miércoles, 24 de noviembre de 2010

Las catacumbas

Las catacumbas
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  Interior de las catacumbas
“Las catacumbas, a la vez que presentan el rostro elocuente de la vida cristiana de los primeros siglos, constituyen una perenne escuela de fe, esperanza y caridad. Al recorrer las galerías, se respira una atmósfera sugestiva y conmovedora. La mirada se detiene en la innumerable serie de sepulturas y en la sencillez que las caracteriza. Sobre las tumbas se lee el nombre de bautismo de los difuntos. Cuando se leen esos nombres, se tiene la impresión de oír otras tantas voces que responden a una llamada escatológica, y vienen a la memoria las palabras de Lactancia: “Entre nosotros no hay siervos ni señores; el único motivo por el que nos llamamos hermanos es que nos consideramos todos iguales”.JUAN PABLO II, “Las catacumbas cristianas constituyen una perenne escuela de fe, esperanza y caridad”)
 
 
   
   
"Las catacumbas hablan de la solidaridad que unía a los hermanos en la fe: las ofrendas de cada uno permitían la sepultura de todos los difuntos, incluso de los más indigentes, que no podían afrontar el gasto de la compra o la preparación de la tumba. Esta caridad colectiva representó una de las características fundamentales de las comunidades cristianas de los primeros siglos y una defensa contra la tentación de volver a las antiguas formas religiosas”.(JUAN PABLO II, “Las catacumbas cristianas constituyen una perenne escuela de fe, esperanza y caridad”)

DOSCIENTO MILLONES DE CRISTIANOS PERSEGUIDOS EN EL MUNDO


DOSCIENTO MILLONES DE CRISTIANOS PERSEGUIDOS EN EL MUNDO

Presentado el Informe sobre Libertad Religiosa 2010
de "Ayuda a la Iglesia Necesitada"

 
  “En nuestro tiempo, el precio que hay que pagar por la fidelidad al Evangelio ya no es ser ahorcado, descoyuntado y descuartizado, sino que frecuentemente implica ser excluido, ridiculizado y objeto de burla”.
 
(Benedicto XVI)
 
 
MADRID, martes 23 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).-
El Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2010, que presenta cada dos años la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), revela que el número de cristianos perseguidos en el globo es de doscientos millones, y el de discriminados por su religión, ciento cincuenta millones.
El informe de AIN indica que en Europa, los católicos no son perseguidos aunque son objeto de mofa y burla. La versión española de la organización católica internacional fue presentada este martes en Madrid.
 
EN EUROPA SE RIDICULIZA A LA IGLESIA
   
   
Desde el anterior informe, la situación no ha mejorado, según esta organización que presta ayuda a cristianos de todo el mundo, en proyectos de apoyo a Iglesias locales, tales como becas para sacerdotes, apoyo a la construcción de iglesias, traducción de libros, etc.
Indica AIN que la tendencia creciente a la persecución y discriminación por la religión que se profesa se debe tanto a la radicalización del mundo islámico, como a la ‘cristianofobia’, y a la facilidad con que se ridiculica a Iglesia en algunos países desarrollados.
En la presentación del informe, Javier Menéndez Ros, director de AIN en España, y el misionero salesiano en Pakistán Miguel Ángel Ruiz, citaron lo que dijo Benedicto XVI en la víspera de la beatificación de John Newman: “En nuestro tiempo, el precio que hay que pagar por la fidelidad al Evangelio ya no es ser ahorcado, descoyuntado y descuartizado, sino que frecuentemente implica ser excluido, ridiculizado y objeto de burla”.

 
 
LOS PEORES: ARABIA, BANGLADESH, EGIPTO, INDIA Y CHINA

   
   
La fe cristiana es la más extendida y también la más perseguida. Según explicó Javier Menéndez, el número total es similar al del informe de hace dos años, aunque los investigadores y expertos que participaron en el de este año aseguran que la situación para los cristianos ha empeorado.
El informe analiza 194 países, con problemas en unos noventa, entre ellos varios de los más poblados del mundo: China, India, Indonesia, Rusia y Pakistán. El empeoramiento de la situación, según subrayó Menéndez, se debe especialmente a una mayor radicalización en el ámbito musulmán, con mayor fanatismo, intoleracia y vejaciones a practicantes de otras religiones.
Los países donde mayores violaciones a la libertad religiosa se producen son Arabia Saudita, Bangladesh, Egipto, India, China, Uzbekistán, Eritrea, Nigeria, Vietnam, Yemen y Corea del Norte.
Menéndez subrayó que “donde no existe la libertad religiosa no existe la libertad democrática”, y recalcó “la obligación de cualquier ser humano de respetar el derecho al culto, a evangelizar y a vivir de acuerdo con su fe”. En Egipto, vige una ley de libertad religiosa pero los cristianos sufren todo discriminaciones y ataques, permitidos, según AIN, por el gobierno de Hosni Mubarak.
 
EL CASO DE PAKISTÁN
   
   
El misionero salesiano Miguel Ángel Ruiz describió la situación en Pakistán. Manifestó que el terrorismo islámico no afecta sólo a los cristianos, sino a “todos los que no piensan como los fundamentalistas”. “Si el terrorismo se centrase sólo en los cristianos, lo pasaríamos mucho peor que ahora”, afirmó. Por su experiencia en el trato con musulmanes, el misionero subrayó que “hay que poner límites muy claros siempre que se trabaja con el islam”.
También llamó la atención sobre la desobediencia civil pacífica. Cuando el Estado paquistaní trató de aprobar leyes injustas o discriminatorias, como la que pretendía incluir en el carné de identidad la religión, los cristianos salieron a la calle para bloquearla, y lo consiguieron. “Somos pocos, pero sabemos hacer ruido”, afirmó.
El padre Ruiz indicó que si la persecución no es mayor se debe a que los medios de comunicación prestan mucha atención a los ataques a los cristianos.
En su opinión, tanto Estados Unidos como Europa han fallado mucho: “Si Europa y particularmente España no despiertan, mal vamos”, dijo. Y recomendó que los europeos den el siguiente mensaje a los inmigrantes de otras religiones y culturas: Ustedes son bienvenidos aquí, pero respeténnos”.
El misionero --que dirige un centro de formación profesional para jóvenes en Lahore--, reconoció que ha descubierto “una fe profunda” entre los cristianos paquistaníes, ya que “al final del día, uno se pregunta por qué esta gente no se hace musulmana para evitar una vida de presión y discriminación”.
Pilar Gutiérrez, presidenta de AIN en España, insistió en que los misioneros con que  tiene contacto esta organización les piden --aparte de dinero y apoyo--, oraciones por sus feligreses y por ellos mismos.
El Informe sobre Libertad Religiosa en el Mundo 2010 de AIN está disponible en Red: http://www.libertadreligiosaenelmundo.com/.

LES FABES Y EL AMOR

LES FABES Y EL AMOR 
Un día llegó el amor, encontré a un maravilloso caballero y nos enamoramos.
 
Cuando se hizo evidente que nos casaríamos hice el sacrificio supremo, como buena asturiana, y dejé de comer fabes. 
 
