Cuaresma
2010
SUGERENCIAS
DE UTILIZACIÓN DE LOS MATERIALES
-
En algún momento de la oración de la mañana se menciona el país
por el que rezamos ese día. En ese o en otro momento se lee el
relato de cada país (se recomienda leerlo íntegro en vez de
resumirlo; merece la pena), junto con, si procede, “algunos datos”
del mismo. Esto puede hacerlo la `persona responsable de la liturgia.
Proponemos
dedicar
cada día de la Cuaresma a uno de estos países,
empezando por el final de la tabla que cada año elabora el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Esperamos así:
-
mostrar nuestra sensibilidad
por
los que son los últimos en todo y crecer en esta sensibilidad: los
últimos de la comunidad, los últimos de la clase, los últimos de
la parroquia... los preferidos de Dios; nuestros preferidos.
-
conocer
un
poco mejor la realidad de estos países. Y conocer también mejor,
por contraste, la realidad de nuestro país. - llevar a nuestra
oración
a
estas personas y estos pueblos. Presentar al Señor sus necesidades,
dar gracias por los que trabajan directamente en su favor, pedir
perdón por la parte de pecado colectivo que nos corresponde,
suplicar la gracia de estar disponibles y atentos...
- preguntarnos por qué son pobres los países pobres. Por qué son estos países y no otros los que están a la cola del desarrollo. Preguntarnos por los mecanismos del desarrollo y del subdesarrollo. Y preguntarnos también qué podemos hacer ante estas desigualdades.
Es
una manera más cercana de tomar conciencia de su realidad. Hay
relatos de la vida cotidiana y hay testimonios heroicos. Algunas
historias son dramáticas; otras, esperanzadoras. Esperamos así ir
recorriendo la compleja realidad, a un tiempo diversa y común, de
los cuarenta países menos desarrollados del mundo. Con todo, debemos
advertir del peligro de quedarnos en la anécdota de cada historia y
olvidar estos objetivos de conocer,
orar y
crecer en sensibilidad
y
en capacidad
crítica.
P
R E S E N T A C I Ó N
Al
atardecer,
dice
el dueño de la viña a su administrador: "llama a los obreros y
págales el jornal,
empezando
por los últimos y acabando por los primeros"
(Mt
20, 8)
CUARESMA,
cuarenta días caminado hacia la cruz y la gloria de la Pascua.
Tiempo de conversión y de reconocimiento de nuestro pecado. Tiempo
de misericordia y de practicar la misericordia.
Tiempo
oportuno para reflexionar, corregir y enderezar. Tiempo además para
revisar
la situación concreta en que vive la sociedad y tomar una posición
ante las estructuras de injusticia, opresión y pecado que rodean al
hombre (Misal
de la Comunidad).
Con
este espíritu nos acercamos una vez más en Cuaresma a los últimos,
a los países que están a la cola del Desarrollo, los cuarenta
países con menor Índice
de Desarrollo Humano.
Sin duda para Dios son "los cuarenta principales", los
preferidos, no por ser mejores que otros sino precisamente por ser
"los últimos".
Algunas
preguntas para nuestra reflexión al final del recorrido cuaresmal
-
Después de haber oído los cuarenta relatos y los datos que los
acompañan, ¿Qué impresión me llevo de los países menos
desarrollados del mundo? ¿En qué ha cambiado la imagen que tenía
de ellos?
-
¿Soy capaz de recordar algún nombre concreto de los que hemos
escuchado? ¿A quién de todos ellos me gustaría conocer en persona?
¿Por qué?
-
¿Me he quedado en lo anecdótico de cada historia o he sido capaz de
descubrir algo más? ¿Me he preguntado los porqués de estas
situaciones? ¿He llegado a alguna conclusión?
-
¿He llevado a mi oración las personas y los países que me han
presentado? ¿Cuáles son los “posos” de mi oración al final de
la cuaresma? ¿Qué es lo que ha pasado por mi corazón?
-
Después de acercarnos en esta cuaresma a la realidad concreta de la
vida de estas personas, ¿es posible seguir acercándonos el resto
del año? ¿De qué manera?
U
NA MIRADA A LOS ÚLTIMOS
162
Sierra Leona 0,258
161
Níger 0,274
160
Burundi 0,309
159
Burkina Faso 0,320
158
Etiopía 0,321
157
Mozambique 0,323
156
Guinea Bissau 0,339
155
Chad 0,359
154
Rep. Centroafr. 0,372
153
Malí 0,378
152
Rwanda 0,395
151
Malawi 0,397
150
Guinea 0,397
149
Gambia 0,398
148
Eritrea 0,408
147
Benín 0,422
146
Angola 0,423
145
Senegal 0,426
144
Costa de Marfil 0,427
143
Zambia 0,429
142
Congo, R.D. 0,430
141
Uganda 0,435
140
Tanzania 0,436
139
Mauritania 0,437
138
Sudán 0,439
137
Djibouti 0,447
136
Nigeria 0,455
135
Madagascar 0,462
134
Haití 0,467
133
Yemen 0,468
132
Bangladesh 0,470
131
Laos 0,476
130
Bhután 0,477
129
Nepal 0,480
128
Togo 0,489
127
Pakistán 0,498
126
Congo 0,507
125
Camerún 0,506
124
Comoras 0,510
123
Kenia 0,514
21
España
0,899
20
Italia 0,909
19
Nueva Zelanda 0,913
18
Irlanda 0,916
17
Alemania 0,921
16
Austria 0,921
15
Dinamarca 0,921
14
Reino Unido 0,923
13
Francia 0,924
12
Luxemburgo 0,924
11
Suiza 0,924
10
Finlandia 0,925
9
Japón 0,928
8
Países Bajos 0,931
7
Islandia 0,932
6
Estados Unidos 0,934
5
Bélgica 0,935
4
Suecia 0,936
3
Canadá 0,936
2
Australia 0,936
1
Noruega 0,939
EN
DESARROLLO HUMANO
La
definición original del Desarrollo Humano fue dada en el Informe de
Desarrollo Humano del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo) de 1990: "El
Desarrollo Humano es un proceso de ampliación de las opciones de las
personas".
Este
concepto de Desarrollo Humano es mucho más amplio que el mero nivel
de ingresos, pero precisamente por ello se hace más dificil de
medir. El Índice
de Desarrollo Humano (IDH)
es un intento de reflejar numéricamente esta compleja realidad. Se
calcula a partir de la combinación de una serie de datos referidos
básicamente a tres áreas: el conocimiento,
la
longevidad
y
el nivel
de vida.
El
IDH resulta un valor entre 0 (nulo desarrollo) y 1 (pleno
desarrollo). Los resultados aquí presentados corresponden al
Informe del PNUD de 2001. En el caso de algunos países (Somalia,
Liberia) no existen datos.
Es
una manera más cercana de tomar conciencia de su realidad.
Hay
relatos de la vida cotidiana y hay testimonios heroicos. Algunas
historias son dramáticas; otras, esperanzadoras. Así, a lo largo de
los cuarenta relatos esperamos recorrer la compleja realidad –a un
tiempo diversa y común– de los cuarenta países menos
desarrollados del mundo. Por eso, para no quedarnos en la anécdota
ni perder de vista el objetivo de conocer
y
comprender
la
realidad global de estos países, se ofrecen algunos datos generales,
obtenidos de la Guía
del Mundo. El mundo visto desde el Sur (www.guiadelmundo.org.uy).
LOS
21 PRIMEROS
MIÉRCOLES DE CENIZA
V
iaje al horror de Saffar y Lucy
IDH:
0,258
Población:
4.813.893 personas
Superficie
terrestre: 71.620 Km2
Capital:
Freetown
SIERRA
LEONA
Saffar
Amara. Edad actual: 15 años. Tenía 11 años cuando los rebeldes
asaltaron su aldea, mataron a sus padres delante de él y se lo
llevaron al bosque. A1 principio le utilizaban para transportar
fardos. Pasado el tiempo, le dieron un rifle y le enseñaron a
disparar. Cuando llegaban a una aldea, y tras abrirle en el cuero
cabelludo una herida por entre cuyos labios introducían droga en
polvo (coca), le ordenaban asaltarla en compañía de otros niños
como él. Saffar mató, robó y quemó vivas a personas que escucha
aún dentro de su cabeza, como si sus gritos, en lugar de perderse
por los confines de la bóveda celeste, se hubieran quedado
atrapados en el interior de su bóveda craneal.
Lucy
Amara. Edad actual: 14 años. Fue raptada casi al mismo tiempo que
Saffar por otro grupo de rebeldes. Le dieron un rifle y la enseñaron
a cargarlo y a disparar. La obligaban a fumar yambá (la marihuana
de Sierra Leona) y a transportar sobre la cabeza bultos que eran más
grandes que ella. Perdió parte de la dentadura al ser golpeada con
la culata de un fusil por caerse. Tras asaltar con su grupo una
aldea (asegura que ella disparaba de forma que sus balas no mataran
a nadie), esa noche decidió escapar con otra niña. Esperaron a la
madrugada y se arrastraron hasta una zona del bosque donde
permanecieron tres días quietas.
Cuando
consideraron que podían salir fueron en busca de auxilio a dos o
tres aldeas cercanas; pero la gente las rehuía, pues recordaba
haberlas visto en compañía de los rebeldes. Al fin, las acogieron
en un pueblo donde Lucy permaneció tres meses, hasta que fue
raptada por otro grupo de rebeldes. Dice que ella no fue violada,
que no la tocaron, pero abre mucho los ojos al decirlo, de modo que
puedes ver en sus pupilas el reflejo de todo lo que dice que no le
hicieron. Actualmente los dos hermanos viven en un campamento de
desplazados de Grafton, cerca de Freetown. Mientras Lucy permanece
en la escuela (Saffar ya no tiene derecho a ella) él vaga de un
lado a otro. Después van juntos a buscar leña al bosque y la
venden entre los otros ocupantes del campamento.
De
lo obtenido separan 1.000 leones (50 centavos de dólar) para la
comida de los dos. El resto, cuando hay, se reserva para los
estudios de ella. «Ayer –dice Lucy– mi hermano se encontraba
mal y no pudimos ir a buscar leña, de modo que no comimos en todo
el día. Hoy hemos compartido una taza de cereales que nos ha dado
alguien».
Estamos
en Sierra Leona, un hermoso país que trata de recuperarse de una
guerra civil que ha durado diez años y que no es explicable en los
términos habituales, ya que no había dos bandos diferenciados por
unas ideas, pero había, en cambio, minas de diamantes en cuya
trastienda jugaban a las cartas europeos y americanos y libaneses y
ucranianos. Por eso también había armas y drogas en abundancia, y
rebeldes y Gobiernos corruptos, y golpes de Estado.
Juan José
Millás. Viaje al horror de Sierra Leona
El País
Semanal, nº 1427, 1/2/04
ALGUNOS
DATOS
Esp.
de vida: 41 años
Hombres:
39 años
Mujeres:
42 años
Hijos
por mujer: 6,5
Mortalidad
menores de
5
años: 316 por 1.000
Agua
potable: 57 %
Alfabetismo:
36 %
Hombres:
51 %
Mujeres:
23 %
Tasa
de inscr. escolar:
Primaria
total: 41 % .
PBI
per cáp.: U$ 490
Deuda
Ext: U$ 1.273
mill;
U$ 289 per cáp.
JUEVES
DESPUÉS DE CENIZA
H
ama Ali Diallo, la valentía personificada
IDH:
0,274
Población:
11.640.834 personas
Superficie
terrestre: 1.266.700 Km2
Capital:
Niamey
NÍGER
Petelkole
es un caserío remoto y desolado situado a 32 km de la ciudad más
cercana, no lejos de la frontera de Níger con Burkina Faso. Níger
es uno de los países más pobres del mundo y uno de los cinco con
la matrícula escolar más baja. A Petelkole sólo se puede ir a
pie, en burro o en una carreta que atraviesa la sabana desértica y
pedregosa donde se alzan algunos de esos extraños árboles, los
baobabs.
Cuando
Hama Ali Diallo se trasladó a Petelkole en 1972, muy pocos niños
asistían a la única aula de la escuela local. Hama Ali se propuso
cambiar esta situación. “Encontré la escuela en un estado
completamente desastroso. Pero trabajar duro no me amedrenta y
empecé a organizar las cosas. Primero fui a conocer a los padres de
alumnos en los distintos caseríos y luego construí un aula
suplementaria –una choza de paja– con ayuda de los niños y los
jóvenes. Recuerdo que cuando los animales pacían en torno a la
escuela, mordisqueaban la choza hecha de yerba seca y hojas de
mijo”. Para impedir que lo hicieran, tuvo que cubrir la cabaña
con boñiga o cavar una fosa en torno a ella.
“La
gente de aquí no comprende qué utilidad puede tener la educación”,
comenta Hama Ali quien, siendo nómada él mismo, tiene en cuenta
los problemas de asistencia de sus alumnos nómadas. “Algunos no
quieren mandar a sus hijos a la escuela; prefieren permanecer con
sus animales. Sin embargo, sigo haciendo una labor de convencimiento
y estoy seguro de que lo conseguiré.”
El
Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas
proporciona almuerzos a los alumnos y sus padres reciben raciones
secas como incentivo para que inscriban a sus hijas. Por ejemplo,
explica Diallo, las familias con dos niñas en la escuela reciben 50
kg de cereales y las que tienen tres o más niñas, 100 kg. Hoy día,
la asistencia escolar en Petelkole es del 53%, muy superior al 20%
de promedio en las otras escuelas de Níger. Casi la mitad de los
alumnos son niñas, muchas de ellas comprometidas ya en noviazgo.
Como
muchas de ellas viven a entre cinco y ocho kilómetros de distancia,
los niños y las niñas duermen separados en la escuela. En la
actualidad, la principal preocupación de Hama Ali no es la comida
sino el agua. “Carecemos de la capacidad de perforar pozos para
dar a los alumnos agua potable limpia”, declara. “Y si la
tuviera –se apresura a añadir– haría un jardín en la
escuela”. Diallo, de 41 años de edad, que es padre de cinco hijos
y tiene dos esposas, dirige la vida de la escuela como si fuera una
gran familia. “Hay que cuidar a los niños noche y día, velar por
su salud, darles de comer, a veces vestirlos, impartirles enseñanza
y sobre todo educarlos.”
“Me
gusta estar con los niños, escucharlos y compartir con ellos sus
intereses”, dice riendo. “Por eso me gusta este oficio. Lo hago
por vocación.”
UNESCO.ORG
http://www.unesco.org/education/educprog/wtd_97
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 20,6 %
Crecim.
urbano: 5,7 %
Hijos
por mujer: 8,0
Esp.
de vida: 46 años
Mortalidad
menores de
5
años: 270 por 1.000
Alfabetismo:
16 %
Hombres:
23 %
Mujeres:
8 %
Escolariz.
