).

SAÚDOS E GRAZAS A TODOS.

Todos viñestes moitas veces a esta romaxe, festa ou celebración relixiosa.
Todos vimos hoxe traendo unhas expectativas, uns desexos, peticións, ansias, etc.
Con máis ou menos fe vimos pedir, suplicar, dialogar, expresar, comunicar no noso interior as preocupacións da vida. Tamén as alegrías. As grazas. ...
 E iso xa é un valor. Poder expresarnos desde o profundo do ser xa nos fai entrar en saúde e sanación. Ese é un dos grandes valores sanantes da oración:
Verbalizar, expresármonos. Pórlle palabra ao que nos pasa por dentro. Iso xa axuda a comprendernos mellor e clarificar os nosos camiños na vida.
No ámbito relixioso esta devoción dos Remedios ven de antigo: O costume, a fe de acudir pedindo auxilio, axuda, remedio a Deus, a Xesús-Cristo ao Santo Espirito.  E dun xeito especial pondo polo medio á Nai. A María.  A ela chamámoslle con infinidade de nomes. Recordemos cantos hai nas Letanías do Rosario.
Tamén lle damos os nomes dos lugares: O Carmo, Saínza, Fátima, Lourdes, etc.
O nome é importante:  Un dos máis estendidos é a Nª Sª  DOS REMEDIOS.
E en cada parroquia poñémoslle con todo dereito Nª Sª de:
Os Remedios de Mondoñedo, de Teixeiro, de  Marín, ....
“REMÉDIO. ( Ven do latín: Remedium e este de medeor, mederi): Coidar, remediar, curar, aplicar un medicamento ou medicina, aliviar. Todo o que serve para debelar, vencer, facer desaparecer, dominar ou atenuar un mal físico ou moral; medicamento; droga.  (fig. Cura, recurso, auxilio, socorro, corrixir, ocorrer (ir ou vir ao encontro, acudir á memoria, remediar ás propias necesidades).”

Temos bastante tendencia ao pesimismo:
Isto non ten remedio. Xa non hai máis remedio. Quen me dera un remedio para...  Hai que pór remedio....
Na nosa Señora dos Remedios, a do bo Remedio, todo fai referencia á saúde, a unha curación ou á sanación.
Mesmo á liberación: Dunha tristeza, depresión, angustia ou medo ante un problema, ansia diante de algo que se nos aveciña ou nos ven encima.
Cando a vida nos supera,  ancorámonos en Deus e desde aí tentamos buscarlle o novo sentido á vida e ás actuacións. Queremos pór remedio.

Ela, María, é modelo e guía de orientación de sentido na nosa vida:  Necesitámola na:
Experiencia persoal, orientación de vida, cambios, crises,... Medos, rabias, tristezas,....
Trunfos, festas, alegrías. Na enfermidade.
Agora e na hora da nosa morte

No noso interior hai: 1.- Desacougos, fracasos, dúbidas, problemas, persecucións, vida laboral, paro, ...  2.- Crises familiares, matrimoniais, fillos, anciáns. Soidades. 3.- Na vida familiar e comunitaria . 4.- E nas catástrofes colectivas. Minas de Chile, atrapados, etc. guerras,  desaparicións de persoas, abusos,  etc. 5.- Mesmo mundialmente. Raíña da Paz,

María é Modelo: Para as persoas e para a Igrexa:
É modelo  de acollida, de auxilio, de axuda, de crer en Deus, de crer en si mesma:
Ti es bendita... , Porque mirou a pequeneza da súa escraviña, .... ,
El fai obras grandes por min. Como será isto, Eu non entendo?
Fe e fidelidade: Aquí está a escrava do Señor, fágase en min a túa vontade.
Modelo de fe: Ela pon a súa confianza en Deus e logo pon todo da súa parte. Aprende e descubre as propias valías e ponas en funcionamento. Fíome. Xa Deus axudará.
Modelo de pedagoxía, de educadora, de auxiliadora, de aliviadora, de animadora:
Non suplanta, non inutiliza. Axuda a desenvolver á persoa, faina medrar...
Modelo de esperanza:  Abrirse ao futuro con alento e con asertividade na vida.
Modelo de amor: María pensa no outro: Na soidade de Sabela.  En Caná: Non teñen viño! ...
Sabe dos problemas, vive no mundo e cos ollos e oídos moi abertos. Faise presente. E mobiliza os recursos. Só se ve ben cos ollos do corazón. Ela ponlle corazón á vida, a toda vida. Sábese servidora e responde con servicialidade. Iso é sandarse, serenarse. Iso é poñer REMEDIO.