Algunos meses más tarde,el día de mi cumpleaños, mi coche se estropeó de camino del trabajo a casa.
 
Como vivía a las afueras llamé a mi marido y le dije que llegaría tarde porque tenía que ir andando a casa.
 
De camino, pasé por un pequeño restaurante y el olor de la fabada fue mas fuerte que yo.
 
Con varios kilómetros por delante para caminar, calculé que se me iría cualquier efecto negativo de les fabes antes de llegar a casa, por lo que entré y antes de que me diera cuenta, ya había tragado tres buenos platos de fabada.
 
De camino a casa me aseguré de liberarme de TODO el gas. 
 
Cuando llegué, mi marido pareció excitado de verme y gritó con gran alegría: ¡" Querida, te tengo una sorpresa para la cena esta noche! "
 
 
Él entonces me vendó los ojos y me condujo a mi silla en la mesa.
 
Tomé asiento y cuando estaba a punto de quitarme la venda de los ojos, el teléfono sonó.
 
Me hizo prometer no tocar la venda hasta que él volviera y se fué a contestar la llamada. 
 
La fabada que había consumido todavía me afectaba y la presión se hacía más y más insoportable, tanto que mientras mi marido estaba fuera, aproveché la oportunidad, me apoyé en una pierna y dejé caer uno.
 
 No era ruidoso, pero olía como un camión de fertilizante delante de una fábrica de pulpa de papel.
 
Tomé la servilleta de mi regazo y abaniqué el aire alrededor de mí enérgicamente. 
 
Entonces, cambiando a la otra pierna, dejé escapar otros tres. ¡¡La peste era peor que la col cocinada!!! 
 
Manteniendo mis oídos atentos a la conversación de mi marido en la otra habitación, continué tirando unos cuantos durante otros pocos minutos. 
 
El placer era indescriptible.
 
 Cuando mas tarde la despedida telefónica señaló el final de mi libertad, rápidamente abaniqué el aire unas cuantas veces más con mi servilleta, la colocó sobre mi regazo y doblé mis manos atrás sintiendome muy aliviada y complacida conmigo misma. 
 
Mi cara debe haber sido la imagen de la inocencia cuando mi marido volvió, pidiendo perdón por tomar tanto tiempo.
 
 
Él me preguntó si yo había echado una ojeada por debajo del vendaje de los ojos, y le aseguré que no. 
 
 En este punto, él me quitó la venda de los ojos, y doce invitados a la cena sentados alrededor de la mesa, entre ellos mis suegros, cantaron a coro: ¡ Cumpleaños Feliz! 
 
¡¡ Y ...me desmayé!!!!!!!!!!!!!!.

martes, 23 de noviembre de 2010

Acollemento Familiar

Os escribo con el objeto que haceros partícipes de una campaña para sensibilizar e informar sobre el proyecto de acogida de menores en dificultad. Como ya sabéis, en Cruz Roja tenemos la necesidad permanente de encontrar personas y familias que quieran hacerse cargo temporalmente de bebés, niños o adolescentes que atraviesan por problemas en su entorno familiar. Esta medida supone una alternativa a su internamiento en un centro de menores y les permite seguir formando parte de una familia.
Os pido colaboración para difundir el acogimiento familiar de niños y niñas, y contribuir a encontrar familias dispuestas a abrir las puertas de su hogar a un menor en dificultad


Laura Castiñeiras García
Acollemento Familiar

Cruz Roja Española
en Santiago de Compostela 
Avda. de Lugo, s/n
15703 Santiago de Compostela

Tfno: 981 586 969  ext 15
Móvil: 672 031 579
Fax:  981 591 819

domingo, 21 de noviembre de 2010

LA VOCACIÓN EN LOS PRIMEROS CRISTIANOS

NICODEMO ACUDE A HABLAR CON JESÚS
LA VOCACIÓN EN LOS PRIMEROS CRISTIANOS
 
La 
Piedad con Nicodemo (Miguel Ángel)
 
 
 
Entre los más conmovidos por los sucesos de aquellos días estaba un fariseo, magistrado del Sanedrín, -llamado Nicodemo-, que acudió a ver a Jesús de noche por temor a sus compañeros que se habían opuesto a ÉL.

 
 
"Había entre los fariseos un hombre, llamado Nicodemo, judío influyente. Este vino a él de noche y le dijo: Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios como Maestro, pues nadie hace los prodigios que tú haces si Dios no está con él"(Jn).
El clima de la conversación es afable y respetuoso, pero al mismo tiempo exigente. Sus compañeros fariseos se han declarado pronto contrarios a Jesús, a pesar de hechos patentes como los milagros y la autoridad con que Él hablaba. Se imponía la necesidad de una conversación sincera, sin discusiones apasionadas, con buena voluntad, y llegando al fondo, para aclarar la cuestión.
El dilema era clave, y no admitía dilación ¿era Jesús realmente el Mesías, o no? Admite que es Maestro, pues lo ha oído; también acepta que ha venido de parte de Dios, pues ha visto los milagros; pero, ¿es posible llegar más lejos? Ahí radica su duda y su búsqueda cautelosa.
La introducción está llena de respeto y delicadeza, pero Jesús supera de inmediato las amabilidades corteses, y va a lo hondo; necesita golpear con fortaleza para ver si sus palabras son sinceras, o son suaves por fuera, y falsas por dentro. Jesús contestará a Nicodemo en dos niveles: primero hablando de una vida nueva, luego, cuando ve que no entiende, eleva su mirada haciéndole comprender que su ciencia era muy poca y que necesita humildad para entender las verdades divinas.
 
NACER DE NUEVO

  Nicodemo acude 
de noche a hablar con Jesús  
 
Nicodemo acude de noche a hablar con Jesús
Así fue la respuesta del Señor: "En verdad, en verdad te digo que si uno no nace de nuevo, no puede ver el Reino de Dios".
Jesús centra su respuesta en la salvación que ha venido a traer. La nueva vida es una victoria sobre el pecado y un participar en la misma vida de Dios.
Ante un sabio se puede expresar con profundidad. No se trata sólo de cumplir la ley, sino de vivir una nueva vida, que viene de lo alto y que -a la vez permite cumplir la ley- elevando a la vida divina.
Es lo que luego los cristianos llamaremos la filiación divina, que nos consigue la gracia santificante y realiza una auténtica participación en la vida divina de una manera soberana.
Nicodemo no entiende la respuesta del Señor, pues responde: "¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?". Es patente la dificultad de Nicodemo para entender las palabras espirituales de Jesús; su interpretación es humana. Quizá, pensaba en las objeciones a la reencarnación defendida por los hindúes en el lejano Oriente y por los órficos, los pitagóricos y casi todos los grandes filósofos griegos en Occidente.
La intervención parece la típica de un intelectual acostumbrado a la discusión y defensor de la unidad del ser humano. Lo seguro es que no entiende que se pueda dar un nuevo nacimiento eterno y espiritual. Jesús se lo aclara a través de ejemplos.
"En verdad, en verdad te digo que si uno no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, carne es; y lo nacido del Espíritu, espíritu es. No te sorprendas de que te he dicho que es preciso nacer de nuevo. El viento sopla donde quiere y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va, así es todo nacido del Espíritu"(Jn).
Cristo habla a Nicodemo de algo que él conocía bien: el bautismo de Juan realizado con agua. Este bautismo era un símbolo a través del cual movía a penitencia a los que se acercaban a él; les movía a arrepentirse de sus pecados.
Pero el Maestro añade algo nuevo: la acción de Espíritu. Dios concederá con el nuevo bautismo el perdón pedido, y lo hace al modo divino, ya que no sólo perdona el pecado, sino que, además, eleva al hombre a la vida divina. La respuesta va precisando lo que quiere decir Jesús con la imagen del nuevo nacimiento.
 