Primaria:
Hombres:
30 %
Mujeres:
19 %
Secundaria:
Hombres:
9 %
Mujeres:
5 %
VIERNES
DESPUÉS DE CENIZA
G
loriose, superviviente de la guerra
IDH:
0,309
Población:
6.687.714 personas
Superficie
terrestre: 25.680 Km2
Capital:
Bujumbura
BURUNDI
Me
llamo Gloriose. Crecí en una familia de campesinos en la provincia
de Cibitoke, en el noroeste de Burundi. Desde 1993, cada vez que
había un ataque del ejército o de los rebeldes en nuestro pueblo,
mi familia tenía que huir a las colinas y regresar más adelante,
cuando los ataques terminaban.
En
1995 nos forzaron a abandonar nuestra casa para instalamos en otro
pueblo. Allí trabajábamos para nuestros vecinos, que nos daban
comida a cambio.Al año siguiente los rebeldes atacaron el pueblo.
Unos hombres irrumpieron en las casas de la gente pidiendo dinero.
Algunos llegaron a nuestra casa. Chantal, mi madre, abrió la puerta
con un bebé en sus brazos. Dos hombres comenzaron a disparar,
matando al bebé y a otro de mis hermanos en el acto. Saquearon todo
lo que teníamos. A mi madre y a mí nos hirieron, y horas más
tarde nos llevaron a un hospital en Bujumbura.
Me
amputaron una pierna. En el hospital sufrí mucho, pero era paciente
con el sufrimiento y pude vivir con ello, ya que veía la voluntad
de Dios en todo lo que estaba ocurriendo.
No
conocíamos a nadie en Bujumbura, pero algunas personas nos trajeron
comida mientras estábamos en el hospital.
Cuando
nos dieron de alta, no teníamos ningún lugar adónde ir. Llegamos
por casualidad a Buterere, una localidad a las afueras de Bujumbura.
Vivo
allí todavía con mis padres, en una zona para desplazados
internos. Mi madre también es discapacitada, perdió una pierna al
pisar una mina anti-persona. Cuando podía caminar con mis dos
piernas estaba contenta, pero al convertirme en discapacitada me
entró la tristeza.
Un
día, el Hermano Antoine, un voluntario de JRS (Servicio Jesuita a
Refugiados), conoció a mi padre y le dijo que quería ayudarme. JRS
acababa de empezar a trabajar en Buterere con un grupo de mujeres.
La Hermana Teresa, que también trabajaba con JRS, me empezó a
cuidar, y aprendí a coser en un taller de JRS.
Un
día la Hermana Teresa me preguntó si quería continuar mis
estudios. ¡Por supuesto que quería! Tuve que interrumpir mis
estudios cuando huí de Cibitoke. El Servicio Jesuita a Refugiados
me dio una beca y empecé a ir al centro S. Kizito para
discapacitados, coordinado por las hermanas de Bene-Umukana.
Después, quizás pueda ir a la escuela secundaria tras haber pasado
los exámenes nacionales. ¡Ahora tengo un futuro y puedo vivir!
Servicio
Jesuita a Refugiados. Refugiadas.
Libros Libres, Madrid, 2002
El
Hermano Antoine, que ayudo a Gloriose, fue asesinado por unos
soldados del ejército
de
Burundi mientras viajaba desde Mutoyi a Bujumbura, el 3 de Octubre
de 2000. Durante
los
últimos tres años de su vida, el Hermano Antoine coordinó un
proyecto de JRS Burundi
de
asistencia a las personas vulnerables de Buterere.
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 9,0 %
Crecim.
urbano: 5,3 %
Hijos
por mujer: 6,8
Esp.
de vida: 41 años
Alfabetismo:
48 %
Hombres:
56 %
Mujeres:
41 %
Escolarización
Primaria
total:
47 %
PBI
per cáp.: U$ 591
Inflac.
anual: 24,3 %
Deuda
Ext: U$ 1.100
mill;
U$ 173 per cáp.
Servicio
de la deuda:
45,6
% de las exports
SÁBADO
DESPUÉS DE CENIZA
J
ustino, el horchatero de Uagadugú
IDH:
0,320
Población:
12.207.295 personas
Superficie
terrestre: 273.600 Km2
Capital:
Quagadougou
BURKINA
FASO
La
capital de Burkina Faso, es una ciudad africana que tiene la
posibilidad de disfrutar de la mejor horchata al estilo valenciano.
Justín
Sigouinda –Justino para los amigos españoles que pasan por la
capital burkinabe– es un joven emprendedor que hace unos años
estuvo trabajando en Alborada (Valencia), donde aprendió el oficio
de horchatero.
De
vuelta a su país, ha puesto en marcha una pequeña empresa que se
ve recompensada por el éxito, ya que la horchata, bautizada por él
como "Néctar de Africa", ha resultado muy del gusto de
sus paisanos. La "Hochata" es el refresco favorito de las
tardes de fútbol en el estadio de Ouaga. No ha sido tarea fácil
poner en pie el negocio. Pendiente hasta del último detalle de la
producción, envasado y conservación del producto, Justino muestra
en sus actividades y sus palabras un conocimiento y un amor por la
horchata y por su materia prima, la chufa, dignos del mejor
productor levantino. Justino se llevó de Alboraia, además del buen
hacer horchatero, todo el instrumental necesario para fabricar el
refresco, y encargó etiquetas para señalar en cada botella la
fecha de caducidad y el tipo de conservación necesarios para la
horchata, ya que al ser un producto muy perecedero y desconocido,
Justino teme que los compradores no la conserven convenientemente, y
la consuman en mal estado.
Aunque
tendría posibilidades de ampliar su negocio, Justino no quiere
tener más producción de la que puede controlar personalmente para
que todo se haga con la calidad y la higiene más escrupulosas.
Descarta poner la horchata a la venta en otros sitios fuera de su
establecimiento, para evitar que se almacene en lugares donde se
pueda estropear, consciente de que una mala imagen para un producto
nuevo en el mercado puede ser la ruina.
Justino
no sólo llega al final del proceso haciendo el seguimiento a los
consumidores. Organiza la producción desde el primer paso: el
cultivo de la chufa. Se ha encargado personalmente de formar a sus
cultivadores en la zona de Bobo-Dioulasso, al sureste del país, y
supervisa toda la producción.
Después,
él mismo se encarga del secado de la chufa, que resulta, por el
clima, de extraordinaria calidad. El pasado año entró en contacto
con importantes europeos y, tras enviar las correspondientes
muestras, ya ha recibido y esta sirviendo los primeros encargos de
chufa burkinabe para el viejo continente.
La
nostalgia de los buenos años pasados en Alboraia se traducen en su
homenaje permanente a la horchata, y también en el nombre de su
hijo, Bisbal, de quien espera que continúe al frente del primer
negocio horchatero de África.
Belén
de la Banda.
Mundo
Negro,
julio-agosto 1996
ALGUNOS
DATOS
Hijos
por mujer: 6,9
Esp.
de vida: 48 años
3
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 42 %
Alfabetismo:
23 %
Hombres:
33 %
Mujeres:
13 %
Escolarización:
Primaria
total: 27 %
1
diario, 35 radios , 12
televisores
y 4 líneas
telefónicas
cada
1.000
habs.
PBI
per cáp.: U$ 976
1ª
semana de Cuaresma DOMINGO
H
adhabiya Abagundul: el hambre verde
IDH:
0,321
Población:
66.039.754 personas
Superficie
terrestre: 1.000.000 Km2
Capital:
Adis-Abeba
ETIOPÍA
Nuestro
coche avanza por un paisajeabrumadoramente bello. Nadie puede
serinsensible a esta maravilla. Verde, verde, verde. A un lado y a
otro del camino sesuceden las chozas que vistas desde elcoche tienen
una belleza exótica indudable.
La
sensación no es la misma cuando las vesde cerca porque la pobreza
precisa distanciascortas: en su interior no hay nada. Unrecipiente
muy básico para cocinar y nadamás. Y todo es diáfano. Los
animales duermenjunto con la familia. La miseria huele.
Es
una mezcla de olores en la que seencuentran la falta de higiene, el
barro, losexcrementos animales y las infecciones quearrastran las
personas durante toda su vida.
En
la región de Kafa –la cuna del café, según los etíopes– no
basta con observar lo que uno tiene delante; se necesita a alguien
que te explique esas dos imágenes contradictorias que ven tus ojos:
la riqueza de la tierra y la miseria de la gente.
En
Etiopía, el café supone e1 60% de los ingresos del país. ¿Qué
hacer cuando no se establecen leyes internacionales que regulen
precios justos? ¿Qué hacer cuando las grandes empresas
multinacionales obtienen cada vez mayor margen de beneficio de una
forma desleal y nada compasiva?
En
el pueblo de Haro los miembros de la cooperativa cafetalera nos
conducen hasta su cuartito de reunión. Hadhabiya Abagundul es la
única mujer del grupo. Tiene 40 años, pero su presencia es la de
una abuela.
Con
voz suave y un tono delicado, Hadhabiya habla mirándome a los ojos,
como si esperara desesperadamente que yo la entendiera sin necesidad
de traducción: «Antes nosotros no comprendíamos por qué la
cooperativa nos pagaba cada vez menos por la cosecha. Ahora ya
empezamos a entender.
Nosotros
queremos que ustedes transmitan a los gobernantes de los países
ricos lo mal que lo estamos pasando. Mire mis ropas, son de hace
muchos años, no tengo otras. Estamos comiendo muy mal. No podemos
comprar a nuestros niños cuadernos y lápices para ir a la escuela.
Si nos ponemos malos no podemos ir al hospital. Y hemos vendido casi
todos nuestros enseres, incluso hay quien ha vendido el tejado de su
casa. Antes la cooperativa tenía algunos servicios de panadería,
un centro de salud básico, de trituración del grano..., pero no
hay dinero para pagarlos, así que todos estamos pensando en dejar
el café, porque el café sólo da buenos frutos cada dos o tres
años.
Muchos
ya lo han dejado para sembrar maíz, que da cosechas anuales, y al
menos tienen para comer. Siempre estamos hablando entre nosotros de
qué hace Europa para mejorar nuestros precios. Ahora las deudas no
nos dejan dormir. Toda nuestra vida era el café.
Vamos
a tener que irnos de nuestra tierra, pero adónde». Nunca esta zona
de Etiopía había vivido este desastre. Nunca los niños habían
padecido inanición. Eran pobres, pero tenían algo que llevarse a
la boca.
Elvira
Lindo, El hambre
verde,
El
País Semanal,
agosto 2003
ALGUNOS
DATOS
Hijos
por mujer: 6,8
Esp.
de vida: 43 años
Mortalidad
infantil:
117
por 1.000
Consumo
de calorías
diarias:
1.803 per cáp
Agua
potable: 24 %
Alfabetismo:
39 %
Hombres:
44 %
Mujeres:
33 %
Escolarización:
Primaria
total: 44 %
hombres:
43 %
mujeres:
28 %
PBI
per cáp.: U$ 668
LUNES
1ª semana de Cuaresma
L
isetta, una esperanza para África
IDH:
0,323
Población:
18.986.487 personas
Superficie
terrestre: 784.090 Km2
Capital:
Maputo
MOZAMBIQUE
Diciembre
de 2001.
Lisetta es la cara del sida en África. Mujer, joven, con hijos y
condenada a muerte. Con sólo 20 años ya ha visto fallecer a su
marido y a uno de sus hijos a causa de esta enfermedad.
Poco
después de casarse y quedar embarazada, todavía adolescente, su
marido se marchó a trabajar a Suráfrica. Como otros tantos
mozambiqueños, regresó ya enfermo y, antes de morir, la dejó
nuevamente embarazada y le transmitió el VIH. Al quedar viuda,
Lisetta se fue a vivir con la familia política hasta que también
falleció su hija recién nacida. Cosas del destino, la niña se
llamaba Esperanza. Tras la muerte de la niña la echaron de casa
acusándola de llevar la desgracia a la familia. Dice no saber de
qué murió Esperanza: ‘Casi no comía y tenía diarrea’, se
limita a explicar mientras va de casa en casa. ‘¿Y tu marido?’
‘Creo que tenía malaria’, dice mirando al suelo. Voluntarios de
San Egidio intentan encontrarle alguien para que la cuide, pero no
es fácil. Lisetta está estigmatizada y en este ambiente sólo
puede sentarse a esperar la muerte. ¿Cómo te encuentras? ‘Estoy
bien, gracias, aunque un poco débil’. ¿Estás enferma? ‘No;
sólo tengo poca hambre’.
Lisetta
no puede admitir que tiene el sida porque con 20 años no puede
asumir que el tiempo se le acaba. En pocos años, quizá meses,
engrosará la lista de los que no pudieron esperar que la sociedad
comprendiera el alcance de la epidemia.
Miquel
Noguer.
El
País,
Sociedad, 23/12/01
Julio
de 2003.
Lisetta ya apareció en las
páginas
de este diario a finales de 2001.
Vencida,
repudiada por su familia y carcomida por el virus, esta joven
mozambiqueño esperaba la muerte sentada en su chabola de de Maputo.
Pero las cosas cambiaron.
Lisetta
no murió. Tampoco es la misma. Hoy trabaja, sale a divertirse, se
ha casado de nuevo y, con su pequeño salario, mantiene a los siete
miembros de su nueva familia. Esta joven de 22 años puede
considerarse privilegiada. Pese a ser seropositiva y vivir en el
continente donde 30 millones de personas esperan morir por esta
enfermedad, Lisetta tiene esperanza. Y es que esta joven toma
religiosamente las dos pastillas diarias que la mantienen con una
salud de hierro.
Estos
fármacos, los antirretrovirales, tan populares en el mundo rico,
son un lujo inasequible para la mayor parte de africanos, pero no
para ella, que ha podido acogerse a un innovador programa de la ONG
italiana Comunidad de San Egidio. «África se merece tener
esperanza», explica Mario Marazziti, secretario general de San
Egidio. Desde que el tratamiento comenzó, en 2001, un millar de
personas han comenzado a recibir antirretrovirales y 200 mujeres
embarazadas y seropositivas han dado a luz niños sanos. Son cifras
irrisorias, pero nada despreciables para un país en el que la mitad
de la población no puede ir nunca al médico y el sida afecta al
16% de la población, el doble según las ONG.
Miquel
Noguer. El
País,
Sociedad, 13/07/03
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 40,2 %
Crecim.
urbano: 5,5 %
Hijos
por mujer: 6,1
Esp.
de vida: 38 años
Hombres:
37 años
Mujeres:
39 años
Agua
potable: 57 %
Alfabetismo:
44 %
Hombres:
60 %
Mujeres:
28 %
Escolarización
Primaria
total:
44 %
PBI
per cáp.: U$ 854
Deuda
Ext.: U$ 7.135
mill.;
U$ 390 per cáp.