Nós hoxe e aquí: De que necesitamos ser sandados, curados, atendidos, auxiliados?
Que parte de nós precisa ser autenticamente saneada?
Vimos preocupados por pedir e  ser sandados no corpo:
Da reuma, dos ollos, da falta de traballo, de ...
E está ben.... Forma parte da nosa vida.

E por dentro?  Dos pesimismos e faltas de fe?  Da falta de confianza en nós mesmos?  Da falta de fe e de amor, de insolidariedade, da soberbia, etc.  de convivir coas inxustizas, coas mentiras, etc?  Dos odios, das divisións familiares e veciñais. Das ingratitudes. Da deshumanización. de sermos malos cidadáns. De arruinar a natureza?   ...
Parece que só sabemos pedir.  E ser agradecidos aos demais, a Deus, comigo mesmo?
Non sabedes o que estades a pedir... : Ambicións: Un a dereita e o outro a túa esquerda,...
Tamén vimos para sandar e sanear as nosas peticións e pretensións, os nosos desesperos e desesperanzas, ...
Vimos para aprender a crer en nós, a descubrir e saber as nosas capacidades e polas en funcionamento. Se Deus confía nelas, eu por que non?
Pedimos solucións máxicas e Deus quere contar connosco. Non quere facer o mundo sen nós.
O milagre: A túa fe sálvate, ponte en pé, descubre as túas capacidades de confrontamento coa túa debilidade, mesmo coa enfermidade.
In-firmes de alma  e de  corpo. Vimos curarnos das nosas in-firmezas, das in-firmidades.
Estamos empeñados nunha única saída e xa non vemos outras.  Tamén estamos enfermos,  por sermos curtos de visión e de orientación. Somos  in-firmes.
Hai en min necesidades diarias que están clamando por ser liberadas: Diálogo, confianza para expresarnos e falar con fortaleza, superación de soidades, as conspiracións do silencio que nos condenan ao illamento tan doroso, a recuperación da paz e do perdón, o amor  e cariño mutuo.

O milagre das nais e dos pais a diario é iso: Pór remedio: Estades a facer posíbel a vida chea de vida, de amor e de paz. De acompañamento e de  compartir, de facer crer nun mesmo e decidirse a avanzar e medrar.
E todo iso é para dar grazas e emocionarnos. Merece ser celebrado, hoxe e aquí. Diante d’Ela.

Se chegado o momento, estou tan maliño e vexo que os meus días xa se acaban, porque son finito, hai moitas saídas máis necesarias do que pedir a curación da enfermidade.
É máis necesario pór a vida en paz, falar cos meus de moitas cousas das que nunca falei. Deixar aos que fican aquí detrás de nós un consello de vida, vencer os medos, as rabias. Deixarme aconsellar. Pedir perdón antes de irme para pechar a vida en paz e facendo as paces, declarando o inmenso amor que nos profesamos,  pedir desculpas polos erros, etc. Sandar toda unha vida.
Iso fará que logo o tempo do luto sexa máis cheo de esperanza e amor, de bendicións pola vida en común.  Fará posíbel a nova presenza.
María sacou forzas porque creu: No Deus que a salva, porque mirou a pequeneza da súa escrava.
Dicimos nós: Mesmo parece que foi Deus quen naquel momento me iluminou, me deu coraxe, forzas. Quen puxo aquela persoa no meu camiño? Etc.
María é grande pola súa referencia continua a Xesús o Salvador, o anunciador do Reinado de  Deus. Por deixarse encher continuamente do Espírito de Deus. Do alento de Deus. E logo polo seu actuar: Fágase en min como ti queres, Señor... Sen medos, con alento, pacificados...
Estaban os discípulos reunidos, pechados por medo aos xudeus e entrou Xesús: Pacificádevos! E alentou sobre deles. Ánimo ide anunciade o Reino e curade aos enfermos, aos in-firmes de alma  e de  corpo. E iso podémolo facer tamén nós.