¿CÓMO PUEDE SER ESTO? 
  Lawrence 
Olivier en el papel de Nicodemo  
 
Lawrence Olivier en el papel de Nicodemo ("Jesús de Nazaret", de Zeffirelli)
 Pero Nicodemo continúa sin entender "¿Cómo puede ser esto?". Entonces Jesús emplea unas palabras aparentemente duras. Le dice "¿Tú eres maestro de Israel y lo ignoras?".
Es como decirle: ya ves que no basta toda tu ciencia de maestro de Israel, ni siquiera tu buena voluntad; es necesario superar una barrera nueva. Jesús está llamando ignorante a uno de los sabios del momento.
Estas palabras podían ser recibidas mal por Nicodemo; y hubiera podido contestar con arrogancia que él era sabio oficial, mientras que Jesús era un artesano sin estudios que no ha frecuentado ninguna de las grandes escuelas de Israel: sería la reacción del orgullo.
Pero Nicodemo no incurre en ella, porque busca sinceramente la verdad; le pesa demasiado el fardo de las interpretaciones sin vida, muy eruditas quizás, pero muertas, o poco espirituales; sabe que ese modo de pensar le frena para poder entender. Jesús le aclarará que ahí está la raíz del rechazo de sus amigos fariseos y del conjunto del Sanedrín. Necesitan convertirse con humildad y rechazar el pecado:
"En verdad, en verdad te digo que hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os he hablado de cosas terrenas y no creéis, ¿cómo ibais a creer si os hablara de cosas celestiales? Pues nadie ha subido al Cielo, sino el que bajó del Cielo, el Hijo del Hombre. Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es preciso que sea levantado el Hijo del Hombre, para que todo el que crea tenga vida eterna en él" (Jn).
Así, veladamente Cristo le señala el sacrificio que se realizará en la cruz, pero Nicodemo ahora no puede entender estas cosas. Las dificultades con las que se va a enfrentar Jesús son más fuertes que las cuestiones de dinero o de poder; se trata de cuestiones de fe, que tocan las más hondas caras del pecado. De momento, Nicodemo escucha.
 
 
LOS HOMBRES AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ  
  Enterramiento 
de Jesús  
 
Enterramiento de Jesús
Jesús le aclara en qué consiste la conversión y la salvación que ha venido a traer:
"Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Pues Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no es juzgado; pero quien no cree ya está juzgado, porque no cree en el nombre del Hijo Unigénito de Dios.
Este es el juicio: que vino la luz al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, ya que sus obras eran malas. Pues todo el que obra mal odia la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprobadas.
Pero el que obra según la verdad viene a la luz, para que sus obras se pongan de manifiesto, porque han sido hechas según Dios" (Jn).
Ante Nicodemo, Jesús se manifiesta como Maestro que habla con autoridad. Dialoga, pero desde el que sabe que posee toda la verdad y la manifiesta poniéndose al nivel de su interlocutor. Jesús es doctor de una nueva verdad que puede ser aceptada por los hombres de buena voluntad se encuentre en el nivel que se encuentren.
Jesús, con Nicodemo, puede hablar con profundidad y decir que lo que viene a traer es más que una reforma moral, se trata de un descendimiento de la vida de Dios a los hombres. Dios ama tanto a los hombres que quiere liberarlos del pecado e incorporarlos a una unión viva con Él.
Jesús ha desvelado un poco el modo de realizar esa gran obra, al hablar de la serpiente elevada en el desierto, la cruz se apunta pero aún no se palpa ese exceso de amor de Dios por los hombres. Sin embargo, Nicodemo puede captar, mejor que la mayoría de los suyos, la grandeza de lo que está sucediendo ante sus ojos. Creer en ello es un obsequio de su libertad.
   
ENRIQUE CASES,
“Tres años con Jesús”,
Ediciones internacionales universitarias.

SAN MARTÍN DE TOURS

¿SABES QUIÉN ERA SAN
MARTÍN DE TOURS?
 
UNO DE LOS SANTOS MÁS POPULARES DE EUROPA
Elegido obispo de Tours en el año 371,
difundió el cristianismo en toda la Galia occidental.
 
  San Martín de Tours    
 
El obispado de Martín iba a constituir todo un programa de renovación pastoral, reuniendo los tres tipos de santidad entonces conocidos: el de los ascetas, que encarnó en su austeridad y penitencia; el de los pontífices, como obispo de Tours, y el de los misioneros, por la actividad que como tal desarrolló.
 
 
 
 
Se celebra su fiesta el 11 noviembre.
 
paz
BENEDICTO XVI SOBRE SAN MARTÍN DE TOURS
 
VIDA
Obispo de Tours. Célebre santo del siglo IV, cuyo culto se extendió extraordinariamente por toda Europa. Nació en Szombathely (Panonia, actual Hungría) el año 316, si se acepta la cronología recientemente defendida por Griffe, que es la que seguiremos.
Parece ser que se encontraba allí su padre, de guarnición, pues era tribuno militar. La educación la recibió, sin embargo, en Pavía. A los 15 años (331) entró en la carrera militar, sirviendo en la guardia imperial de a caballo.
Durante este tiempo, siendo aún catecúmeno, ocurrió en Amiens el conocido episodio de la limosna de la mitad de su capa entregada a un pobre; aquel pobre se le apareció en sueños, en figura de Jesucristo, cubierto de la media capa. También se nos cuenta, para ponderar su caridad, el hecho de que limpiara el calzado al esclavo que le servía de ordenanza.
 