1ª
semana de Cuaresma MARTES
J
ulião Soares, poeta en un país analfabeto
IDH:
0,339
Población:
1.256.574 personas
Superficie
terrestre: 28.120 Km2
Capital:
Bissau
GUINEA
BISSAU
Julião
Soares Sousa pertenece a esa porción de los habitantes africanos de
la que se habla poco: los intelectuales, escritores y poetas. Nacido
en Bula, en la región de Cacheu, al oeste de Guinea Bissau, es
colaborador habitual de varios periódicos y autor de libros y
artículos, entre los que destaca la biografía del mítico Amílcar
Cabral, líder de la independencia del país. Historiador
especializado en la expansión colonial portuguesa, colabora desde
1992 con la Universidad de Coimbra y con la Organización de Países
Africanos de Lengua Oficial Portuguesa (PALOP), que incluye a
Angola, Guinea-Bissau, Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe y
Mozambique.
Julião
Soares Sousa es un privilegiado, un escritor en un país donde el
63% de la población es analfabeta y donde la escolarización
primaria apenas llega al 42% de los niños. Sus poemas reflejan a un
tiempo su doble condición de historiador y de poeta.
CANTOS
DO MEU PAÍS
Canto
as mãos que foram escravas
nas
galés
corpos
acorrentados a chicote
nas
américas
Canto
cantos tristes
do
meu País
cansado
de esperar
a
chuva que tarde a chegar
Canto
a Pátria moribunda
que
abandonou a luta
calou
seus gritos
mas
não domou suas esperanças
Canto
as horas amargas
de
silêncio profundo
cantos
que vêm da raiz
de
outro mundo
estes
grilhões que ainda detêm
a
marcha do meu País
Um
novo amanhecer, (Coimbra 1996)
CANTOS
DE MI PAÍS
Canto
a las manos que fueron esclavas
en
las galeras
cuerpos
amarrados por azotes
en
las américas.
Canto
cánticos tristes
de
mi país
cansado
de esperar
la
lluvia que tarda en llegar.
Canto
a la Patria moribunda
que
abandonó la lucha
ahogó
sus gritos
mas
no domó sus esperanzas.
Canto
a las horas amargas
de
silencio profundo
cantos
que vienen de la raíz
de
otro mundo
estas
cadenas que aún refrenan
la
marcha de mi País.
Un
nuevo amanecer (Coimbra, 1996)
ALGUNOS
Esp.
de vida: 45 años
Alfabetismo:
37 %
Hombres:
53 %
Mujeres:
21 %
Escolarización:
Primaria
total: 42 %
hombres:
58 %
mujeres:
32 %
Secundaria:
Hombres:
9 %
Mujeres:
4 %
Universidad:
1 %
PBI
per cáp.: U$ 755
Deuda
Ext: U$ 942
mills;
U$ 785 per cáp
MIÉRCOLES
1ª semana de Cuaresma
A
chta, el rostro inolvidable de un país sin postales
IDH:
0,359
Población:
8.389.545 personas
Superficie
terrestre: 1.259.200 Km2
Capital:
N'Djamena
CHAD
Probablemente,
Chad sea uno de los países más desconocidos dentro del ya de por
sí ignorado continente africano. No es de extrañar: Chad no tiene
costas impresionantes como Tanzania, no tiene cataratas
espectaculares como Uganda, no tiene safaris exóticos como Kenya…
de hecho, no tiene ningún tipo de turismo, ni exterior (porque
carece de los atractivos clásicos y las instalaciones mínimas) ni
interior (porque, sencillamente, sus habitantes no se lo pueden
permitir).
Esta
conclusión resultó ser uno de los hechos que más me iba a hacer
reflexionar en mi viaje. Unos días atrás, una amiga me había
pedido que le trajera alguna postal para su colección, y fue la
búsqueda de alguna en N’Djamena (la más desconocida aún capital
de Chad) la que me hizo caer en la realidad: nadie va a visitar
Chad, salvo para hacer negocio con el petróleo o para tratar de
echar una mano en ese desolado país.
Porque
esa es precisamente la palabra que viene a mi mente cuando recuerdo
mi llegada a N’Djamena: desolación. “¿Cuándo llegamos a la
ciudad?”, preguntaba yo cuando seguíamos atravesando una pista de
tierra rodeados por unas pocas casas destartaladas… ¡y sin
embargo ya estábamos en pleno centro! No en vano Chad es uno de los
países más pobres del mundo. Y sin embargo, se ha descubierto hace
pocos años que buena parte de su territorio descansa sobre inmensas
bolsas de petróleo, lo cual tiene alterada la vida económica,
política y social de sus habitantes.
Con
este panorama se enfrenta día a día Achta, representante de mi
organización en el país y ángel de la guarda durante el viaje. Al
pensar en ella, esa imagen de pobreza y desolación se hace añicos.
Achta representa en sí misma toda la fuerza y la dignidad de la
mujer africana, luchando día a día frente a las condiciones más
adversas. Esposa y mujer de cuatro hijos, vive en una humilde casa
en un barrio cualquiera de N’Djamena, cuyas calles sin asfaltar se
convierten en época de lluvias en un barrizal (no puedo evitar
pensar en ella cada vez que me preguntan por los lujos y comodidades
de los trabajadores de ONG en Africa...). Pero eso no supone ni
mucho menos un elemento de desánimo para ella. Trabajadora
incansable, recorre el país con tanta frecuencia que ya ha tenido
más de un disgusto en medio de las hipotéticas carreteras
chadianas. Los proyectos de seguimiento y control sobre el proyecto
petrolero están al sur del país, cerca de la frontera con el
vecino Camerún.
La
entrada masiva de refugiados del vecino Sudán la han forzado
igualmente a ampliar su ruta y por supuesto su jornada de trabajo
hasta la extenuación… Pero Achta no se desanima. Sabe que muchas
personas confían en ella y esperan u visita. Como nosotros, acá
lejos en España, esperamos sus noticias, que nos recuerdan, mejor
que ninguna postal turística, que Chad existe y espera su
oportunidad.
Marta
Arias Robles.
Intermón-Oxfam
(Testimonio
inédito, diciembre de 2004)
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 23,8 %
Hijos
por mujer: 6,7
Esp.
de vida: 46 años
3
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 27 %
Alfabetismo:
54 %
Hombres:
67 %
Mujeres:
41 %
Escolariz.
Primaria
total:
39% (1 docente
cada
68 estudiantes)
PBI
per cáp.: U$ 871
Deuda
Ext: U$ 1.116
mill;
U$ 142 per cáp.
1ª
semana de Cuaresma JUEVES
C
hancela, la nueva maternidad de Philomène
IDH:
0,372
Población:
13.936.321 personas
Superficie:
1.246.700 Km2
Capital:
Luanda
REP.
CENTROAFRICANA
Chancela
abre sus grandes ojos cuando paramos el coche cerca de la casita de
paja y barro en la que vive con su abuela Philomène. El interior de
su casa es oscuro.
Huele
al humo causado por el fuego que encienden para calentarse durante
la noche. Chancela tiene seis años. Philomène prepara cada noche
su cama de cañas de bambú para dormir junto a su nieta y así
poder calentarse mutuamente. Pasan el resto de su tiempo al
exterior, se lavan en un pequeño baño hecho de ramas de palmera,
cocinan bajo una choza de paja de forma circular, encima de la cual
guardan los productos de campo. Hacen el fuego en el hogar,
encendiéndolo
entre
tres piedras, símbolo del mundo de los espíritus en la cultura
nzakara.
La
primera piedra representa el alma de los antepasados, la segunda el
alma de los difuntos de la familia, y la tercera es el símbolo del
alma de los que nacerán un día, pero que Dios no ha llamado
todavía a la vida. Sobre esas piedras se prepara la comida, se
amalgama la vida. La abuela cuenta a su nieta, delgada como un hilo,
retazos de sabiduría acumulados en su memoria. Los padres de
Chancela murieron hace unos años, a causa de la tormenta que hace
estragos en la ciudad de Bangassou y en toda la República
Centroafricana desde hace una década: el sida.
Una
de las consecuencias de este huracán sin piedad son los huérfanos.
La otra consecuencia es el número creciente de abuelas que vuelven
a ser madres a los 40 o 50 años para ocuparse de sus nietos. Esa
nueva maternidad se convierte en un peso más, al lado de los
trabajos del campo, la venta de equeños productos en el mercado, la
dura vida en la República Centroafricana.
Con
45 años, una abuela (o una tía o una vecina de la madre muerta que
acepta encargarse de los huérfanos) está ya cansada. Tiene
paludismo crónico, ha perdido los dientes, tiene reumatismo y
dolores cervicales por haber soportado muchas carga s sobre la
cabeza desde pequeña. Y en Bangassou, las abuelas como la de
Chancela se cuentas por decenas, ¡Habría que hacerles un
monumento! La pequeña Chancela nos saluda con su mano cuando
cogemos el coche para volver a la misión. Va a recoger su mochila
para ir a la escuela privada de la catedral, donde la Asociación de
Huérfanos de Bangassou la ha escolarizado junto con otros 100
huérfanos de entre 5 y 12 años. Comerá en la escuela antes de
volver a casa. A veces, la comida de la escuela es la única que
toma al día. Para estos huérfanos los meses más difíciles del
año son los de vacaciones. ¡Escuela cerrada, comida olvidada!
¡Ojala las almas que esperan nacer en la tercera piedra puedan un
día, en Bangassou, encontrar una madre y un padre con buena salud,
una familia completa y una abuela que les cuente la historia de las
tres piedras cuando la madre haya ido al campo! Mons.
Juan
José Aguirre.
Mundo
Negro. Junio
2004
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 41,2 %
Hijos
por mujer: 5,1
Esp.
de vida: 44 años
Mortalidad
materna:
1.100
cada 100.000
nacidos
vivos
4
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 70 %
Alfabetismo:
46 %
Hombres:
60 %
Mujeres:
35 %
Docentes
de primaria:
1
cada 99 estudiantes
PBI
per cáp.: U$ 1.172
VIERNES
1ª semana de Cuaresma
M
adame Diuf vuelve a casa
IDH:
0,378
Población:
12.018.663 personas
Superficie
terrestre: 1.220.190 Km2
Capital:
Bamako
MALÍ
De
madrugada, la estación de ferrocarril de Dakar aparece desierta. En
la vía sólo se ve un tren, que antes del mediodía partirá con
destino a Bamako, la capital de Malí. na pareja de jóvenes
escoceses de Glasgow y yo llevamos ya un tiempo sentados en el
compartimento, pero justo antes de partir se nos une una mujer
corpulenta y enérgica, ataviada con un bou-bou
(vestido
del lugar, largo hasta los tobillos) amplio, bullón y de colores
chillones. «¡Madame Diuf!», se presenta y se sienta cómodamente
en el banco. Nos ponemos en marcha.
Llegábamos
a una estación. Vi cómo venía corriendo un tropel de personas.
Eran mujeres y niños que vendían plátanos, naranjas, maíz asado,
dátiles... Con su imponente silueta, Madame Diuf ocupó enseguida
todo el hueco de la ventanilla. Se puso a manosear y escoger entre
las montañas de frutas y verduras que se movían por encima del
andén. Regateó y discutió. A cada momento se volvía hacia
nosotros para enseñarnos ya un racimo de plátanos verdes, ya una
papaya madura: «À
Bamako? Cinq fois plus cher! À
Dakar? Dix fois plus cher! Vo i l à !».
Y
colocaba la fruta que acababa de comprar en el suelo y sobre los
estantes. Tras una sacudida, el tren se puso en marcha y Madame Diuf
se sentó, contenta. Pero se sentó de tal manera que su tamaño
había aumentado visiblemente. Lo que hizo no fue un simple
sentarse, sino que se repanchigó a sus anchas, como si decidiese
liberar la masa de su cuerpo de los corsés que la agobiaban y que
para nosotros permanecían invisibles.
El
compartimento se llenó de Madame, cada vez más voluminosa,
jadeante y bañada en sudor, y cuyos hombros y caderas, brazos y
piernas nos dominaron por completo, desplazando a los escoceses
hacia un rincón y a mí, hacia el otro; con el agravante de que a
mí apenas me quedaba sitio.
La
vía férrea pasaba por Goudiri, Diboli y, finalmente, Kayes, ya en
el lado de Malí. Madame Diuf había hecho compras en todas las
estaciones. El compartimento estaba lleno a rebosar de naranjas,
sandías, papayas e, incluso, uva. Ahora compraba taburetes
tallados, candelabros de latón, toallas chinas y jabón de tocador
francés. Yo había perdido mi asiento por completo, aunque a los
escoceses tampoco les quedaba más que un trocito en el lado opuesto
del compartimento.
Contemplando
a Madame Diuf, su omnipresencia y su poder absoluto e
incuestionable, me di cuenta de hasta qué punto África había
cambiado. Me acordé de un viaje que había hecho años atrás con
el mismo tren. En aquella ocasión estaba solo en el compartimento:
nadie osaba turbar la paz y limitar la comodidad de un europeo. Y
ahora la propietaria de un puesto de mercado en Bamako, dueña y
señora de esta tierra, sin que le temblase un párpado, había
arrinconado y echaba del compartimento a tres europeos, haciéndoles
ver que allí no había sitio para ellos.
Ryszard
Kapuscinski. Ébano.
Anagrama,
Barcelona, 2000. p. 284-293
ALGUNOS
DATOS
Hijos
por mujer: 7,0
Esp.
de vida: 52 años
Mortalidad
menores de
5
años: 233 por 1.000
5
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 65 %
Alfabetismo:
40 %
Hombres:
48 %
Mujeres:
33 %
Docentes
de primaria:
1
cada 62 estudiantes
PBI
per cáp.: U$ 797
Deuda
Ext: U$ 2.956
mill;
U$ 260 per cáp.
1ª
semana de Cuaresma SÁBADO
E
l difícil sueño de Daniel y Delfina
IDH:
0,395
Población:
13.936.321 personas
Superficie:
1.246.700 Km2
Capital:
Luanda
RWANDA
A
Finales de los años 70 una niña y un niño crecieron en Kibungo,
en el sureste de Ruanda. Delfina Butera era una chica alta y bella,
nacida en el seno de una familia tutsi.
Daniel
kukuze era un apuesto joven hutu. Delfina y Daniel se conocieron en
la escuela superior y se encariñaron uno del otro. Pero sus
familias se despreciaban mutuamente.
La
familia Butera consideraba que los hutus habían nacido para servir.