Hoxe e aquí, pensa de verdade:  Por qué ves?  A qué ves?
Pon as túas ansias e preocupacións. Deixa que Deus obre o seu milagre en ti. Cales son as miñas, as túas enfermidades, as  in-firmezas que precisan remedios., curación?
Erguede os corazóns, levantade os ánimos. A rutina é un inimigo cativo.
Neste problema ou circunstancia, qué pide Deus de min? Que milagre espero? Como podo eu escoitar hoxe e aquí : Érguete e anda.  A túa fe salvoute?
De verdade que necesitamos o cariño e a tenrura, a comprensión e o alento da Nai, da Nª Sª dos Remedios. Iso é sanante e sanador. Iso é remedio
Imos seguir a Misa con fe e confianza. Faremos logo a procesión, camiñando xuntos e ao seu paso, símbolo da vida. Estamos fachendosos dela. Invitámola a pasear polos nosos eidos. Alta, sobre ombros, polas nosas terras. Botar todos, xuntamente con Ela, un vistazo en redondo a todo e a todos para que derrame alento e bendicións durante todo o ano.
Mira á estrela, chama a María, dicía S. Bernardo. Por mediación da Nª Sª dos Remedios:
Señor, que vexa. Señor unha soa palabra túa abonda para pórme en camiño de salvación.
    Santa María, Nai de Deus, Nª Sª dos Remedios de Mondoñedo, de Teixeiro, de Marín, ...,
 roga por nós.

Roga por nós, agora e na hora da nosa morte. Amén

O CLAMOR DOS QUE SOFREN

     A parábola da viúva e o xuíz sen escrúpulos é, como tantos outros, un relato aberto que pode suscitar nos oíntes diferentes resonancias. Segundo Lucas, é unha chamada a orar sen desanimarse, pero é tamén un convite a confiar que Deus fará xustiza aos que lle berran día e noite. Que resonancia pode ter hoxe en nós este relato dramático que nos recorda a tantas vítimas abandonadas inxustamente á súa sorte?
    Na tradición bíblica a viúva é símbolo por excelencia da persoa que vive soa e desamparada. Esta muller non ten marido nin fillos que a defendan. Non conta con apoios nin recomendacións. Só ten adversarios que abusan dela, e un xuíz sen relixión nin conciencia ao que non lle importa o sufrimento de ninguén.
    O que pide a muller non é un capricho. Só reclama xustiza. Esta é a súa protesta repetida con firmeza ante o xuíz: «Faime xustiza». A súa petición é a de todos os oprimidos inxustamente. Un berro que está na liña do que dicía Xesús aos seus: "Buscade o reino de Deus e a súa xustiza".    
    É certo que Deus ten a última palabra e fará xustiza aos que lle berran día e noite. Esta é a esperanza que acendeu en nós Cristo, resucitado polo Pai dunha morte inxusta. Pero, mentres chega esa hora, o clamor dos que viven berrando sen que escoite ninguén o seu berro, non cesa.     
    Para unha grande maioría da humanidade a vida é unha interminábel noite de espera. As relixións predican salvación. O cristianismo proclama a vitoria do Amor de Deus encarnado en Xesús crucificado. Mentres tanto, millóns de seres humanos só experimentan a dureza dos seus irmáns e o silencio de Deus. E, moitas veces, somos os mesmos crentes os que ocultamos o seu rostro de Pai velándoo co noso egoísmo relixioso.
    Por qué a nosa comunicación con Deus non nos fai escoitar por fin o clamor dos que sofren inxustamente e nos berran de mil formas: "Facédenos xustiza"? Se, ao orar, nos atopamos de verdade con Deus, cómo non somos capaces de escoitar con máis forza as esixencias de xustiza que chegan ata o seu corazón de Pai?
    A parábola interpélanos a todos os crentes. Seguiremos alimentando as nosas devocións privadas esquecendo aos que viven sufrindo? Continuaremos orando a Deus para poñelo ao servizo dos nosos intereses, sen que nos importen moito as inxustizas que hai no mundo? E se orar fose, precisamente, esquecernos de nós e buscar con Deus un mundo máis xusto para todos?