  San Martín de 
Tours  
  San Martín de Tours rompe su capa para darle parte a un pobre.
Preparado así por la práctica de la caridad, recibe el año 334 el bautismo, sin tener todavía una situación definitiva en la milicia.
Ingresa en ésta definitivamente el año 336 y persevera en ella 20 años hasta que en 356 se separa del ejército.
Siendo oficial de la guardia imperial Martín debió de acompañar al césar Juliano cuando, en diciembre 355, dejó Milán para acudir a las Galias.
El joven príncipe pasa en Vienne toda la primera parte del año 356, ya que hasta el 24 de junio no le encontramos en Autun, en camino hacia la frontera del Rhin.
Durante su estancia en Vienne o en su región, se interesa por el Concilio de Beziers, en el que el obispo de Poitiers, S. Hilario, mostraba una fiera independencia frente a la facción arriana, lo que provocó por parte del emperador Constancio una sentencia de exilio.
Si, como parece seguro, el Concilio de Beziers se celebró en la primavera del 356, se explica bien que Martín oyese hablar de S. Hilario y admirase, como testifica Sulpicio Severo, su celo de defensor de la ortodoxia.
Juliano está en Worms en el verano del 356 y allí obtiene Martín su separación del ejército. Marcha a Oriente, visita su tierra natal, donde logra convertir a su madre, y regresa después a Milán, donde hace un ensayo de vida monástica cerca de la ciudad hasta que el obispo arriano le expulsa.
Durante algún tiempo se refugia en un islote de la costa ligur con un sacerdote, y allí le llega la noticia de que S. Hilario ha vuelto a Poitiers, terminado su exilio. Inmediatamente corre a su lado. Pero en Milán y en la isla ha tomado gusto a la vida monástica.
Por eso, apoyado por S. Hilario, funda un monasterio en Ligué, realizando así su más hondo deseo porque, como se ha dicho con mucha razón, «S. Martín fue soldado por fuerza, obispo por obligación, monje por gusto».
Pero aquella vida tranquila, al margen de los afanes del cuidado pastoral y de las querellas teológicas, iba a durar poco tiempo.
Las gentes se fijan cada vez más en aquella figura extraordinaria. La sede de Tours estaba vacante. Con el pretexto de curar a un enfermo se le hizo venir a la ciudad y una vez allí, un 4 de julio, no se sabe con exactitud si del año 370 ó 371, fue consagrado obispo.
 
  San Martín de 
Tours  
 
San Martín de Tours
El episcopado galo-romano había cedido en aquellos tiempos al espíritu del mundo. La figura de Martín iba a suponer un contraste profundo con los demás obispos.
Para acentuar más la concepción que él tenía del episcopado, uno de sus primeros actos fue fundar el monasterio de Marmoutiers, junto a su ciudad episcopal, monasterio que pasaría a constituir un auténtico semillero de obispos y sacerdotes reformadores en medio del relajado clero de las Galias de entonces.
El obispado de Martín iba a constituir todo un programa de renovación pastoral, reuniendo los tres tipos de santidad entonces conocidos: el de los ascetas, que encarnó en su austeridad y penitencia; el de los pontífices, como obispo de Tours, y el de los misioneros, por la actividad que como tal desarrolló.
Frente a los restos del paganismo, todavía vivientes, Martín adoptó una actitud extraordinariamente dinámica y combativa. Llegaba al pueblo, rodeado de sus discípulos, convocaba a la multitud y, uniendo a la persuasión la autoridad, conseguía la demolición del templo pagano y el derribo de los árboles sagrados.
Su atractivo personal debía de ser extraordinario, como lo demuestra este ascendiente sobre las masas paganas, no menos que el que ejerció sobre personalidades tan fuertes como S. Paulino de Nola, Sulpicio Severo y otros personajes de su época.
Un episodio habría de ocasionarle grandes remordimientos y aumentar al mismo tiempo su celebridad: Martín logró salvar la vida al hereje Prisciliano y sus seguidores, condenados a muerte por el Emperador. Con ello, a Martín se le consideró en cierto modo responsable del posterior desarrollo de la herejía priscilianista.
Sin embargo, su interés por Prisciliano fue evidentemente fruto de su caridad y de su tesis de que no es la violencia el mejor medio de combatir las herejías. Tanta firmeza no podía menos de acarrearle enemistades. Se hizo una gran campaña contra él, que iba desde acusarle de hipócrita hasta señalarle como contagiado de priscilianismo.
Los obispos salidos de su escuela van siendo relegados, los concilios se reducen a estériles querellas de precedencia y la obra del santo es ridiculizada y criticada.
Él se retira a su diócesis y prosigue allí su tarea pastoral hasta que muere en torno al año 397 (el 8 noviembre).
La narración de unas palabras suyas pronunciadas en Candes, pueblecito en la confluencia de los ríos Vienne y Loira, constituye una de las más bellas páginas de la literatura cristiana, que con justos méritos ha pasado a las lecciones y aun a los responsorios del Breviario el día de su fiesta: «Señor, si aún soy necesario -decía, respondiendo a sus discípulos que le pedían que siguiera viviendo-, no rehúso el trabajo. Que tu voluntad se realice plenamente».« ¡Oh, feliz varón, comenta la liturgia, que ni temió morir ni rehusó la vida! ».
 
DEVOCIÓN
 
  San Martín de 
Tours  
  San Martín de Tours
La explosión de entusiasmo y veneración que tras su muerte se produjo fue impresionante.
El pueblo le proclamó como santo. Pronto se elevó una modesta capilla sobre su tumba, que S. Perpetuo, sucesor suyo en Tours, transformó en importante basílica.
Excavaciones realizadas en 1952-1953 dieron resultados interesantes sobre aquel conjunto arqueológico: restos de una pequeña villa galo-romana, desaparecida probablemente en 275, y un segundo monumento, de fines del siglo IV, de estructura absolutamente singular, por su inmenso ábside casi semicircular, de 32 metros de diámetro. Es una manifestación más del culto que se le tributó, constituyendo uno de los más frecuentados lugares de peregrinación.
La Vida que de él escribió Sulpicio Severo, bien directamente, bien a través de las versiones métricas de Paulino de Périgueux y de Venancio Fortunato, tuvo una resonancia inmensa, así como los cuatro libros que su sucesor S. Gregorio de Tours (muerte 594) dedicó a contar sus milagros.
Por eso son millares los pueblos que llevan su nombre, las iglesias que le tienen por titular e incontables las manifestaciones artísticas a que ha dado lugar: leyendas, lírica, escultura, pintura, etc.
En 1912 su figura se hizo polémica, con la publicación en París por E. Ch. Babut de un libro defendiendo que Martín y su biógrafo eran unos oscuros representantes de un clan sospechoso de priscilianismo. La erudición era grande, y el libro tuvo cierta resonancia hasta que el P. Delhaye, primera figura científica entre los Bolandistas, lo refutó de manera incontrovertible.
 
 
LAMBERTO DE ECHEVERRÍA.
BIBL.: «Bibliotheca Hagiographica Latina», n. 5617-5666, 825-830; AIGRAIN, L'Hagiographie, París 1953, 19,159,162,165-166,182,232, 237,271,298-299,302-303,349-358 y 375; J. M. RESSE, Le tombeauMARTINEZ CAMPOS, ARSENIO - MARTINEZ DE IRALA, DOMINGOde Saint Martin á Tours, París 1922; P. MONCEAUX, Saint Martin de Tours. Récits de Sulpice Sévére mis en /ranpais avec une introduction, París 1927; H. DELEHAYE, St. Martín et Sulpice Sévére, Bruselas 1920. Para la cronología es decisivo el estudio de E. GRIFFE, Le chronologie des années de jeunesse de saint Martin, «Bulletin de littérature ecclésiastique» (1961) 114-118 y «L'ami du clergé» 71 (1961) 642-650; 1. LAHACHE y M. LISERANI, Martino de Tours, en Bibl. Sanct. 8,1248-1291

LA ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS

LA ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS

 
Desde los comienzos del cristianismo y aún antes -en la tradición judía- la oración por los difuntos ha sido una costumbre que no se ha interrumpido nunca.   