Por su parte, la familia kukuze estaba cansada de verse siempre
despreciada por los tutsis. Delfina y Daniel se graduaron juntos en
la escuela superior con buenas notas y fueron aceptados en la
universidad de Kigali. Ambos querían ser maestros. De repente, un
terrible día de abril de 1994, los presidentes de Ruanda y Burundi
murieron en un atentado contra el avión en que viajaban. Durante la
noche el país se vio envuelto en el caos y la muerte. Ruanda se
convirtió en un baño de sangre.
Los
soldados entraron en la universidad en busca de tutsis. Delfina se
escapó a través de una ventana cuando comenzaron a disparar en su
dormitorio. Daniel se dirigió en su busca hasta Kibungo, esperando
que no la hubiera pasado nada, ya que los hutus habían comenzado a
matar brutalmente a tutsis en todos los sitios. Cuando llegó, se
enteró de la triste noticia. Los padres de Delfina habían sido
asesinados junto con dos hermanas y un hermano. Ella había huido
con unos amigos hacia Tanzania, donde llegaron después de caminar
durante tres días.
Daniel
decidió permanecer con su familia. Una noche, los soldados tutsis
aparecieron y condujeron a todos los hutus a la iglesia más
cercana. Allí comenzó una brutal matanza. Daniel vio, horrorizado,
cómo sus padres y su pequeña hermana eran asesinados.En medio de
la confusión, logró escapar por una puerta lateral de la iglesia y
corrió hacia el bosque. Estaba destrozado. Daniel se encaminó al
este, hacia Tanzania.
Sobrevivió
en el bosque durante varias semanas y finalmente cruzó el río
Kagera. 400.000 refugiados ruandeses habían llegado en medio de una
gran confusión. Daniel buscó a Delfina por todas partes. Por fin,
la encontró en un campo de refugiados. Se abrazaron con emoción.
Más tarde se contaron su historia de dolor, con lágrimas en los
ojos, sobre todo la matanza de sus padres. Los vecinos de Delfina en
el campo, tutsis, desconfiaban de Daniel, así que tenían que tener
mucho cuidado. Algunos amigos les advirtieron que o d ían meterse
en problemas, pero ellos no vacilaron ante las dificultades y
finalmente se casaron en una jubilosa y alegre celebración. Delfina
y Daniel querían demostrar que los hutus y los tutsis pueden vivir
juntos en paz y armonía.
Cuando
se enteraron de que las cosas se estaban normalizando en Ruanda se
prepararon para volver. "Nuestra vida no será fácil, pero
podemos demostrar a la gente que es posible la reconciliación y la
paz".
J.
G. Healey. Mundo
Negro,
julio-agosto 1998
ALGUNOS
DATOS
Hijos
por mujer: 6,0
Esp.
de vida: 41 años:
Agua
potable: 41 %
Alfabetismo:
67 %
Escolarización:
Primaria
total: 66 %
hombres:
67 %
mujeres:
68 %
Secundaria:
Hombres:
12 %
Mujeres:
9 %
Universidad:
1 %
PBI
per cáp.: U$ 943
Servicio
de la deuda:
29,6
% de las export.
DOMINGO
2ª semana de Cuaresma
L
a pequeña Sara estuvo en España
IDH:
0,397
Población:
11.828.182 personas
Superficie
terrestre: 94.080 Km2
Capital:
Lilongwe
MALAWI
Cuando
llegué a Malawi en 1989, la muerte de los padres no suponía para
los huérfanos el abandono y el desamparo. Tradicionalmente, la
familia extendida –tíos y abuelos principalmente– se hacía
cargo de los niños. Entonces era raro ver a los niños mal
atendidos o abandonados. A mi vuelta en 1999, tras seis años de
ausencia, todo había cambiado. Con frecuencia se ven niños
desatendidos, incluso en los poblados; en las calles de las ciudades
proliferan adolescentes de ambos sexos que tratan de sobrevivir
mendigando. El causante de este rápido y brusco cambio ha sido el
sida que ha golpeado a este pequeño país africano con singular
ferocidad. Se calcula que el 10 % de la población, especialmente
entre los 15 y los 35 años, esta infectada por el virus, que cada
año provoca la muerte de unas 80.000 personas.
El
sida ha causado ya cerca de un millón de huérfanos, y la cuenta
sigue. El gobierno, la Iglesia y la sociedad civil se están
movilizando para tratar de paliar los efectos del sida atendiendo de
una manera especial a sus víctimas más inocentes y desprotegidas:
los niños huérfanos. Entre las instituciones que más se destacan
en este esfuerzo se encuentra el Centro de Rehabilitación Santa
María de Chezi fundado por las Misioneras de María Mediadora, en
el distrito de Dowa, a unos 50 kilómetros de Lilongüe, la capital
de Malaui. Es una zona rural y pobre, cuyos habitantes se dedican al
cultivo del maíz y de algunos vegetales.
Entre
los menudos habitantes de Chezi, hay una niña que goza de una
enorme popularidad. Se trata de Sara, una preciosa chiquilla de seis
años. Su fama le viene de que, mientras que la mayoría de sus
compañeros no han traspasado los limites de su Dowa natal, ella ha
viajado a Europa y además en avión. Sara, que nació con una
hidrocefalia, vino a España en 1996 gracias a la Fundación Tierra
de Hombres y fue sometida a una operación en el hospital madrileño
de San Rafael. La intervención quirúrgica le salvó la vida y
ahora crece feliz en Chezi. Los niños desnutridos que llegan a
Chezi requieren un tratamiento médico intensivo y una alimentación
adecuada para poder recuperarse.
En
el momento de mi visita los ingresados eran 80. Con mucha
frecuencia, las madres sufren, asimismo, de desnutrición y
necesitan cuidados similares a los de sus hijos. Algunas de las
criaturas llegan tan débiles al Centro que, a pesar de los
esfuerzos del personal sanitario, no consiguen sobrevivir. Una
diarrea o una simple infección acaban de consumir sus exhaustas
fuerzas. Otras se restablecen pero están condenadas a arrastrar
consigo la lacra de la desnutrición, que les impedirá
desarrollarse normalmente. Es el sino de los niños nacidos en un
país pobre que las misioneras y sus colaboradores tratan de
corregir con una dedicación admirable.
Francisco
Carrera. Mundo
Negro. Abril
2001
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 15,4 %
Crecim.
urbano: 4,6 %
Hijos
por mujer: 6,6
Esp.
de vida: 39 años
Mortalidad
materna:
1.100
cada 100.000
nacidos
vivos
Agua
potable: 57 %
Alfabetismo:
60 %
Docentes
de primaria:
1
cada 59 estudiantes.
PBI
per cáp.: U$ 615
Deuda
Ext: U$ 2.716
mills;
U$ 240 per cáp
Deforest:
1,6 % anual
2ª
semana de Cuaresma LUNES
«
Me detuvieron a las dos de la tarde...»
IDH:
0,397
Población:
8.381.000 personas
Superficie:
245.720 Km2
Capital:
Conakry
GUINEA
CONAKRY
«Me
detuvieron a las dos de la tarde... Me golpearon, me dieron cuarenta
latigazos.
A
las dos de la mañana del día siguiente los soldados vinieron a
golpearnos de nuevo y después de los golpes tres soldados nos
llevaron con ellos [...]. Uno de los soldados me dijo que si no
oponía resistencia me dejarían marchar. Me negué y entonces
sacaron un arma y me la pusieron detrás de las orejas, después en
el pecho, y después empezaron a violarme [...]. Me violaron hasta
que perdí la noción de dónde estaba. Pasé cuatro días allí con
las otras mujeres [...]. Entonces mi madre pagó para que me
pusieran en libertad. Tuve que ingresar en el hospital para
someterme a un serio tratamiento, pero aún ahora, según le hablo,
me siento completamente perdida...»
Esta
mujer fue detenida en diciembre de 1998 cuando participaba en una
manifestación pacífica por la liberación de Alpha Condé,
presidente del grupo político de oposición Agrupación del Pueblo
Guineano (Rassemblement
du Peuple de Guinée).
Posteriormente la pusieron en libertad sin cargos..
Durante
la manifestación centenares de personas, entre ellas numerosas
mujeres, fueron detenidas y torturadas, algunas de ellas violadas,
en el cuartel de Kankan, en la zona oriental de Guinea. No se han
tomado medidas para investigar los casos de tortura denunciados, que
incluyen violaciones, y no se ha procesado a nadie por estos
crímenes.
La
violación y la violencia sexual pueden causar lesiones físicas,
embarazos, enfermedades e incluso la muerte. Pero además de la
brutalidad de esa violencia, las víctimas pueden sufrir también
las consecuencias psicológicas durante el resto de su vida. En
Guinea-Conakry las víctimas que no están casadas temen no poder
contraer ya matrimonio, y las que están casadas temen que su esposo
las abandone. Es tal la presión que la sociedad guineana ejerce
sobre las mujeres para que preserven su recato y humildad que las
víctimas de la violación y la violencia sexual apenas se atreven a
hablar de su sufrimiento. Sin embargo, durante una visita de
Amnistía Internacional al país en abril del 2000, algunas mujeres
violadas se dieron a conocer para asegurarse de que sus testimonios
eran escuchados.
Las
violaciones que cometen los miembros de las fuerzas de seguridad en
Guinea son una forma de perpetuar el clima de represión y de
intimidación de víctimas indefensas. Un soldado guineano está
seguro de poder actuar con total impunidad porque el gobierno no
toma ninguna medida. En un proceso judicial una acusada de 17 años
denunció que la habían violado mientras estuvo detenida. El
presidente del tribunal le dijo que «pasara página» y le impidió
que volviera a hablar, mientras que el fiscal dijo que no podía
admitir que se desacreditase al ejército guineano.
Amnistía
Internacional,
ACT 77/001/2001
http://web.amnesty.org
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 32,8 %
Crecim.
urbano: 4,5 %
Hijos
por mujer: 6,1
Esp.
de vida: 49 años
Consumo
de calorías
diarias:
2.133 per cáp.
Alfabetismo:
41 %
Hombres:
55 %
Mujeres:
27 %
Escolariz.
Primaria:
hombres:
49 %
mujeres:
30 %
Secundaria:
Hombres:
20 %
Mujeres:
7 %
MARTES
2ª semana de Cuaresma
L
a historia de Mustafá Nyang
IDH:
0,398
Población:
1.370.815 personas
Superficie
terrestre: 10.000 Km2
Capital:
Banjul
GAMBIA
Me
llamo Mustafá Nyang. Tengo 15 años y vivo en Nyangen, una aldea
del distrito de Central River, en Gambia.
Hoy
mi vida es agradable. Ayudo a mi familia, estudio el Corán y
trabajo en el huerto para ganar dinero. Pero no siempre fue así. Mi
padre, Momodou, me mandó a Banjul, la capital, cuando tenía siete
años, como almudo
(los
niños musulmanes de la calle) con un marabut
o
maestro del Corán, como hacen muchas familias pobres de la región.
A
cambio de aprender el Corán y para ayudar al marabut
a
alimentarlos, los niños salen todos los días a pedir limosna y
alimentos. Es una vida difícil. Regresé cuando tenía 10 años,
gracias a mi tía Yama, que hizo todo lo posible para que los
almudos
de
nuestra aldea volvieran con sus familias, La Asociación Islámica
de Socorro organizó nuestra reinserción y nos apoyó para
conseguir ayuda a través de la campaña TeleFood de la FAO
[Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación].
Mi
tía me consiguió una parcela en el huerto colectivo, a orillas del
río Gambia. Con los fondos aportados por TeleFood compramos aperos
y semillas y construímos un pozo. Ahora producimos toda clase de
hortalizas y fruta, como tomates, zanahorias, sandías, berenjenas y
pimientos. Incluso cultivamos árboles para sustituir los que
destruyen los incendios forestales. Los pimientos prosperan y hay
una gran demanda. Los sábados llegan personas del Senegal a
comprarlos. El año pasado mi mamá y mi tía ganaron 15.000 dalasis
(unos
500 dólares) cada una, sólo de la venta de pimientos.
Todas
las mañanas salgo a mi huerto a regar las plantas. Obtengo el agua
del río Gambia. En la temporada seca, cuando el agua del río se
hace demasiado salada, sacamos agua del pozo. Cuando termino de
regar el huerto me voy a las clases de Corán. Ahora son los
marabutos
quienes
vienen a las aldeas de esta zona a enseñar. Casi todos los niños
de nuestra aldea estudian con un marabut.
Pocos
van a la escuela. De todas formas, en la aldea no hay escuela. Mi
papá cultiva cacahuetes para venderlos y yo le ayudo a cosecharlos.
Los cacahuetes crecen dentro de la tierra y es difícil extraerlos y
pelarlos. Cuando todo funciona bien, vendemos unos 10 costales de
cacahuetes a 3.750 dalasis
(unos
125 dólares) cada uno. Es el principal ingreso de mi padre en el
año. Cuando me case voy a recibir la tierra de mi padre. Pero el
huerto de TeleFood me ha dado nuevas oportunidades de obtener otros
ingresos mientras tanto. Pronto voy a cosechar mis primeros
pimientos, y mi mamá, Hawa, me va a ayudar a vendérselos a los
mediadores senegaleses. Con el dinero que gane voy a poder comprarme
una ternera, que cuando haya engordado podré vender al doble del
precio pagado. Podría tal vez incluso comprar ropa nueva para mí y
para mi madre.
FAO.ORG
www
fao / gambia/gambia1_ es.htm
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 32,5 %
Hijos
por mujer: 5,0
Esp.
de vida: 47 años
Consumo
de calorías
diarias:
2.598 per cáp.
Alfabetismo:
37 %
Hombres:
44 %
Mujeres:
30 %
Escolariz.
Primaria:
Hombres:
64 %
Mujeres:
55 %
Secundaria:
Hombres:
30 %
Mujeres:
19 %
Deforest:
0,9 % anual
2ª
semana de Cuaresma MIÉRCOLES
«
Me llamo Referendo»
IDH:
0,408
Población:
3.993.038 personas
Superficie
terrestre: 101.000 Km2
Capital:
Asmara
ERITREA
Cuando
llegué a Daguiló, un poblado cunama que forma parte de nuestra
misión de Fode, los pequeños acababan de salir de la cabaña que
sirve de iglesia y de escuela. Los jóvenes estaban escondidos en el
río, porque los soldados habían invadido el poblado. Sonaron
algunos disparos y se produjo un gran revuelo. Como en Omelli,
también en este poblado la mayoría de la gente estaba enferma por
la epidemia de gripe y los demás habían ido a buscar agua al río.
Los
pequeños acudieron en cuanto sintieron el rumor de la moto. Las
niñas eran mucho más numerosas porque los niños son pastores y
tienen que custodiar las cabras. Registré los nombres de los que
empezaban el curso de catecismo. Me quedé sorprendido cuando le
pregunté su nombre a un niño y me respondió: «Me llamo
Referendo».