José Antonio Pagola.- Traduciu: Xaquín Campo Freire.
 Rede evanxelizadora BOAS NOTICIAS
Fai que se escoite o clamor dos que sofren. Pásao.    17 de outubro de 2010
29 Tempo ordinario (C)
Lucas 18,1-8    

domingo, 10 de octubre de 2010

A SEGUIDORA FIEL DE XESÚS

A SEGUIDORA FIEL DE XESÚS

     Os evanxelistas presentan á Virxe con trazos que poden reavivar a nosa devoción a María, a Nai de Xesús. A súa visión axúdanos a amala, meditala, imitala, rezala e confiar nela con espírito novo e máis evanxélico.
    María é a grande crente. A primeira seguidora de Xesús. A muller que sabe meditar no seu corazón os feitos e as palabras do seu Fillo. A profetisa que canta ao Deus, salvador dos pobres, anunciado por El. A nai fiel que permanece cabo do seu Fillo perseguido, condenado e executado na cruz. É a testemuña de Cristo resucitado, que acolle, canda aos seus discípulos, o Espírito que acompañará sempre á Igrexa de Xesús.
    Lucas, pola súa parte, invítanos a facer noso o canto de María, para deixarnos guiar polo seu espírito cara a Xesús, pois no  "Magníficat" brilla en todo o seu esplendor a fe de María e a súa identificación maternal co seu Fillo, Xesús.
María comeza proclamando a grandeza de Deus: «O meu espírito alégrase en Deus, o meu salvador, porque mirou a humillación da súa escrava». María é feliz porque Deus puxo a súa mirada na súa pequeneza. Así é Deus cos sinxelos. María cántao co mesmo gozo co que bendice Xesús ao Pai, porque se oculta aos «sabios e entendidos» e revélase aos «sinxelos». A fe de María no Deus dos pequenos fainos sintonizar con Xesús.
    María proclama ao Deus «Poderoso» porque «a súa misericordia chega aos seus fieis de xeración en xeración». Deus pon o seu poder ao servizo da compaixón. A súa misericordia acompaña a todas as xeracións. O mesmo predica Xesús: Deus é misericordioso con todos. Por iso di aos seus discípulos de todos os tempos: «Sede misericordiosos como o voso Pai é misericordioso». Dende o seu corazón de nai, María capta coma ninguén a tenrura de Deus Pai e Nai, e introdúcenos no núcleo da mensaxe de Xesús: Deus é amor compasivo.
    María proclama tamén ao Deus dos pobres porque «derruba do trono aos poderosos» e déixaos sen o poder de seguir oprimindo; pola contra, «enaltece aos humildes» para que recobren a súa dignidade. Aos ricos reclámalles o roubado aos pobres e despídeos baleiros»; pola contra, aos famentos éncheos de bens» para que gocen dunha vida máis humana. O mesmo grixaba Xesús: «Os últimos serán os primeiros». María lévanos a acoller a Noticia de Xesús: Deus é dos pobres.
    María ensínanos coma ninguén a seguir a Xesús, anunciando o Deus da compaixón, traballando por un mundo máis fraterno e confiando no Pai dos pequenos.

José Antonio Pagola.- Traduciu: Xaquín Campo Freire

jueves, 7 de octubre de 2010

Con Fe y Esperanza


POESÍA A NOSA SEÑORA
DOS REMEDIOS DE TEIXEIRO

3.- Con Fe y Esperanza

Con el paso de los años,
la vida te va marcando,
se van formando los surcos,
la huella se va quedando.

La salud va haciendo mella,
los sueños le van siguiendo,
no perdonamos la ilusión,
mientras el Sol va naciendo.

Engrasa la voluntad,
despierta tus alegrías,
y ponle los condimentos,
disfrutando cada día.

No te dejes envolver,
con pensamientos vanales,
y cuando estés deprimida,
piensa lo mucho que vales.

Si fomentas la autoestima,
Tu te vas a sorprender,
porque aquel que se quiere,
es generoso también.

Lo que más mueve a los hombres,
es el amor al dinero,
al final de nada vale,
todo se queda pequeñó.

Recibe el trozo de Cielo,
que cada día te manda,
comparte con los demás,
vive con fe y esperanza.


Autor: Teófila Fernández
Berna a 28-09-2006

La última batalla final


POESÍA A NOSA SEÑORA
DOS REMEDIOS DE TEIXEIRO


2.- La última batalla final
A compás del viento,
al grito del ruído,
la campana suena
y suena, una y otra vez más,
vuelve a sonar...
anunciando la batalla final,
convocando a nuevo funeral.

Aquí me encuentro
contemplando
la muerte en mi existencia,
meditando,
si ésta o aquella será
la última batalla final,
si jamás volviera a pelear,
si jamás volviera a triunfar.