Antiguo Testamento

   
 

La tradición de los judíos está clara y precisamente establecida en II Macabeos. Judas, comandante de las fuerzas de Israel "reuniéndolos...envió doce mil dracmas de plata a Jerusalén para ofrecer en sacrificio por los pecados de los muertos, pensando bien y religiosamente en relación a la resurrección (porque si él no esperara que aquellos que fueron esclavos pudieran levantarse nuevamente, habría parecido superfluo y vano orar por los muertos). Y, porque consideró que aquellos que se han dormido en Dios tienen gran gracia en ellos. Es, por lo tanto, un pensamiento sagrado y saludable orar por los muertos, que ellos pueden ser librados de los pecados" (2 Mac. 12,43-46). En los tiempos de los Macabeos los líderes del pueblo de Dios no tenían dudas en afirmar la eficiencia de las oraciones ofrecidas por los muertos para que aquellos que habían partido de ésta vida encuentren el perdón por sus pecados y esperanza de resurrección eterna.
 

Nuevo Testamento

Hay varios pasajes en el Nuevo Testamento que apuntan a un proceso de purificación después de la muerte. Es por esto que Jesucristo declara (Mt. 12,32) "Y quien hable una palabra contra el Hijo del Hombre, será perdonado: pero aquel que hable una palabra contra el Espíritu Santo, no será perdonado ni en este mundo ni en el que vendrá". De acuerdo con San Isidoro de Sevilla (Deord. creatur., c. XIV, n. 6) estas palabras prueban que en la próxima vida "algunos pecados serán perdonados y purgados por cierto fuego purificador". San Agustín también argumenta, "que a algunos pecadores no se les perdonarán sus faltas ya sea en este mundo o en el próximo no se podría decir con verdad a no ser que hubieran otros (pecadores) a quienes, aunque no se les perdone en esta vida, son perdonados en el mundo por venir." (De Civ. Dei, XXI, XXIV). San Gregorio el Grande (Dial., IV, XXXIX) hace la misma interpretación; San Beda (comentario sobre este texto) y San Bernardo (Sermo LXVI en Cantic., n.11) también lo entienden así.
   
 

Un nuevo argumento es dado por San Pablo en 1 Cor. 3,11-15: "Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. [14] Si lo que has construido resiste al fuego, serás premiado. [15] Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero tendrá que pagar. Se salvará, pero no sin pasar por el fuego." Este pasaje es visto por muchos de los Padres y teólogos como evidencia de la existencia de un estado intermedio en el cual el alma purificada será salvada.
 

Tradición

El testimonio de la Tradición. es universal y constante. Llega hasta nosotros por un triple camino:
1) la costumbre de orar por los difuntos privadamente y en los actos litúrgicos;
2) las alusiones explícitas en los escritos patrísticos a la existencia y naturaleza de las penas del purgatorio;
3) los testimonios arqueológicos, como epitafios e inscripciones funerarias en los que se muestra la fe en una purificación ultraterrena.
Esta doctrina de que muchos que han muerto aún están en un lugar de purificación y que las oraciones valen para ayudar a los muertos es parte de la tradición cristiana más antigua. Tertuliano (155-225) en "De corona militis" menciona las oraciones para los muertos como una orden apostólica y en "De Monogamia" (cap. X, P. L., II, col. 912) aconseja a una viuda "orar por el alma de su esposo, rogando por el descanso y participación en la primera resurrección"; además, le ordena "hacer sacrificios por él en el aniversario de su defunción," y la acusó de infidelidad si ella se negaba a socorrer su alma.  Del siglo II  se conservan ya testimonios explícitos de las oraciones por los difuntos. Del siglo III hay testimonios que muestran que es común la costumbre de rezar en la Misa por ellos.
   
 

San Cirilo de Jerusalén (313-387) explica que el sacrificio de la Misa es propiciatorio y que «ofrecemos a Cristo inmolado por nuestros pecados deseando hacer propicia la clemencia divina a favor de los vivos y los difuntos» (Catequesis Mistagógicas 5,9: PG 33,1116-1117).
San Epifanio estima herética la afirmación de Aerio según el cual era inútil la oración por los difuntos (Panarión, 75,8: PG 42,513).
Refiriéndose a la liturgia, comenta San Juan Crisóstomo (344-407): «Pensamos en procurarles algún alivio del modo que podamos... ¿Cómo? Haciendo oración por ellos y pidiendo a otros que también oren... Porque no sin razón fueron establecidas por los apóstoles mismos estas leyes; digo el que en medio de los venerados misterios se haga memoria de los que murieron... Bien sabían ellos que de esto sacan los difuntos gran provecho y utilidad...» (In Epist. ad Philippenses Hom., 3,4: PG 62,203).
Y San Agustín (354-430): «Durante el tiempo que media entre la muerte del hombre y la resurrección final, las almas quedan retenidas en lugares recónditos, según es digna cada una de reposo o de castigo, conforme a lo que hubiere merecido cuando vivía en la carne. Y no se puede negar que las almas de los difuntos reciben alivio por la piedad de sus parientes vivos, cuando por ellas se ofrece el sacrificio del Mediador o cuando se hacen limosnas en la Iglesia» (Enquiridión, 109-110: PL 40,283).
Escribe San Efrén (306-373) en su testamento: "En el trigésimo de mi muerte acordáos de mí, hermanos, en las oraciones. Los muertos reciben ayuda por las oraciones hechas por los vivos" (Testamentum).
Entre los testimonios arqueológicos, se encuentra el conocido epitafio de Abercio. En este epitafio leemos: "Estas cosas dicté directamente yo, Abercio, cuando tenía claramente sesenta y dos años de edad. Viendo y comprendiendo, reza por Abercio". Abercio era un cristiano, probablemente obispo de Ierápoli, en Asia menor, que antes de morir compuso de propia mano su epitafio, es decir la inscripción para su tumba. Se puede fácilmente comprender cómo la Iglesia primitiva, la Iglesia de los primeros siglos, creía en el Purgatorio y en la necesidad de rezar por las almas de los difuntos. 
«Ofrecer el sacrificio por el descanso de los difuntos -escribía San Isidoro de Sevilla (560-636)- ... es una costumbre observada en el mundo entero. Por esto creemos que se trata de una costumbre enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la Iglesia católica la observa en todas partes; y si ella no creyera que se les perdonan los pecados a los fieles difuntos, no haría limosnas por sus almas, ni ofrecería por ellas el sacrificio a Dios» (De ecclesiasticis officiis, 1,18,11: PL 83,757).
 