Pensé
que no había entendido muy bien. Le pregunté de nuevo y me dio la
misma contestación. Quizá se llame Fernando –pensé– y
pronuncia mal el nombre. O quiza se llame Reverendo, en homenaje al
Padre que lo bautizó.
Comenzada
la lección del catecismo, en un cierto momento tuve una
iluminación. ¡Ya está! –me dije–, este niño se llama así
porque nació cuando se celebró en Eritrea el referéndum que
concedió la independencia al país (1993). Pregunte al catequista y
confirmó mi conjetura. Después del catecismo fui a visitar Agani.
Tuve que regresar enseguida porque se pinchó una rueda de la moto y
no tenía los instrumentos para arreglar el pinchazo. Dejé la moto
en una cabaña y emprendí el camino de regreso a pie. Al día
siguiente volví muy de mañana con Hamid y sus asnos. Entramos en
la casa donde había dejado la moto y pensé que entraba en la casa
de Abrahan. Lo que ignoraba es que la casa pertenecía a un conocido
mío, al pequeño Referendo. Su joven padre nos recibió con una
cordialidad y una hospitalidad dignas de un hijo de África.
Inmediatamente nos ofrecieron unos asientos y nos invitaron a café.
Se ve que, como el anciano Abraham, ya nos habían divisado desde
lejos. Después nos ayudaron a arreglar la moto y otra mucha gente
vino a saludarnos. Una vez terminado el trabajo, nos sirvieron la
comida. Insistieron con tanta delicadeza que no pudimos declinar la
invitación. Además, observé que alguna otra mujer del poblado
había colaborado, trayendo la injera
o
pan eritreo para que pudiéramos restablecer nuestras fuerzas antes
de ponernos de nuevo en camino.
Mientras
partíamos Referendo nos escoltó hasta las afueras del poblado y,
como despedida, me dijo: –Hombre de Dios, ¿vendrás mañana para
el catecismo? Vi la ilusión reflejada en su rostro y no quise
decepcionarlo. –Ya veremos. Me encantaría.
P.
José Luis Lizalde. Mundo
Negro
Diciembre
2003. Publicado con motivo de la
muerte
del autor, el 30/10/03.
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 18,7 %
Crecim.
urbano: 4,4 %
Hijos
por mujer: 5,5
Esp.
de vida: 52 años
3
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 46 %
Alfabetismo:
30 %
PBI
per cáp.: U$ 837
Crecim.
anual: -10,6%
Gasto
militar como %
del
INB: 27 %
Gastos
en defensa
51,1
% del gasto del
gobierno
central
JUEVES
2ª semana de Cuaresma
I
rene, el tesón de una mujer
IDH:
0,420
Población:
6.628.989 personas
Superficie
terrestre: 110.620 Km2
Capital:
Porto Novo
BENÍN
Irene,
es nuestra traductora de lokpá, la lengua de la etnia homónima
procedente del noroeste de Benín. Desde el principio nos impresionó
su fuerza en el hablar, el entusiasmo que pone en lo que dice y
hace, poco común en las mujeres de aquí, que por lo general se
muestran tímidas y calladas. Irene es la mayor de 30 hermanos. Su
padre tuvo 15 mujeres; algunas se separaron de él por distintos
motivos. Según la versión de su propia hija, sólo permanecen con
él las cinco esposas de más coraje, entre ellas la madre de Irene.
En fin, el padre ha llevado una vida un poco agitada y, para colmo,
este buen señor ostenta el nombre cristiano de Benito, va a misa
los domingos y es miembro de la comunidad parroquial. La vida en las
aldeas no es fácil para las mujeres. El hombre no tiene ninguna
obligación de mantener ni a ellas ni a sus hijos. Las mujeres deben
recorrer muchos kilómetros para comerciar en el mercado algún
producto como leña, ñame, mandioca, etc., soportando pesos de
hasta 60 kilos o más en sus cabezas, con el fin de conseguir un
poco de comida, ropa para cubrirse o algún medicamento.
Frecuentemente son maltratadas, y no es raro, sobre todo en las
aldeas más grandes o en las ciudades, que se prostituyan para
conseguir algo de dinero. Según sus propias palabras, las traen al
mundo y después deben arreglárselas como pueden...
Este
panorama se le presentaba a Irene como alternativa para su vida.
Desde chica su principal objetivo fue salir de allí, casarse con
alguien de otra aldea y vivir de otra manera. Entonces comenzó su
lucha. Tuvo que librar una verdadera guerra para ir a la escuela que
estaba muy lejos. Trabajando mucho, junto un dinerillo y logró
comprarse una bicicleta. A pesar de las amenazas, golpes y gritos de
su padre, pudo terminar sus estudios y consiguió hacer un curso
para ser instructora sanitaria en las aldeas. Cada paso significó
un triunfo sobre el ancestral sometimiento de las mujeres,
demostrando que hasta los destinos mejor trazados se pueden revertir
con una buena dosis de voluntad y esfuerzo. Rezó cada día para
encontrar un marido que no fuera como su padre y sus ruegos fueron
escuchados. Conoció a un maestro con el que se casó lejos de su
casa, otro desafío a sus costumbres tradicionales, y ahora tiene
tres hermosos hijos.
Para
alejarse definitivamente de un medio ambiente que le era hostil,
pidieron ser trasladados a Parakou, donde él ejerce su profesión
como maestro de una escuela de nuestro barrio. El no desea tomar una
segunda esposa y ambos forman uno de los pocos matrimonios que se
ayudan y comparten todo. Irene da gracias a Dios por su vida y por
eso a su primera hija la llamó Donaldine (Dios nos la dio) y a otro
de sus hijos Emanuel. Con mujeres así, no sólo África sino el
mundo entero podría cambiar.
Esclavas
del Corazón de Jesús.
Mundo
Negro. Junio
2001
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 42,3 %
Crecim.
urbano: 4,5 %
Hijos
por mujer: 5,9
Esp.
de vida: 54 años
Hombres:
52 años
Mujeres:
56 años
6
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 63 %
Alfabetismo:
37 %
Hombres:
52 %
Mujeres:
24 %
PBI
per cáp.: U$ 990
Deuda
Ext per cáp.:
U$
255
2ª
semana de Cuaresma VIERNES
“
Ésta es mi
tierra”
IDH:
0,422
Población:
13.936.321 personas
Superficie:
1.246.700 Km2
Capital:
Luanda
ANGOLA
Kalulo
está ubicada en el municipio de Libolo al sur del río Cuanza,
provincia de Cuanza Sur, a 500 kilómetros de Luanda, la capital de
Angola. Kalulo es mi misión desde hace años. Fui secuestrado hace
trece años por guerrilleros de la UNITA (Unión Nacional para la
Independencia Total de Angola) junto a otras 300 personas. Me
pusieron más tarde en libertad con la condición de que no volviese
por Angola hasta que llegase la paz: hoy, cumplidas las condiciones,
puedo por fin volver a Kalulo, mi paraíso. Esta es mi tierra, las
madres de aquí son mis madres, los hijos de esta tierra son mis
hijos. Esta es mi tierra, clavada en mis carnes como una espina
dolorosa cuando tuve que abandonarla trece años atrás, caminando
furtivamente rumbo al sur. En las márgenes del río Cuanza fuimos
colgando nuestros temores y nuestros cantos, nuestros rezos y
angustias; atrás quedaba la ciudad desierta. Eramos unos
trescientos civiles, seis hermanas de la compañía de Santa Teresa,
siete postulantes y este salesiano.
Esta
es mi tierra. El Señor de la historia me la ha devuelto años
después como un presente codiciado e inmerecido. Y aquí encontré
a mis viejos catequistas con las manos nudosas de callos y su fe
inconmovible, con la sonrisa inalterable y serena. Encontré a mis
madres envejecidas a causa de los hijos y la pérdida de los
maridos.
Junto
a ellos soñé otra vez en el futuro. Me contagié con su alegría y
los cantos de la chiquillada que resonaron por los poblados como
himnos de paz. Más tarde tuve que llorar por tanta sangre
inútilmente derramada. Volvieron los recuerdos de las noches sin
descanso, las familias huyendo presas del terror. ¡Cuántos
perdieron la vida! ¿Para qué? Catorce meses de exilio
interminables, llenos de privaciones, epidemias, ausencias...
Después los vi regresar, los fui viendo uno a uno, descalzos; los
santos siempre marchan descalzos. Hoy, como entonces, se resumía la
fe de la comunidad cristiana en esa frase densa de esperanza:
“Cristo es nuestra paz”. Volvieron a encenderse los fuegos
nocturnos y a oírse los cantos y las danzas en las noches de
plenilunio. A1 pie de las lareiras
los
mayores narran y los pequeños escuchan las experiencias del pasado
con un sentido profundo de esperanza: el libro de la fe. Los
tambores volvieron a resonar y vibraron las paredes de la iglesia
centenaria. Las oraciones de este pueblo se elevaron hasta el Señor
de las alturas. A1 celebrar su fe, apoyado en la piedra del altar,
como un susurro, como un murmullo dejé escapar aquellas palabras
del Salmo que apenas ayer recé: «Si me olvidare de ti, que se me
pegue la lengua al paladar... si no hiciera de ti, mi Iglesia y mi
gente la mayor de mis alegrías».
Las
madres de esta tierra son mis madres, los hombres de esta tierra,
mis hermanos, sus hijos son mis hijos. Esta es mi tierra.
Ramón
Uría. Mundo
Negro, enero
1996.
ALGUNOS
DATOS
Pobl.
urbana: 34,2 %
Crecim.
urbano: 4,8 %
Hijos
por mujer: 7,2
Esp.
de vida: 46 años
Agua
potable: 38 %
Escolarización
Primaria
total:
50 %
PBI
per cáp.: U$ 2.187
Crecim.
anual: -0,8 %
Inflac.
anual: 325,0 %
Deuda
Ext: U$ 10.146
mill;
U$ 772 per cáp.
Deforest:
1,0 % anual
Gasto
militar: 21 %
del
INB
SÁBADO
2ª semana de Cuaresma
Un
día en la aldea de Thiam
SENEGAL
IDH:
0,423
Población:
9.907.949 personas
Superficie
terrestre: 192.530 Km2
Capital:
Dakar
En
la aldea las primeras en levantarse son las muchachas, que, apenas
rompe el alba, salen a buscar el agua. Basta descender por un
declive arenoso hasta el río que lleva el nombre del país:
Senegal. En la otra orilla está Mauritania. Nos encontramos en un
lugar donde se acaba el Sáhara y empieza el Sahel, una franja de
sabana estéril y tórrida.
En
Abdallah Wallo no hay ni un solo bicho, ningún animal de los que
llamamos de granja, ni ganado, ni aves de corral. Tampoco hay
plantas, ni hierba, ni arbustos, ni huertos. El hombre vive aquí
cara a cara con la tierra desnuda. Es el único ser vivo de estas
extensiones abrasadas. De las chozas de barro salen enjambres de
niños. Hay muchísimos, como si la aldea no fuese sino una inmensa
guardería. Después salen los adultos. Los hombres colocan sobre la
arena unas alfombrillas y empiezan sus oraciones matutinas. Rezan
concentrados, ajenos al ajetreo de los otros: al corretear de los
niños y al ir y venir de las mujeres. Me encuentro aquí como
invitado de Thiam, a quien conocí en Dakar. Thiam, después de la
oración, empieza el ritual de visitas y saludos matutinos. Todos
visitan a todos. «¿Cómo has dormido?» «Bien.» «¿Y tu mujer?»
«Pues, igual de bien.» «¿Y los niños?» «Bien.» «¿Y has
soñado?» «He soñado. » Etcétera. La ceremonia se prolonga
durante mucho rato; cuanto más largo hacemos el intercambio de
fórmulas de cortesía, más respeto por el otro demostramos tener.
Ahora, parte de la gente se va al campo a trabajar. La azada es la
única herramienta del hombre; no hay arados ni animales de tiro. La
sabiduría y la experiencia de estas gentes les hace trabajar poco y
despacio, les obliga a hacer largas pausas, cuidarse y descansar. A1
fin y al cabo son personas débiles, mal alimentadas y sin energías.
Las mujeres, a su vez, desde la mañana misma preparan el alimento.
Lo primero que tienen que hacer es salir en busca de leña. Hace
tiempo que se han talado todos los árboles y arbustos, y el buscar
astillas y trozos de ramas es una ocupación pesada y lenta. Cuando
la mujer por fin trae un manojo de leña, tiene que volver a
marcharse, esta vez para ir a buscar un barril de agua. Aquí el
agua está cerca, pero en otros lugares hay que caminar kilómetros
para encontrarla. Provista de combustible y agua, la mujer ya puede
proceder a la cocción del arroz. En esto llega el mediodía, la
hora de un calor tal que cesa todo movimiento, todo se paraliza y
petrifica.
Por
la tarde Thiam y yo nos acercamos al río. En ninguna parte se ve
vegetación. Claro que se podrían construir canales que regasen el
desierto. Pero ¿quién habría de hacerlo? ¿Con qué dinero?
Cuando volvemos a la aldea ya es de noche. No hay luz alguna. Nadie
enciende un fuego: sería desperdiciar combustible. La aldea,
aprovechando esos escasos instantes de frescor, se sume en el
silencio y duerme.
Ryszard
Kapuscinski. Ébano.
Anagrama,
Barcelona, 2000. p. 223-231
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 47,4 %
Crecim.
urbano: 4,1 %
Hijos
por mujer: 5,4
Esp.
de vida: 54 años
8
médicos cada
100.000
personas
Alfabetismo:
37 %
Hombres:
47 %
Mujeres:
28 %
Escolarización
Primaria
total:
49 %
PBI
per cáp.: U$ 1.510
Deuda
Ext: U$ 3.372
mill.;
U$ 358 per cáp.
Deforest:
0,7 % anual
3ª
semana de Cuaresma DOMINGO
G
régoire, el hombre bueno de Buaké
IDH:
0,426
Población:
16.691.388 personas
Superficie
terrestre: 318.000 Km2
Capital:
Abidján
COSTA
DE MARFIL
Conocí
a Grégoire como reparador de neumáticos. Nos hicimos muy amigos.
Ahora, Grégoire es un cristiano comprometido hasta el límite. En
1991 Grégoire empezó a volcarse hacia los más necesitados de la
ciudad que, en Buaké, son los enfermos mentales. Ser loco en África
es tremendo. La familia cree que el enfermo es un poseso, un
espíritu malo al que temen porque puede hacerles daño y, lo que es
peor, causar daño a otras personas del poblado. Por eso, los
abandonan, los encadenan a un árbol o les meten las piernas en
agujeros hechos en un tronco o les aplican otras formas de
segregación. Grégoire se dio cuenta de este abandono del enfermo
mental. Pidió insistentemente al Señor que le sugiriera alguna
solución a este problema. Un día se le ocurrió mover la
conciencia de las autoridades y consiguió una parcela en el
Hospital Municipal de Buaké para instalar el Centro de Acogida de
los Enfermos Mentales, que puso bajo la protección de un santo
apasionado por estos seres abandonados: San Camilo de Lelis.