Y en son de tristeza,
entre alegría y melancolía,
imagino el repique y repique
del dan, dan, que dará
una y mil veces más,
la campana de mi ciudad.

¿Cómo será aquel día final?
¿quién entonará el requien,
que tantas veces me ha alegrado el alma,
que de esperanza me ha inundado el corazón?

¿Quién dará la homilía
que animará a familia y amigos
a rezar por mi descanso final,
y en la compañía de la Trinidad,
junto a tantos Santos,
que aquí en la Tierra
he querido imitar?

¿Cómo será el día de mi funeral?
¿cómo quisiera ahí estar?,
¡que envidia me dará
no poder presenciar!
La misa, la homilía
que por mi alma se celebrará,
¿cómo será la procesión al panteón?
Ahí quisiera, yo estar,
más en el Cielo, espero celebrar
la última batalla final.

PD: ¡No olvides nunca!. Lo maravilloso de lo extraordinario, oculto en lo ordinario de cada día, hecho humanamente bien, con y por Amor a Dios y a los demás, es la santidad de vida; piensa también, que Dios hace una etenidad que sueña contigo.

Autor: Anónimo
Fecha: 27-IV-2004


Nosa Señora, non nos falles


POESÍA A NOSA SEÑORA
DOS REMEDIOS DE TEIXEIRO

1.- Nosa Señora, non nos falles

Virxenciña dos Remedios,
pon remedio a os nosos males,
escoita as nosas plegarias,
Nosa Señora, non nos falles.

Aquí estamos en setembro,
coma sempre, o día oito
honrando a Nosa Patrona
que hoxe luce un manto novo.

Baixámoste do Altar Maior,
levásmoste a ombros na procesión,
pasamos por debaixo da túa imaxe
que nos deas a túa bendición.

Bombillas de cores na vila,
estouros de bombas no ceo,
nas casas, xantares de festa,
vestidos de estrea na misa
e pola noite, a verbena.

Santiña bendita
¡A mellor das nosas veciñas!
Nesta igrexa te recordo
desde que eu teño acordo.

E por esta igrexa pasaron
moitos cregos que te louvaron.
Don Restituto de Don Luis,
aos que no coñecín pero de quen,
meus pais me teñen falado.

Don Manuel Barbazán,
o cura que me bautizou
e o seu sobriñó “o cura pequeno”
como lle llamábamos os nenos.

Logo viñeron Don Manuel Trasar
que a parroquia modernizou
e Don Sergio, que a morte axiña
do seu labor o apartou.

E agora temos outo Don Manuel,
un home dos “bos e xenerosos”
aos que cantaba Pondal, o seu ilustre veciño,
un sacerdote que “a nosa voz entende”
como decía o poeta de Bergantiños.

Virxenciña dos Remedios,
pon remedio a os nosos males,
escoita as nosas plegarias,
Nosa Señora, non nos falles.

Sempre estiveches con nós,
Santiña do noso pobo,
compartindo os acontecementos más felices
e consolándonos nos momentos máis tristes.

Nunca nos abandonaches
nin cando a nosa fe desfalece
nin cando deixamos de crer en Tí.
Santiña do noso pobo,
sempre estiveches aí.

Nacín nunha casiña de pedra
a menos de cen metros
de onde Ti moras.
E a menos de cen metros de Ti
pido que me enterren
o día que eu morra.
Miña benquerida Santa,
quero ficar eternamente
á beira da túa casa.

Virxenciña dos Remedios,
pon remedio a os nosos males,
escoita as nosas plegarias,
Nosa Señora, non nos falles.

Autor: Carmiña (seudónimo)
Fecha: 8 de setembro de 2010

PALABRAS DE VIDA


   
PALABRAS DE VIDA
La Salle   
28 Tiempo ordinario (C)
10 de Octubre 2010
Lucas 17,11-19     

Lectura del santo Evangelio  
Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: - «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.» Al verlos, les dijo: - «ld a presentaros a los sacerdotes.» Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Éste era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: - «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?» Y le dijo: - «Levántate, vete; tu fe te ha salvado.»