 
FUENTES: 
L. F. MATEO SECO
BIBL.: S. TOMÁS DE APUINO, Suma teológica, Suppl. q71 ; (textos tomados de In IV Sent., d21, ql, al-8); íD, Summa contra Gentes, IV,91; iD, Contra errores graecorum, 32; fa, De rationibus lidei, c9; íD, Compendium theologiae, cl81; R. BELARMINO, De Ecclesia quae est in purgatorio, en Opera Omnia, II, Nápoles 1877, 351414; F. SUÁREZ, De poenitentia, disp. 45-48, 53; A. MICHEL, Purgatoire, en DTC 13,1163-1326; íD, Los misterios del más allá, San Sebastián 1954; H. LECLERCQ, Purgatoire, en DACL, XIV (II), 1978-1981 ; CH. JOURNET, Le purgatoire, Lieja 1932; M. JUGIE, Le purgatoire et les rnoyens de 1'éviter, París 1940; A. Royo MARíN, Teología de la salvación, Madrid 1956, 399-473; A. PIOLANTI, De Noaissimis el sanctorum communione, Roma 1960, 74-96; M. SCHMAUS, Teología Dogmática, t. VII: Los novísimos, Madrid 1964, 490-508; C. Pozo, Teología del más allá, Madrid 1968, 240-255.

EL ADVIENTO

EL ADVIENTO
TIEMPO LITÚRGICO QUE PREPARA LA NAVIDAD
Expectación penitente, piadosa y alegre
 
 
La venida del Hijo de Dios a la Tierra es un acontecimiento tan inmenso que Dios quiso prepararlo durante siglos (…).
Al celebrar anualmente la liturgia del Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda Venida.
(Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 522 y 524)
 
 
 
 
Con el tiempo de Adviento, la Iglesia romana da comienzo al nuevo año litúrgico. El tiempo de Adviento gravita en torno a la celebración del misterio de la Natividad de nuestro Señor Jesucristo.
 
A PARTIR DEL SIGLO IV

   
   
El origen y significado del Adviento es un tanto oscuro; en cualquier caso, el término adventus era ya conocido en la literatura cristiana de los primeros siglos de la vida de la Iglesia, y probablemente se acuñó a partir de su uso en la lengua latina clásica.
La traducción latina Vulgata de la Sagrada Escritura (durante el siglo IV) designó con el término adventus la venida del Hijo de Dios al mundo, en su doble dimensión de advenimiento en la carne –encarnación- y advenimiento glorioso –parusía-.
La tensión entre uno y otro significado se encuentra a lo largo de toda la historia del tiempo litúrgico del Adviento, si bien el sentido de “venida” cambió a “momento de preparación para la venida”.
Quizá la misma amplitud de las realidades contenidas en el término dificultaba la organización de un tiempo determinado en el que apareciera la riqueza de su mensaje. De hecho, el ciclo de adviento fue uno de los últimos elementos que entraron a formar parte del conjunto del año litúrgico (siglo V).

Parece ser que desde fines del siglo IV y durante el siglo V, cuando las fiestas de Navidad y Epifanía iban cobrando una importancia cada vez mayor, en las iglesias de Hispania y de las Galias particularmente, se empezaba a sentir el deseo de consagrar unos días a la preparación de esas celebraciones.
Dejando de lado un texto ambiguo atribuido a San Hilario de Poitiers, la primera mención de la puesta en práctica de ese deseo la encontramos en el canon 4 del Concilio de Zaragoza del año 380: "Durante veintiún días, a partir de las XVI calendas de enero (17 de diciembre), no está permitido a nadie ausentarse de la iglesia, sino que debe acudir a ella cotidianamente" (H. Bruns, Canones Apostolorum et Conciliorum II, Berlín, 1893, 13-14). La frecuencia al culto durante los días que corresponden, en parte, a nuestro tiempo de adviento actual, se prescribe, pues, de una forma imprecisa.
 
UN TIEMPO DE PENITENCIA

 
   
   
Más tarde, los concilios de Tours (año 563) y de Macon (año 581) nos hablarán, ya concretamente, de unas observancias existentes “desde antiguo” para antes de Navidad. En efecto, casi a un siglo de distancia, San Gregorio de Tours (fallecido en el año 490) nos da testimonio de las mismas con una simple referencia.  Leemos en el canon 17 del Concilio de Tours que los monjes "deben ayunar durante el mes de diciembre, hasta Navidad, todos los días".
El canon 9 del Concilio de Macon ordena a los clérigos, y probablemente también a todos los fieles, que "ayunen tres días por semana: el lunes, el miércoles y el viernes, desde San Martín hasta Navidad, y que celebren en esos días el Oficio Divino como se hace en Cuaresma" (Mansi, IX, 796 y 933).  Aunque la interpretación histórica de estos textos es difícil, parece según ellos que en sus orígenes el tiempo de adviento se introdujo tomando un carácter penitencial, ascético, con una participación más asidua al culto.
Sin embargo, las primeras noticias  a cerca de la celebración del tiempo litúrgico del Adviento, se encuentran a mediados del siglo VI, en la iglesia de Roma.
Según parece, este Adviento romano comprendía al principio seis semanas, aunque muy pronto -durante el pontificado de Gregorio Magno (590-604)-  se redujo a las cuatro actuales.
 
 
UNA DOBLE ESPERA
El significado teológico original del Adviento se ha prestado a distintas interpretaciones. Algunos autores consideran que, bajo el influjo de la predicación de Pedro Crisólogo (siglo V), la liturgia de Adviento preparaba para la celebración litúrgica anual del nacimiento de Cristo y sólo más tarde –a partir de la consideración de consumación perfecta en su segunda venida- su significado se desdoblaría hasta incluir también la espera gozosa de la Parusía del Señor.
No faltan, sin embargo, partidarios de la tesis contraria: el Adviento habría comenzado como un tiempo dirigido hacia la Parusía, esto es, el día en que el Redentor coronará definitivamente su obra. En cualquier caso, la superposición ha llegado a ser tan íntima que resulta difícil atribuir uno u otro aspecto a las lecturas escriturísticas o a los textos eucológicos de este tiempo litúrgico.
El Calendario Romano actualmente en vigor conserva la doble dimensión teológica que constituye al Adviento en un tiempo de esperanza gozosa: "el tiempo de Adviento tiene una doble índole: es el tiempo de preparación para las solemnidades de Navidad, en las que se conmemora la primera venida del Hijo de Dios a los hombres, y es a la vez el tiempo en el que por este recuerdo se dirigen las mentes hacia la expectación de la segunda venida de Cristo al fin de los tiempos. Por estas dos razones el Adviento se nos manifiesta como tiempo de una expectación piadosa y alegre" (Calendario Romano, Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario, 39). 