Grégoire
conocía a los enfermos de los distintos lugares de la ciudad. Todos
los días, salía al atardecer a visitarlos y les distribuía comida
y mucho amor. Un día le acompañé. Maravilla constatar cómo los
enfermos saltaban de gozo al ver a Grégoire: les habla, les mima...
A los cristianos les invitó a rezar un padrenuestro y a los
musulmanes y animistas a acogerse a Dios, ya que los hombres les
abandonan. Encontramos a un enfermo mental que llevaba una melena
muy abundante y desaliñada. Mi amigo tomó unas tijeras y allí
mismo improvisó una peluquería. Mientras él se entregaba a su
obra, se agruparon más de cien personas atraídas por lo insólito
de que alguien tuviera un gesto humanitario hacia un loco. No
estaban acostumbrados a ello. Un día Grégoire me dijo: «Te invito
a ir a un poblado de la selva a buscar unos enfermos ». Fuimos una
veintena de cristianos de la parroquia. No recuerdo haber
presenciado jamás una escena tan degradante. Allí estaba un
intelectual que fue envenenado y quedó enfermo mental. La familia,
que vivía en una casita a unos 50 metros de distancia, para
evitarse los problemas sociales y de peligrosidad, decidió
encadenarle a un árbol dentro de la sabana africana.
Estaba
desnudo. Sólo disponía de una escoba con la que todos los días
barría el círculo hasta donde podía llegar alrededor del árbol.
Una vez al día su hija le llevaba algo de comida. Ninguna otra
persona se acercó a él en ocho años. Rompimos la cadena y él,
levantando los ojos al cielo y con una sincera sonrisa, dijo:
"¡Gracias!" No estaba tan loco...
En
África hay miles de seres humanos en esta o parecida situación. Lo
maravilloso de esta obra es que Grégoire, el "loco de Buaké"
es un africano, casado y con seis hijos.
Felix
González Pesquera.
Mundo
Negro. Abril
2003.
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 46,4 %
Crecim.
urbano: 4,1 %
Hijos
por mujer: 4,9
Esp.
de vida: 48 años
9
médicos cada
100.000
personas
Alfabetismo:
47 %
Hombres:
55 %
Mujeres:
38 %
PBI
per cáp.: U$ 1.630
Crecim.
anual: -4,9 %
Deuda
Ext.: U$ 12.138
mill;
U$ 758 per cáp.
Servicio
de la deuda:
26,2
% de las exports
LUNES
3ª semana de Cuaresma
L
a silla de ruedas de Verónica
IDH:
0,427
Población:
10.871.819 personas
Superficie
terrestre: 743.390 Km2
Capital:
Lusaka
ZAMBIA
Lonika
Malaluka es una señora de la comunidad cristiana de Kafukafuta. En
realidad, su nombre es Verónica, pero la gente la llama Lonika
debido a la dificultad en lengua bemba para diferenciar los sonidos
“l” y “r”. Verónica es paralítica de nacimiento. Por eso,
hace año y medio, decidimos comprarle una silla de ruedas para que
pudiera desplazarse más fácilmente. Como en Zambia es difícil
encontrar sillas de ruedas, fuimos hasta Lubumbashi (República
Democrática de Congo) para ncargar una a los salesianos que dirigen
una escuela de artes y oficios para jóvenes.
A
pesar del elevado coste, unos 200 euros, y de los problemas de la
aduana, conseguimos regresar a Zambia con nuestro objetivo cumplido.
Poco después, el tercer domingo del mes nos presentamos en
Kafulafuta para entregar la silla a Verónica como gesto de
solidaridad. La comunidad local y el consejo parroquial también
habían contribuido con 32.000 kuachas (unos 8 euros) para hacer
realidad el pequeño proyecto. Tuvo lugar una sencilla Eucaristía,
al final de la cual se entregó la silla de ruedas a Verónica. La
comunidad cristiana de Kafulafuta adoptó unánimemente el
compromiso de hacerse cargo de los gastos menores que ocasionase la
silla de ruedas: mantenimiento, reparación de pinchazos, nuevas
cubiertas, cadenas, etc. Un aplauso prolongado cerró el acto.
Verónica comenzó a usar su nueva silla de
ruedas
hasta que un día... llegó el primer pinchazo. Normal. Nada
especial. Teníamos la garantía de que el consejo parroquial
echaría una mano para repararlo. Sin embargo, en nuestra habitual
visita a la comunidad del tercer domingo de mes, Verónica no vino a
la eucaristía por culpa del pinchazo. Me enfadé con la comunidad
porque no se había reparado a tiempo, teniendo en cuenta que un
simple parche cuesta apenas 2.500 kuachas (unos 0,63 euros). No hubo
respuesta. Parece que no hay dinero en las arcas de la comunidad.
Al
mes siguiente, Verónica vino a la eucaristía, pero sin la silla de
ruedas, arrastrando sus pies a duras penas. Parece ser que se ha
derrumbado el “granero” monetario de la comunidad. Además, el
tesorero se ha ausentado: está en Kitwe y no tiene previsto volver
hasta dentro de unos meses.
Hoy
a venido a verme un chico huérfano llamado Arnold para traerme un
mensaje escrito de Verónica. En un bemba “descosido”, con
frases desarticuladas, me desea buena salud. Me dice también que
todavía no hay parche. Tomo la pluma y contesto inmediatamente para
que Arnold regrese a Kafulafuta con la respuesta: “por favor,
reparad el pinchazo lo antes posible para que Verónica pueda venir
el próximo mes a celebrar la Eucaristía con toda la comunidad”.
Quédense los enfados del padre para otro día.
P.
Sinesio R. Santamarta
Mundo
Negro,
noviembre 2003
ALGUNOS
DATOS
Hijos
por mujer: 5,9
Esp.
de vida: 42 años
Mortalidad
menores de
5
años: 202 por 1.000
7
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 64 %
Alfabetismo:
78 %
Escolarización
Primaria
total:
67 %
PBI
per cáp.: U$ 780
Deuda
Ext per cáp: U$
550.
Servicio
de la deuda:
46,6
% de las exports
3ª
semana de Cuaresma MARTES
C
ristina se quedó dormida
IDH:
0,429
Población:
54.274.798 personas
Superficie
terrestre: 2.267.050 Km2
Capital:
Kinshasa
R.
D. CONGO
Vinieron
a buscarme diciendo que una niña enferma pedía la confesión y la
comunión. Cristina vivía con sus padres y dos hermanos en un
diminuto chamizo de madera. Al entrar, me encontré con una vieja
prematura: una niña con el rostro hinchado, los labios amoratados,
los brazos y las piernas finos como alambres, incapaz de ponerse de
pie, con movimientos torpes y voz muy débil. Cristina llevaba medio
año así, sin ir ya a la escuela, sin poder salir, consumiéndose
poco a poco. Mi primer diálogo con ella me reveló una criatura
profundamente inteligente, sensible y religiosa. “Gracias Señor”,
decía al rezar, “porque hoy aceptas venir a mí, en esta casa que
es como el establo en que naciste...”. Cristina sufría una
estenosis mitral, algo que es bastante común en África. A causa de
unas anginas mal curadas, se inflama una arteria del corazón que se
cierra y no deja pasar el flujo normal de sangre. La solución sería
una operación que reabriera la arteria o que implantara una válvula
nueva. El cirujano al que la llevamos decía que la intervención
quirúrgica no era demasiado complicada en sí misma, pero que en
toda Kinshasa no había un aparato de circulación sanguínea
extracorporal, sin el cual la operación sería extremadamente
arriesgada. “¿Que por qué no hay en Kinshasa ese aparato? Porque
hace ya años que no se renueva el material, porque con la situación
que vivimos de guerra y de corrupción el Estado no se ocupa de la
sanidad y la cooperación extranjera se ha retirado, porque lo poco
que
llega
se estropea enseguida o desaparece, porque...”. El cirujano me
daba explicaciones con los ojos llenos de abatimiento. “Nada
funciona en este país”, decía. “Quizá dentro de un tiempo, si
las cosas van mejorando...”.
Nunca
llegó esa máquina. El cardiólogo nos dijo que trataría de
ayudarla con una medicación paliativa, pero que, dadas las
circunstancias, el corazón de Cristina podía pararse en cualquier
momento. Una familia de España se comprometió a enviar
regularmente las medicinas necesarias, que no eran pocas. Los
efectos del tratamiento fueron casi milagrosos. En pocas semanas, el
cuerpo de Cristina recuperó sus fuerzas antiguas y comenzó de
nuevo una vida más o menos normal. A los pocos meses, pudo volver a
la escuela. El último día de enero, la madre de Cristina la
encontró dormida sobre su estera. Como anunció el cardiólogo, su
corazón podía pararse en cualquier momento. El duelo que siguió y
el entierro fueron la demostración de hasta qué punto esta
muchacha se había ganado la simpatía y el cariño de todos. Entre
tanto, los hospitales de Kinshasa siguen sin estar equipados. Los
políticos y los jefes de guerra siguen ocupándose tan sólo de
cómo asegurarse el poder. Y el pueblo sigue enterrando a Cristina,
y a tantas que, como ella, se quedan escondidas en el secreto del
corazón de Dios.
Javier
Álvarez Ossorio
Reinado
Social nº 855
- mayo 2003
ALGUNOS
DATOS
Hijos
por mujer: 6,7
Esp.
de vida: 52 años
Mortalidad
infantil:
128
por 1.000
Mortalidad
menores de
5
años: 207 por 1.000
7
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 45 %
Gastos
en defensa
como
% del gasto del
Gob.
central: 25,5 %
Gasto
social como %
del
gasto del gobierno
central:
1,6 %
MIÉRCOLES
3ª semana de Cuaresma
L
a pesadilla de Alice
IDH:
0,435
Población:
24.779.902 personas
Superficie
terrestre: 197.100 Km2
Capital:
Kampala
UGANDA
Cuando
Alice cierra los párpados se le aparece en pesadillas una muchacha
que le clava un cuchillo en la espalda. Alice, que no se llama
Alice, tiene 20 años y es una ex guerrillera. Fue capturada hace
siete por el Ejército de Resistencia del Señor (LRA, en sus siglas
en inglés), la guerrilla que aterroriza desde hace 18 años al
norte de Uganda.
Una
chica del grupo trató de fugarse y los rebeldes idearon un
escarmiento. La maniataron en el suelo, clavaron una bayoneta en la
tierra y escogieron a 20 compañeras para que le atravesaran el
cuerpo. Una cuchillada por persona. Alice dio la suya y ahora
soporta el acoso de la memoria.
Los
niños apresados por la guerrilla –UNICEF calcula que superar los
30.000 en los últimos 15 años– aprenden en el cautiverio una
mecánica sencilla: para sobrevivir hay que matar. Alice mató,
ascendió a capitán y se casó por la fuerza con el comandante Chan
Odonga, que le ordenó atacar Pajule su aldea natal en Pader. Ahora
ella no quiere regresar; allí todos saben lo que hizo. Es la
táctica para quebrar los vínculos de sus secuestrados e impedir el
retorno. Alice fue liberada en 2002 por orden del jefe del LRA,
Joseph Kony, que decidió desembarazarse de varias viudas. Su marido
había sido ejecutado por orden de Kony, que le acusó de buscar a
sus espaldas la negociación con el Gobierno de Uganda. «Cuando
murió empecé a pensar en la fuga. Él decía : "Si huyes,
mataré a tus padres. Sé quiénes son".
Pero
era el único que los conocía. Con su muerte me sentí libre».
Alice aprende ahora costura en un centro católico de Gulu. El
Ejército de Uganda presenta el rescate de estos niños como un
éxito, pero cuando en la batalla los mata, la prensa local los
califica de rebeldes. Cuando un infante es liberado, se le conduce a
un cuartel donde le interrogan sin que nadie avise a los padres.
Cuando concluyen las indagaciones, los entregan a Child Protection
Unit (Centro de protección de niños). Allí, en teoría, los
cuidan, pero muchos de estos niños denuncian que en los cuarteles y
en los CPU les presionan para que se alisten en el Ejército. El
misionero comboniano José Carlos Rodríguez Soto se dedica a
rescatar niños de la guerrilla, les abona estudios y se preocupa
por su reintegración. El Padre Carlos cree que los misioneros
combonianos han perdido una oportunidad de crear un centro especial,
como el del javeriano Chema Caballero, en Sierra Leona, que trabaja
desde hace tres años con niños guerrilleros. inguno de los
ex-guerrilleros reconoce haber matado ("íbamos a por comida",
dicen). La experiencia del padre Caballero es que estos necesitan
dos meses para coger confianza y contar su pasado, el verdadero, el
que está lleno de muerte y violaciones. Después pasan por una
depresión que dura un mes, y a los tres de llegar es cuando están
preparados para comenzar un auténtico proceso de restauración
emocional. Nada de esto sucede de momento en Uganda.
El
País, 15/03/04
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 14,2 %
Crecim.
urbano: 5,1 %
Hijos
por mujer: 7,1
Esp.
de vida: 46 años
Agua
potable: 52 %
Alfabetismo:
67 %
Hombres:
78 %
Mujeres:
57 %
Docentes
de primaria:
1
cada 60 estudiantes
PBI
per cáp.: U$ 1.208
Deuda
Ext: U$ 3.409
mill;
U$ 146 per cáp.
Servicio
de la Deuda:
23,7
% de las exports
3ª
semana de Cuaresma JUEVES
N
yoha, el mejor cazador del clan
IDH:
0,436
Población:
13.936.321 personas
Superficie:
1.246.700 Km2
Capital:
Luanda
TANZANIA
Las
mujeres del campamento de Kisanakwibi golpean acuclilladas el suelo
seco y duro con la ayuda de unos palos muy afilados. «Buscan raíces
de ekwa», nos aclara Nyoha, el mejor cazador del clan. Gracias al
sonido de sus golpes, las mujeres localizan primero estas raíces
comestibles que crecen a medio metro de profundidad y después
empiezan a escarbar. En las ramas más altas de un baobab, un pájaro
lanza al aire su melodioso reclamo. «Le llamamos el señalador de
miel», apunta Nyoha. «Quiere enseñarnos dónde hay una colmena
escondida.» Entonces el pájaro vuela hacia una rama seca y los
hombres lo siguen con la mirada. Cuando arrancan la madera
encuentran una colmena rebosante de miel. «El señalador de miel
también saldrá ganando», se ríe Nyoha. «Cuando nos vayamos, el
pájaro vendrá y se comerá las larvas de las abejas, su manjar
favorito.»
Los
hadza no necesitan acumular posesiones, pues sus bienes se
convertirían en un estorbo durante sus constantes desplazamientos.