CURACIÓN (J.A. Pagola)
    El episodio es conocido. Jesús cura a diez leprosos enviándolos a los sacerdotes para que les autoricen a volver sanos a sus familias. El relato podía haber terminado aquí. Al evangelista, sin embargo, le interesa destacar la reacción de uno de ellos.
Una vez curados, los leprosos desaparecen de escena. Nada sabemos de ellos. Parece como si nada se hubiera producido en sus vidas. Sin embargo, uno de ellos «ve que está curado» y comprende que algo grande se le ha regalado: Dios está en el origen de aquella curación. Entusiasmado, vuelve «alabando a Dios a grandes gritos» y «dando gracias a Jesús».
Por lo general, los comentaristas interpretan su reacción en clave de agradecimiento: los nueve son unos desagradecidos; sólo el que ha vuelto sabe agradecer. Ciertamente es lo que parece sugerir el relato. Sin embargo, Jesús no habla de agradecimiento. Dice que el samaritano ha vuelto «para dar gloria a Dios». Y dar gloria a Dios es mucho más que decir gracias.
Dentro de la pequeña historia de cada persona, probada por enfermedades, dolencias y aflicciones, la curación es una experiencia privilegiada para dar gloria a Dios como Salvador de nuestro ser. Así dice una célebre fórmula de san Ireneo de Lion: "Lo que a Dios le da gloria es un hombre lleno de vida". Ese cuerpo curado del leproso es un cuerpo que canta la gloria de Dios.
Creemos saberlo todo sobre el funcionamiento de nuestro organismo, pero la curación de una grave enfermedad no deja de sorprendernos. Siempre es un "misterio" experimentar en nosotros cómo se recupera la vida, cómo se reafirman nuestras fuerzas y cómo crece nuestra confianza y nuestra libertad.
Pocas experiencias podremos vivir tan radicales y básicas como la sanación, para experimentar la victoria frente al mal y el triunfo de la vida sobre la amenaza de la muerte. Por eso, al curarnos, se nos ofrece la posibilidad de acoger de forma renovada a Dios que viene a nosotros como fundamento de nuestro ser y fuente de vida nueva.
La medicina moderna permite hoy a muchas personas vivir el proceso de curación con más frecuencia que en tiempos pasados. Hemos de agradecer a quienes nos curan, pero la sanación puede ser, además, ocasión y estímulo para iniciar una nueva relación con Dios. Podemos pasar de la indiferencia a la fe, del rechazo a la acogida, de la duda a la confianza, del temor al amor.
Esta acogida sana de Dios nos puede curar de miedos, vacíos y heridas que nos hacen daño. Nos puede enraizar en la vida de manera más saludable y liberada. Nos puede sanar integralmente.

DISCERNIMIENTO, DIÁLOGO Y ORACION    “koinonía”
Para la revisión de vida

¿Hay personas en el círculo en que me muevo -o más allá- a las que he marcado para mí con una señal de segregación o marginación?
¿Qué motivos tengo para dar gracias a Dios?

Para la reunión de grupo

¿Quiénes son las personas más pobres y marginadas (los actuales "leprosos") del entorno en que vivimos? Describir las actitudes concretas con las que se les margina.
¿Cuál es nuestra proyección concreta hacia esos desvalidos?

Para la oración de los fieles

Para que descubramos los motivos que tenemos para vivir en "continua acción de gracias", roguemos al Señor
Por los modernos "leprosos", los que la sociedad evita para que nuestra fe rompa con esa imposición social y demos testimonio de una fraternidad que salta fronteras y separaciones.
Para que, como Jesús, estemos atentos a recibir la sorpresa de la gratitud del extranjero, del pagano, del no creyente... y para que nosotros mismos seamos siempre agradecidos.
Para que los cristianos defiendan el derecho de los pobres a buscar mejores condiciones de vida fuera de sus fronteras, cuando a las riquezas y a los capitales de sus países nunca se les opuso resistencia para traerlos a los nuestros.
Para que prolonguemos nuestra "eucaristía" (nuestra "acción de gracias") durante toda la semana que comenzamos.
 
Oración comunitaria

Dios Padre Nuestro, que en Jesús nos has mostrado tu voluntad de que se rompan las barreras y fronteras que nos separan, de que los "leprosos" de todos los tiempos sean curados y se integren a la  familia, la comunidad…; danos una actitud abierta y acogedora como la suya, que destruya los efectos de la marginación y nos ayude a construir una ciudad humana para todos, de hijos de Dios, hermanos y hermanas sin distinción. Por Jesucristo Nuestro Señor