A esta mujer la han condenado a muerte por ser católica:

A esta mujer la han condenado a muerte por ser católica:


El Gobierno pakistaní ha condenado a la horca a Asia Bibi por ser católica. El próximo lunes, 22 de noviembre (¡este lunes!), vence el plazo que le han concedido para presentar alegaciones ante su condena a la pena capital. Así que si no lo impedimos, a Asia Bibi le queda poco tiempo de vida. Actúa ahora para no tener que ver mañana en el telediario la noticia de su ejecución.
En Pakistán, y tratándose de cristianos, las cosas van muy deprisa. Mientras lees este correo, las autoridades pakistaníes podrían ejecutar a Asia Bibi, acusada de decir un día en público que era católica. Date prisa en leer porque a ella le queda muy poco tiempo.
Su marido todavía no ha sido capaz de explicar a sus hijas por qué su madre puede ser ahorcada de un momento a otro:
“Me preguntan por su madre, pero yo no he tenido el coraje de explicarles que está condenada a muerte por un delito que nunca cometió".
Las autoridades pakistaníes acusan a esta mujer de blasfemia: cometió el terrible “delito” de defender públicamente su fe católica. En su pueblo, Ittanwali, viven 1.500 familias. Solo tres son cristianas. La familia de Asia, también sus hijas, menores de edad, fue perseguida por sus vecinos, apaleada y torturada. Y ella terminó ante la justicia.
Primero la condenaron a una multa equivalente a lo que gana en un año un trabajador en Pakistán. Y luego la condenaron a muerte por decir que la Verdad reside en el Evangelio. No le queda mucho tiempo de vida.
La presión directa sobre el presidente de Pakistán puede salvarla. Pero para lograrlo es necesario que tú también hagas algo. Y mejor si lo haces ya, sin esperar a terminar de leer, porque en Pakistán demasiados condenados a muerte no llegan vivos a la horca: un gran número de ellos aparecen asesinados en sus celdas, mientras aguardan la ejecución de la sentencia.
Firma ahora desde:
http://www.porasiabibi.org
Después de las inundaciones que devastaron el país, los talibanes han desencadenado una oleada de destrucción y muerte contra la minoría católica, el 1,6 por ciento en una población de 165 millones de musulmanes. Los católicos son asesinados, se prende fuego a sus viviendas con ellos dentro, se intenta matar a sus obispos. Y los políticos locales no se atreven a plantar cara al fundamentalismo por miedo a convertirse ellos también en víctimas de la barbarie.
Si conseguimos salvar la vida de Asia Bibi, nunca sabremos si fue tu mensaje o el mio el que terminó de convencer al régimen pakistaní. Tampoco importa demasiado. Pero por si acaso, deberías enviar ya tu petición:
http://porasiabibi.org
La opinión pública ha frenado muchas ejecuciones. Los propios obispos pakistaníes han hecho un llamamiento a la movilización social como el instrumento más eficaz, y también el último, para tratar de salvar a Asia Bibi. A través de un procedimiento tan simple como un clic se han salvado muchas vidas humanas. Ya sé que tú lo vas a hacer, pero lo que me preocupa es que todavía estás leyendo.
El mayor riesgo que corre en estos momentos Asia Bibi es que en el lugar en que la tienen encerrada hay altas probabilidades de que alguien se tome la justicia por su mano. Ha pasado ya otras veces. Así que además de firmar, por favor, envía en este mismo instante este enlace a todos tus contactos. Por favor, hazlo ahora.
Y si eres creyente, por favor, reza por Asia Bibi.

viernes, 19 de noviembre de 2010



VILIGIA DE LA INMACULADA 2010

SOLEMNE VIGILIA FESTIVA DE LA INMACULADA
JORNADA DIOCESANA DE LOS JÓVENES Y NUESTRO ARZOBISPO

Se celebrará en nuestra Catedral el martes 7 de diciembre. No se trata de una actividad más; es la Jornada Diocesana de encuentro de D. Julián Barrio y los jóvenes. Por este motivo vale la pena coordinarse en cada arciprestazgo para participar juntos y potenciar así el trabajo pastoral interparroquial de cada zona.


Por la mañana algunos grupos se desplazarán desde sus lugares de origen y aprovecharán la mañana para convivir entre ellos o visitar algo. En este caso cada grupo come por su cuenta.
Los actos generales comienzan propiamente por la tarde después de comer. Aunque todavía hay que terminar de concretar el HORARIO seguramente será algo así:
- A las 16:00 se abre la inscripción de los grupos en La Salle
-16:30 h. Concierto-magazine con diferentes actuaciones, teatro, música, testimonios, entrevistas, vídeos…
- 18:30 h. Merienda (cada uno trae su merienda)
- 19:15 h. Se organiza la marcha hasta la Iglesia de San Agustín.
- 20:00 h. Celebración Penitencial Iglesia de San Agustín
- 21:15 Se organiza la procesión con velas hasta la Catedral
- 22:00 Solemne Vigilia Festiva de la Inmaculada.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Jornadas de Bioética. Pastoral de la Salud

V JORNADA DE BIOÉTICA EN EL INSTITUTO
TEOLÓGICO COMPOSTELANO
Santiago, 18 de noviembre de 2010.
El Instituto Teológico Compostelano (ITC) y la delegación diocesana de Pastoral de la Salud organizan el próximo sábado 20 de noviembre las V Jornadas sobre Bioética, este año sobre “Cuidar el ocaso de la vida”. El ponente será Mons. Mario Iceta, obispo de Bilbao, doctor en Medicina y Cirugía, con una tesis doctoral sobre Bioética y Ética Médica.
Sacerdotes, laicos y miembros de vida consagrada están convocados a las 10.00h en el aula magna del ITC (San Martín Pinario) para terminar con una Eucaristía en la Catedral a las 18.00h.

PROGRAMA
10.00h Recepción y entrega de documentación
10.30h “Fundamentos de la bioética” Mons. Mario Iceta. Obispo de Bilbao
11.30h Descanso
12.00h “La ética de los cuidados paliativos”. Mons. Mario Iceta.
13.15h Coloquio
16.30h Mesa redonda: Dr. A. Mariño Rozados; Dr. R. Ucieda; D. Marcos Calvo; Dña. Dolores Bahamonde
17.45h Clausura
18.00h Eucaristía en la Catedral presidida por Mons. Julián Barrio, Arzobispo de Santiago

PARA MÁS INFORMACIÓN
Dolores Platas, delegada de Pastoral de la Salud, 619676400

Benedicto XVI en Santiago de Compostela

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Un tiempo de misericordia, un tiempo para la misericordia


Un tiempo de misericordia,
un tiempo para la misericordia



Una Cuaresma con los pobres y desde los pobres…

Empezamos nuestro recorrido hacia la pascua, cuarenta son las etapas. En la meta nos espera Jesús el resucitado. Pero no sólo nos espera, nos atrae, nos alienta y de algún modo nos acompaña.

La Cuaresma es un tiempo litúrgicamente intenso, “fuerte”, tiempo de más gracia. Queremos iniciarlo con el corazón encendido y con una apertura total. Abiertos los ojos para contemplar a Cristo, en sus diversas presencias. Abiertos los oídos para escuchar la Palabra. Abiertos los labios para alabar a Dios y para dar buenas noticias. Abiertos para acoger al que pide posada o escucharle en el brocal de los pozos de nuestra sociedad, de nuestra comunidad…

Ayuna palabra especialmente fuerte en este tiempo. Así como en Adviento era ¡Vigilad!, ahora es ¡Convertíos! Sentimos la necesidad permanente de renovarnos, de estar al día, de buscar la forma necesaria. A lo largo de la Cuaresma se nos ofrecerán “oportunidades”, pasos, gestos… para encontrarla…

¡Convertíos!...