Viven literalmente al día. Se llevan a la boca todo lo que
encuentran, no guardan nada y no les va nada mal. Los estudios
científicos afirman que, en general, esta tribu está mejor
alimentada que los pueblos sedentarios que les rodean. «Siempre
habrá a mano algún animal o un baobab cargado de frutos para
cuando el hambre apriete», piensa Nyoha. «¿Por qué debería mi
pueblo hacer el esfuerzo que exige empezar a acumular más y más
cosas que no necesitan?» El ‘horario de trabajo’ diario es
extremadamente flexible y sorprendentemente breve. Los hombres salen
a cazar con sus arcos durante dos o tres horas y las mujeres dedican
incluso menos tiempo a recoger bayas y frutos. Y ya han hecho el
día. Sólo les queda sentarse tranquilamente a charlar durante
horas o tumbarse a no hacer nada.
David
Peterson describe con humor el enojo de los nativos cuando, un buen
día, tuvieron que acompañar a un grupo de visitantes blancos. A
las tres horas de empezar la caminata, los hadza se pusieron en
huelga: « Ya está bien, tres horas seguidas son demasiado»,
dijeron. Pero el mundo de los hadza se hace cada vez más pequeño y
cerrado. Hoy, su pequeña patria ha sido invadida por otros pueblos
que pastorean sus rebaños en la sabana. Para estos recién
llegados, las praderas son un terreno sin cultivar y desaprovechado,
y los hadza, poco más que una pandilla de holgazanes que no se
dedican a nada útil. Así los pastores van empujando a los animales
salvajes hacia lugares más secos. Como consecuencia de esta
práctica, muchos hadza se han dejado convencer y se han instalado
en los pueblos que e1 Gobierno de Tanzania y algunas misiones
religiosas levantaron en los años 70 con la mejor de las
intenciones, para atraer a los últimos ‘salvajes’ y lograr que
disfrutaran de la civilización moderna. Pero los resultados de esta
iniciativa fueron más que modestos.
Teja
Fiedler, El
Semanal, ABC,
27/7/03
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 27,8 %
Crecim.
urbano: 5,0 %
Hijos
por mujer: 5,3
Esp.
de vida: 51 años
4
médicos cada
100.000
personas.
Agua
potable: 68 %
Alfabetismo:
75 %
Escolarización:
Primaria
total: 53 %
Secundaria:
6 %
PBI
per cáp.: U$ 523
Deuda
Ext: U$ 7.445
mill;
U$ 212 per cáp.
Deforest:
1,0 % anual
VIERNES
3ª semana de Cuaresma
L
a historia de Mariata
IDH:
0,437
Población:
2.829.601 personas
Superficie
terrestre: 1.025.220 Km2
Capital:
Nouakchott
MAURITANIA
Mariata-Ajiby
se ha despertado más pronto que otros días. Deben faltar unos diez
minutos para las seis, porque los primeros rayos de sol comienzan a
colarse por su ventana. Tras sus oraciones de todos los días,
Mariata-Ajiby ha pensado ofrecer un desayuno especial a los siete
nietos que tiene a su cargo, así que ha preparado un delicioso
couscous
con
harina y té. espués de dar agua a las cabras y ordeñarlas, ha ido
caminando al pueblo. Desde que se instaló la bomba de agua con el
apoyo de Intermón Oxfam, Mariata-Ajiby ya no se cansa tanto
sacándola del pozo, pero sigue soñando con el día en que pueda
tener su propio grifo en casa. Hoy tiene 110 UM (moneda local), unos
0,35 euros, para la comida. Con eso comprará dos peces y una ración
extra de arroz con la que preparar el plato típico de la zona.
Las
mujeres de la cooperativa agrícola de Wothie, –de la que Mariata
es fundadora y vicepresidenta– pidieron autorización hace unos
años al jefe del pueblo para cultivar unos terrenos que antes se
habían dedicado al cultivo de arroz y que los hombres habían
abandonado. Ahora consiguen buenas cosechas con las que alimentan a
sus familias. En la cooperativa participan 250 mujeres en grupos de
20. Pagan una cuota inicial al principio de la campaña agrícola:
2.500 UM (8,93 euros), con la que consiguen gasóleo, bombeo de
agua, semillas, fertilizantes y pesticidas. La cooperativa lo compra
conjuntamente para conseguir un precio mejor. Whotie es una de las
11 cooperativas beneficiarias del proyecto de desarrollo rural y
sostenible que Intermón Oxfam impulsa en la región de Brakna, al
sur de Mauritania. La climatología irregular de la zona, junto con
la precaria producción agrícola pueden provocar cíclicamente
desastres humanitarios en Brakna. En los últimos cinco años se han
producido sucesivamente sequías, plagas de langosta, inundaciones
del río Senegal y plagas de gusanos. La última cosecha buena tuvo
lugar hace cinco años.
Para
hacer frente a esta situación, Interpón Oxfam trabaja junto con la
organización AMAD (Association Mauritanienne pour
l’Auto-Développement) en el apoyo a 11 cooperativas en ocho
comunidades de Brakna, que benefician a más de 20.000 personas.
Como
las otras mujeres del pueblo, Mariata-Ajiby cultiva cebollas,
tomates, berenjenas, coles y lechugas. Con las nuevas herramientas,
semillas y abono que ha aportado Intermón Oxfam a la cooperativa ha
conseguido una cosecha muy buena.
Mariata-Ajiby
ha podido alimentar a su familia, ha vendido algunas verduras en el
mercado e incluso ha ganado 8.000 UM, unos 26 euros, con los que ha
comprado una cabra y material escolar para sus nietos. Mariata-Ajiby
ha empezado a ser autosuficiente y ahora vive dignamente.
Intermón
Oxfam
www.intermonoxfam.org
ALGUNOS
DATOS
Hijos
por mujer: 6,0
Esp.
de vida: 52 años
Mortalidad
materna:
550
cada 100.000
nacidos
vivos
14
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 37 %
Alfabetismo:
40 %
H:
51 % M: 29 %
PBI
per cáp.: U$ 1.677
Deuda
Ext per cáp.:
U$
938
Servicio
de la deuda:
28,4
% de las Exps.
3ª
semana de Cuaresma SÁBADO
Esther,
el gozo de ser libre
SUDÁN
IDH:
0,439
Población:
32.559.165 personas
Superficie
terrestre: 2.376.000 Km2
Capital:
Jartúm (Al-Khartum)
La
muchacha que hoy se llama Esther fue raptada a la edad de 7 años en
Yuba, en el extremo sur de Sudán. Sus padres eran cristianos y
habían muerto jóvenes, víctimas inocentes de una de las muchas
confrontaciones entre los militares del gobierno central y los
guerrilleros del SPLA (Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés).
En Sudán, la esclavitud se práctica sin escrúpulos, hoy día como
hace cien años. Después de haber sido raptada y hecha esclava,
Poni –éste era su nombre de origen– vivió doce años en Daen
(oeste de Darfur) con "su nueva familia". «Doy inmensas
gracias a Dios por no haber sido torturada físicamente, pero a
veces la señora Fatna me golpeó con fuerza por haberme negado a
hacer las oraciones y recitar el Corán con ella y sus cuatro hijas.
Luego me impusieron el nombre de Salma, que significa “convertida
al Islam”. De lo poco que había podido aprender de mis padres,
sabía que tenía que rezar a Jesucristo y no de la forma con que me
obligaban en el seno de aquella familia musulmana. ¡Si al menos me
permitieran ir a la escuela!».
La
joven esclava confiesa que, cuando estaba ocupada en los trabajos de
la casa, pensó muchas veces en huir. Pero, además de que las
oportunidades eran escasas, sabía que la realidad que encontraría
en la otra parte del muro de la casa no sería nada halagüeña: un
mundo de árabes musulmanes que ciertamente no facilitarían la
realización de su plan.
Una
tarde en que acababa de limpiar la cocina. Salma se acercó al
portón entreabierto del patio y se encontró con los ojos de un
chico de su misma etnia. Era el Sr. Daniel, que trabajaba como
funcionario en la organización humanitaria Save The Children. Aún
pasaron cinco meses, que a Salma le parecieron siglos, hasta que,
por fin, una tarde de fin de mayo me encontré hablando con ella a
la entrada de la misión de El Fasher, a unos 330 kilómetros de
Daen, el lugar de su cautiverio. Acababa de llegar de un largo, duro
y triste viaje de esclavitud que había durado 12 años. ¡Finalmente
libre!
El
Sr. Daniel estaba algunos pasos detrás de ella, como queriéndose
esconder en la neblina de arena que aparecía quieta e inmóvil en
el aire. Con una cierta mirada de orgullo tímido, iba confirmando
las palabras de la joven que, entre sollozos de alegría y emoción,
me contaba la historia de una niña que en Juba se llamaba Poni,
Salma en Daen y ahora Esther.
Porque
es aquí donde la joven Salma ha encontrado su verdadero nombre
–Esther– recibiendo el bautismo después de dos años de
catecumenado. «Ahora –afirma la nueva cristiana– pertenezco a
un Señor que sé que me ama porque me ha liberado y rescatado con
el precio de su sangre: Jesús.» Hoy, con sus 23 años, Esther es
la imagen de la juventud y el coraje que hace revivir en mucha gente
la esperanza de vivir.
Feliz
da Costa. Mundo
Negro, marzo
2000
ALGUNOS
DATOS
Hijos
por mujer: 4,7
Esp.
de vida: 57 años
9
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 75 %
Alfabetismo:
57 %
Hombres:
68 %
Mujeres:
46 %
PBI
per cáp.: U$ 1.797
Deuda
Ext: U$ 15.741
mill;
U$ 506 per cáp.
Deforest:
0,8 % anual
Gastos
en defensa:
46,8
% del gasto del
Gobierno
central.
DOMINGO
4ª semana de Cuaresma
B
uscando en la red a Daher Ahmed Farah
IDH:
0,447
Población:
651.866 personas
Superficie
terrestre: 23.180 Km2
Capital:
Djibouti
DJIBOUTI
Amnistía
Internacional ha solicitado la excarcelación inmediata e
incondicional de Daher Ahmed Farah, dirigente del partido de
oposición Movimiento por la Renovación Democrática y el
Desarrollo y director del periódico publicado por este partido, Le
Renouveau djiboutien.
Farah fue detenido en marzo de 2003 a causa de un artículo que
había publicado y condenado sumariamente al día siguiente por
«socavar la moral del ejército» y «publicar información falsa».
Fue condenado a seis meses de cárcel y el pago de una multa. La
Constitución de Yibuti garantiza la libertad de prensa, y el año
pasado [febrero de 2003] Yibuti ratificó el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, que protege el derecho a la libertad
de expresión. «Se ha aplicado una legislación penal que
contraviene el derecho a la libertad de expresión para reprimir las
críticas de los medios de comunicación respecto a las autoridades
y para silenciar a un destacado opositor pacífico » señala
Amnistía Internacional.
www.amnesty.org/library/index
El
Gobierno de Yibuti debe excarcelar inmediatamente al periodista y
líder de la oposición Daher Ahmed Farah, cancelar la multa
interpuesta ante él y permitir la reanudación de la publicación
de su periódico, ha declarado hoy [30/07/03] la organización de
Derechos Humanos Human
Rights Watch.
“La condena a Farah viola la ley internacional que protege la
libertad de expresión”. Farah ha sido aislado en una celda de 5 x
8 pies (1,5 x 2,5 m) abastecido con escasas raciones de agua con
temperaturas que llegan a los 40 grados centígrados.
Además
de su condena, la Corte de Justicia impuso a Farah una sanción por
daños civiles de 13 millones de francos yibutíes (unos 74.000 $) y
una multa criminal de 1 millón de francos yibutíes (unos 5.500 $),
cantidades desorbitadas en un país donde la renta per cápita no
llega a los 800 $. Farah es director y editor de Le
Renouveau,
un semanario que es uno de los pocos medios de comunicación de
Yibuti no propiedad o controlados por el Gobierno o sus afines.
Puesto que el Gobierno y sus aliados ocupan todos los escaños en la
Asamblea Nacional, los escasos periódicos independientes de Yibuti
son los únicos medios de expresión de la disidencia política.
Human
Rights Wa t c h ha
enviado una carta al presidente de Yibuti, Ismaël Omar Guelleh,
urgiendo la liberación inmediata e incondicional de Farah, así
como la revocación de la ley anti-difamación. La carta sostiene
que el arresto de Farah, las condiciones de su confinamiento y el
cierre de su periódico “no sólo violan leyes internacionales
sino que pueden debilitar los ideales democráticos contenidos en la
Constitución de Yibuti y amenazar la legitimidad de las
instituciones del Estado”.
http://hrw.org/press
ALGUNOS
DATOS
Crecim.
anual: 3,9 %
Pob.
urbana: 83,3 %
Hijos
por mujer: 6,0
Esp.
de vida: 41 años
Hombres:
39 años
Mujeres:
42 años
Agua
potable: 100 %
Alfabetismo:
51 %
Hombres:
65 %
Mujeres:
38 %
Escolarización
Primaria
total:
33 %
87
radios , 71 televisores
y
15 líneas telef.
cada
1.000 habs.
4ª
semana de Cuaresma LUNES
L
a historia de Becky no es muy diferente
IDH:
0,455
Población:
120.046.776 personas
Superficie
terrestre: 910.770 Km2
Capital:
Abuja
NIGERIA
La
historia de Becky no es muy diferente a la del resto de mujeres que
llegan casi cada día a Fuerteventura a bordo de frágiles pateras,
hacinadas como ganado. La joven vive hoy en una de las casas de
acogida para mujeres de la Cruz Roja en Puerto del Rosario y allí
espera un futuro mejor junto a su pequeña Gift (“regalo”), que
duerme plácidamente mientras su madre cuenta su historia. Lo hace
sin apenas mostrar emoción. Sólo esboza una sonrisa cuando se
acerca a su hija para besarla. En una habitación que comparte con
otra compañera, explica en un perfecto inglés que nació en Worry,
al norte de Nigeria hace 23 años. Está casada y el 26 de junio de
2002, junto a su marido y embarazada de siete meses, cogió todos
sus ahorros y huyó de la miseria con la idea de llegar a Italia,
donde una cuñada vive ya en situación legal. La primera etapa de
su viaje fue Mali, hasta donde llegó en autobús. "Luego,
cogimos un avión hasta Marruecos, a Casablanca, y allí estuve dos
semanas".