El cambio que se nos pide no es solamente de imagen, algún que otro retoque en nuestra vida, dejar algo que nos sobra, recuperar algo que nos hace falta. No va en la línea de hacer algún que otro sacrificio o añadir alguna práctica devocional. Lo que queremos es cambiar el núcleo íntimo de nuestro ser, de nuestras personas… aquello que nos impide crecer… el corazón…

Podemos hablar de dar otro giro a nuestra vida, un cambio de rumbo para volverse a Dios, en línea con el significado de la palabra conversión. Jesús nos ofrece su “hoja de ruta”, el Evangelio., camino hacia el encuentro con el Padre y con los demás, lugar de encuentro y de crecimiento…

¿Convertirnos… de qué?

Pensemos qué aspectos de nuestras vidas aún no están orientados hacia la persona y la vida Jesús, el camino y el paradigma de nuestra meta…

  • No somos pobres, ni siquiera austeros, sino muy consumistas, muy instalados; podemos caer en la codicia.

  • No somos humildes, nos gusta prevalecer, destacar, rivalizar; por eso podemos caer en la envidia y en el afán comparativo.

  • No somos misericordiosos, más bien insensibles, intolerantes; podemos caer en la dureza del corazón.

  • No somos solidarios, ni generosos, “cada uno en su casa”, ni sabemos compartir; podemos caer en la injusticia.

  • No somos pacíficos ni pacificadores, llegamos fácilmente a la violencia, en palabras y actitudes, ni sabemos pacificar, nos resulta arriesgado; podemos llegar a la crueldad.

  • No sabemos orar, vivimos superficialmente, volcados hacia fuera, haciendo nuestra voluntad; podemos llegar a la lejanía de Dios.

  • No sabemos amar, nos amamos excesivamente a nosotros mismos, somos egoístas, no nos amamos como Jesús nos enseñó; podemos caer en una muerte espiritual…


En camino hacia la Pascua…

La meta es Cristo resucitado y el camino es seguir lo más cerca posible a Jesús, hasta identificarse con Él. Un largo camino a recorrer…

Pero en este caminar no se trata de cumplir unas normas o unas prácticas piadosas, de rezar en algunos momentos o de hacer buenos propósitos. Se trata de ser fuego, de acercarte a la zarza ardiente y dejarte quemar por el Espíritu, de entrar en la nube de la Transfiguración… dejar actuar en nosotros la fuerza transformante del Espíritu.

  • ¿Los ayunos? Claro, para ser más del Espíritu y más libres, menos consumistas, para aprender solidaridad y amor.

  • ¿Mortificaciones? No, vivificaciones, liberaciones. Dios no quiere nuestra muerte, sino vida plenificante. Pero la vida exige cortes y esfuerzos para dar más, crear más, ser más. No pienses en un Dios enfadado o cruel, sino alegre y amigo.

  • ¿Lágrimas? Pero de alegría y de paz. También de arrepentimiento, pero sin angustias ni miedos. Dios, como al hijo pródigo, nos castiga con besos y abrazos. De tus pecados Dios ni se acuerda.

  • ¿Limosnas? Sí, pero no sólo de lo que te sobra, y no como una obra más de misericordia, sino como fruto renovado de tu amor misericordioso. ¡Qué generoso es el que ama!

  • ¿Oración? Desde luego, pero no como práctica, como rito, como ley, sino como necesidad y como vida. Estar abierto a la presencia amorosa permanente de Dios. Orar como apertura y entrega total al Padre


Algunas claves o gestos…

  • La Cuaresma es mirar bien a Jesús, hasta que te lo aprendas, hasta que lo veas con los ojos cerrados.

  • La Cuaresma es seguir los pasos de Jesús, hasta alcanzarlo, y correr y contárselo al hermano

  • La Cuaresma es salir al encuentro del hermano y ponerte a su servicio.

  • La Cuaresma es hacer silencio en ti, para escuchar la Palabra.

  • La Cuaresma es tiempo de conversión, no de “mortificación”.

  • La Cuaresma es esfuerzo liberador, no de prácticas acostumbradas.

  • La Cuaresma es gozo compartido, no pena y soledad.

  • La Cuaresma es ablandar el corazón y desterrar toda violencia que anida en ti.

  • La Cuaresma es despojo progresivo y superación del consumismo.

  • La Cuaresma es abrirse a la vida que viene del Espíritu.


Algunos textos…
No se trata de una liberación de nuestra pobreza y miseria,
sino de nuestra riqueza y bienestar sobreabundantes;
no se trata de una liberación de nuestras insuficiencias,
sino de nuestro consumo…
No se trata de una liberación de nuestra impotencia,
sino de nuestra existencia prepotente…
No se trata de la liberación de nuestros sufrimientos,
sino de nuestra apatía…”
(J.B. Metz)



¡SI TÚ CONOCIERAS CÓMO TE AMOR!

Si conocieras el don de Dios,
si supieras lo que te regala y te prepara,
si supieras lo que te quiere Dios,
y cómo espera que le quieras.

Si supieras, hijo mío, cómo te amo,
que no dejo de pensar en ti,
que llevo tu nombre tatuado,
aquí, en las palmas de mis manos (Is 49, 16),
¿no descansarías enteramente en mí?,
¿no se llenaría de luz toda tu vida?,
¿no estarías orgulloso de mi amor?,
¿no responderías con amor apasionado?

Si supieras cómo me dueles,
cómo me preocupo por ti,
los mensajes que te mando, y lo mensajeros,
si supieras que no duermo, pensando en ti,
iba a decir que rezo siempre por ti,
si supieras que sigo dispuesto
a dar mi vida por ti…,
¿no apreciarías los quilates de mi amor
y dirías: yo te amo Señor?

Si supieras cómo te espero,
cómo tengo sed de ti,
cómo deseo que vengas a mi encuentro,
cómo me agrada que me llames
y me busques y me digas: Padre,
¿no correrías con ansias hacia mí,
como el sediento en busca de la fuente?

Y si supieras dónde me encuentro,
que mi cielo no está arriba ni en el templo,
que me pierdo entre mis hijos, los más pobres y pequeños,
¿no me buscarías con cuidado?,
¿no me amarías en los que no son amados?,
¿no me servirías en los más necesitados?
¡Si supieras dónde puedes encontrarme!



Para la reflexión…


  • ¿Qué significa para ti el tiempo litúrgico de la Cuaresma y la Pascua?

  • ¿Qué experiencias más importantes recuerdas de este tiempo en tu vida personal o de grupo o comunitaria?

  • ¿Qué te sugiere el lema de “Cuaresma, un tiempo de misericordia y para la misericordia”?

  • ¿Qué esperas de esta Cuaresma? ¿Qué deseas? ¿Qué te propones?

  • ¿Qué propones a la Comunidad para este tiempo cuaresmal?