Becky
explica que no sabe lo que su marido pagó para conseguirla un
pasaje en la patera, aunque fuentes de la Guardía Civil explican
que entonces el viaje se cotizaba a unas 80.000 pesetas. Fue él
quien entró en contacto con la red mafiosa de traficantes de
personas y quien llegó a un acuerdo para que su mujer continuara
trayecto hasta España, donde tenían previsto reunirse. Importaba
poco que estuviera embarazada ya de ocho meses, habían tomado la
decisión y asumían
el
riesgo. "La patera zarpó el 29 de julio. Ibamos 31 personas a
bordo, entre ellas cuatro mujeres embarazadas" relata.
Pronto
comenzaron los problemas. "El patrón se desorientó en alta
mar y estuvimos tres días perdidos. El 1 de agosto, una patrullera
de la Guardia Civil de Fuerteventura nos localizó y nos trajo hasta
aquí. Durante buena parte de ese tiempo no comimos ni bebimos nada.
El mar estaba muy revuelto, no sé nadar y tuve miedo de morir. Pero
si estuviese en la misma situación volvería a subirme a una
patera". Cuando se le pregunta qué le impulsó a venir a
Europa, no lo duda: "La situación en Nigeria es muy difícil.
Allí no tengo a nadie". Su profesión de peluquera –en
contra de los estereotipos, los subsaharianos que llegan a España
suelen tener estudios o una profesión, y en su país son el
equivalente a nuestra clase media– le ayuda en algo. Peina a
mujeres y éstas le corresponden con regalos para su hija o ropas,
pero también arregla a sus compañeras sin pedir nada a cambio.
Está muy agradecida a los españoles. "Aunque no conozco a
muchos, siempre me han ayudado. Llegue sólo con un pantalón y me
han dado ropa para mí y para mi hija, comida, un techo...".
La
joven aún no ha podido reunirse con su marido, que no conoce a su
hija, y con el que habla por teléfono de vez en cuando: "Esta
bien, sigue en Marruecos pero no tiene dinero para venir”.
Pablo
Muñoz ABC,
5/12/03
ALGUNOS
DATOS
Crecim.
anual: 2,9 %
Pob.
urbana: 44,0 %
Crecim.
urbano: 4,5 %
Hijos
por mujer: 5,7
Esp.
de vida: 52 años
Agua
potable: 62 %
Alfabetismo:
64 %
Hombres:
72 %
Mujeres:
56 %
PBI
per cáp.: U$ 896
Dependencia
de
importación
de alimentos:
20
%
Deuda
Ext: U$ 34.134
mill;
U$ 300 per cáp.
MARTES
4ª semana de Cuaresma
C
uando Pedro Opeka se asomó al vertedero
IDH:
0,462
Población:
16.913.062 personas
Superficie
terrestre: 581.540 Km2
Capital:
Antananarivo
MADAGASCAR
No
hay mejor ventana para comprender la miseria que un vertedero.
Cuando en 1989 se asomó al de Antananarivo (ciudad donde hoy viven
1,3 de los 16 millones de habitantes de Madagascar), Pedro Opeka,
que venía de trabajar 15 años en la selva como misionero de San
Vicente de Paúl, entendió que aquel infierno era su auténtico
destino.
Miles
de personas se agredían y hacinaban en busca de desperdicios, y
cavaban en la inmundicia galerías que a menudo caían a plomo sobre
la gente. «Cuando metí la pata en el vertedero, no sabía que
realmente la metía en los palacios gubernamentales de Madagascar y
de Europa: todo estaba y está relacionado», ironiza Opeka, de 54
años, nacido en Argentina y, como él dice, renacido en Madagascar
en 1970. Hijo de albañil esloveno emigrado, el joven Opeka quería
ser el primer futbolista sacerdote en Argentina. Acabó siéndolo en
Madagascar. Los pies le valen aún para hacer amigos, formar equipos
con los niños y lanzar golpes francos, y las manos desde el
principio le sirvieron para trabajar en el arrozal o construir casas
y escuelas. «En África no hace falta palabrería ni papelerío,
sino actuar, dar ejemplo. Uno tiene que pasar lo que pasa la gente»,
dice. Hoy el barrio del vertedero es un orgullo. Se han construido
3.000 viviendas dignas, de dos pisos, y Opeka aspira a que con el
dinero de Manos Unidas puedan hacerse 300 más. «Y necesitaremos
otras tantas, porque hace 10 años levantamos 600 casas de madera y
techo de uralita, teóricamente para tres años, y en esas
superficies de nueve metros cuadrados siguen apretujándose familias
con nueve o diez personas». «La meta es que esas gentes sean
autosuficientes en 2006», continúa Opeka. Y los logros son
palpables: cuatro escuelas primarias, tres secundarias, un liceo.
«Atendemos a 7.033 estudiantes, y los mayores ya han pasado del
vertedero a la universidad».
Además,
hay cinco dispensarios: de los 253 trabajadores de Akamasoa, 20 se
dedican a la salud. El país sufre tuberculosis, malaria, sida, y la
gente sigue muriendo de enfermedades evitables. «Los medicamentos
son un lujo, y ahí es donde una vez más ves la hipocresía de la
llamada comunidad internacional, que es una expresión para ocultar
que nadie quiere dar la cara. Un país donde un 75% está enfermo,
¿cómo prosperará?», plantea Opeka.
Sin
embargo la experiencia le ha enseñado que Madagascar, y África
tienen futuro: «Hay corrupción en los dirigentes, y dirigentes
indignos como Ratsiraka, el dictador saliente. Pero la enorme
mayoría de la gente es honrada y pacífica y eficaz. No sé por qué
los medios de información del mundo rico no reflejan esa realidad,
más real que ninguna. Será porque las democracias de Occidente,
tan virtuales, apoyan a tiranos que les convienen en los países
pobres » .
Miguel
Bayón,
El
País,
Sociedad. 05/02/03
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 29,5 %
Crecim.
urbano: 5,2 %
Hijos
por mujer: 5,9
Esp.
de vida: 54 años
Consumo
de calorías
diarias:
1.994 per cáp
11
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 47 %
Alfabetismo:
47 %
Hombres:
50 %
Mujeres:
44 %
PBI
per cáp.: U$ 840
Deuda
Ext: U$ 4.701
mills;
U$ 294 per cáp
4ª
semana de Cuaresma MIÉRCOLES
É
IDH:
0,467
Población:
8.399.679 personas
Superficie
terrestre: 27.560 Km2
Capital:
Puerto Príncipe
mile, la heroicidad de una maestra rural
HAITÍ
Bondye
Papa a Bondye Papa-a, Ki le wap vini pou vin’n cherche nou… (El
Señor, el Señor/Me llevará a casa), cantan los alumnos de la
escuela primaria de Beau-Roc, remota aldea del norte de Haití. Uno
de los alumnos rasguea una guitarra hecha con una lata de aceite
vacía. Su maestra, Émile Jean- Noèl, es una de las pocas mujeres
directoras de escuela del país. Haití, única nación en la
historia creada por esclavos negros, ha padecido decenios de
dictadura. Hoy día, más del 70% de sus habitantes viven por debajo
del mínimo vital y sufren la carencia de agua, alimentos, escuela o
viviendas decentes. Los alrededores de Beau-Roc son pedregosos y
áridos, con sólo una parcela de tierra fértil.
Para
calmar los retortijones de hambre que impiden el aprendizaje y
animar a los padres a que manden a la escuela a sus hijos, el
Programa Mundial de Alimentos (PMA) proporciona almuerzos escolares.
Los alumnos de Émile deben traer un tronco de madera a la escuela
todos los días, como combustible. «Sin embargo –explica– la
madera está escaseando tanto que no siempre consiguen traerla». El
hecho de que la madera sea el combustible más barato para cocinar
ha creado en Haití un grave problema de deforestación. «Estamos
tan aislados y tenemos problemas tan enormes que sólo enumerarlos
nos llevaría todo el día», comenta Émile, quien añade que
encontrar tiza, cuadernos y otros materiales es prácticamente
imposible. «Me paso el tiempo tratando de solucionar cientos de
problemas», dice Émile que con infatigable energía alienta a
quienes la rodean a aprovechar todos los recursos disponibles. A
juzgar por las continuas mejoras a la escuela, sus esfuerzos han
sido fructuosos. La inestabilidad política reciente ha significado
que el país no ha invertido en educación desde hace diez años. La
matrícula escolar alcanza apenas un 44% y poco menos de la mitad de
los niños que ingresan a la escuela primaria la terminan. Menos de
un tercio de éstos van a la escuela secundaria. En las zonas
rurales, es frecuente encontrar a alumnos de 17 y 18 años en la
escuela primaria. En Beau-Roc hay cuatro profesores para 260
alumnos, «demasiados para cualquiera que se interese en la
calidad», según Émile. Aunque la educación es gratuita, la
comunidad aporta su contribución para la compra de cuadernos y los
sueldos de los “profesores comunitarios”, esto es, muchachos que
han acabado la escuela primaria y que echan una mano a los
profesores o a veces cluso dan clase.
El
sueldo de Émile no sólo es muy bajo sino además irregular. «En
Haití no hay que tomar a la ligera la decisión de ser maestro
rural», comenta irónicamente Émile. «Con todos los sacrificios y
riesgos que entraña, sólo deben enseñar quienes están realmente
hechos para ello».
UNESCO.ORG
http://www.unesco.org/education/educprog/wtd_97
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 35,7 %
Crecim.
urbano: 3,7 %
Hijos
por mujer: 4,2
Esp.
de vida: 53 años
Consumo
de calorías
diarias:
1.977 per cáp.
Agua
potable: 46 %
Alfabetismo:
49 %
Escolarización
Primaria
total:
42 %
PBI
per cáp.: U$ 1.467
Inflac.
anual: 13,7 %
Deforest:
3,5 % anual.
Gasto
militar: 20 % del
gasto
del Gob. central
JUEVES
4ª semana de Cuaresma
E
IDH:
0,468
Población:
19.911.935 personas
Superficie
terrestre: 527.970 Km2
Capital:
Sana'a
n memoria de Seleh Mohammad Al Annasi
YÉMEN
Nota
de prensa:
Seleh
Mohammad Al Annasi, de 28 años, desactivador de minas de Yemen,
perdió la vida el 17 de abril de 2004 mientras trabajaba en la
limpieza del campo de minas nº2 en el monte Jabalul Shieba, junto
al pueblo de Marish, en el distrito de Al Nadira. Eran alrededor de
las 9 de la mañana cuando Seleh se tomó un descanso en su trabajo
y se sentó en una roca en el campo de minas. La roca se encontraba
en una elevación del terreno desde la que se dominaba los
alrededores. De repente, la roca colapsó y Seleh fue arrojado al
suelo a cierta distancia. Había golpeado una mina de fabricación
rusa que estaba allí desde hacía décadas. Murió en el traslado
al hospital. Seleh era un excelente desactivador de minas que seguía
todas las normas de seguridad. La noche antes de morir, Seleh había
soñado que encontraba una mina. Deja mujer y tres hijos menores de
siete años.
Landmine
Survivors Network
Trasfondo
histórico:
Hasta
1990 Yemen estuvo dividido en dos países independientes: Yemen del
Norte y Yemen del Sur. Durante décadas, ambos países se vieron
implicados en conflictos armados en los que se desplegaron
abundantes minas antitanque y antipersonales. Yemen firmó el
Tratado de Prohibición de Minas el 4 de diciembre de 1997 y lo
ratificó el 1 de septiembre de 1998. Fue el único Gobierno en
Oriente Medio que participó activamente en el proceso de Otawa.
La
estimación de la cantidad de minas existentes en Yemen varía. Un
informe de septiembre de 1998 de las Naciones Unidas afirma que
“puesto que no hay una clara noción de las áreas afectadas,
tampoco hay una estimación precisa del número de minas
antipersonales que continúan diseminadas: el rango varía entre
150.000 (estimación de Estados Unidos) y dos millones (estimación
de la Jefatura de Seguridad de Adén).
Tampoco
hay un registro fiable de accidentes y de muertes relacionadas con
la explosión de minas. Algunos hospitales registran estos
accidentes, pero muchos heridos o muertos nunca alcanzan los
hospitales y, por tanto, no son registrados.
El
Ministerio de Defensa estima que han sido desactivadas cerca de
48.000 minas desde abril de 1995, y antes de esa fecha, otras 20.000
más en Adén y Abyan. El mayor problema es que incluso en un
terreno que ha sido limpiado, a veces la desactivación se ha hecho
de forma no sistemática y algunas minas han podido quedar sin
detectar. El terreno, con dunas movedizas, es un factor en contra,
ya que, bien deja las minas al descubierto, las cuales pueden atraer
la curiosidad de niños, bien pueden enterrarlas más profundamente
de modo que los detectores no pueden localizarlas.
International
Campaign to Ban Landmines
http://www.icbl.org/lm/1999/yemen.html
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 24,7 %
Crecim.
urbano: 3,6 %
Hijos
por mujer: 7,6
Esp.
de vida: 62 años
Consumo
de calorías
diarias:
2.002 per cáp.
Agua
potable: 69 %
Alfabetismo:
46 %
Hombres:
67 %
Mujeres:
25 %
Escolariz.
Primaria
total:
58 %
PBI
per cáp.: U$ 893
Deuda
Ext: U$ 5.616
mill;
U$ 306 per cáp.
4ª
semana de Cuaresma VIERNES
K
IDH:
0,470
Población:
143.364.457 personas
Superficie
terrestre: 130.170 Km2
Capital:
Dhaka (Dacca)
onika, la sonrisa que me dió de beber
BANGLADESH
Konika
tiene 12 años. Por las mañanas se levanta a las cuatro y media
para ir a por agua, hacerse la higiene personal y dedicarse a
preparar el pequeño desayuno para su hermana Suni y su mamá. El
papá hace mucho tiempo que las dejó y ahora viven solas las tres.
Mamá acarrea ladrillos de acá para allá en la empresa
constructora que trabaja. El jornal es ínfimo pero con ello les
permite comer un poquito de arroz. Pero a todos toca acoquinar,
hacer algo por la economía familiar. Por esa razón, y porque
durante muchos años le tocó cuidar de su hermana pequeña, Konika
no pudo acudir a la escuela (ahora asiste a una escuela de educación
no formal del IIRD –Instituto de Desarrollo Rural Integral–
donde durante dos años se prepara para acceder a la educación
formal. Una puerta abierta al futuro). Pero todos los días que
Konika tiene libre va al parque donde se ubica el Monumento Nacional
a los caídos en la Guerra de la Independencia. Allí hemos ido
nosotros también, aprovechando que hoy (19 de septiembre de 2003)
es viernes, día de fiesta en un país musulmán como Bangladesh. Y
allí Konika intenta conseguir unos takas (moneda del país)
vendiendo agua. ¿Agua? Sí, agua. Con su cántaro a la cintura se
acerca a la gente y les ofrece un vaso de agua con el que paliar la
sed. No está embotellada, por supuesto. Por eso es más barata:
solo un taka (menos de 2 céntimos de euro). Pero no está
contaminada y puedes beber tranquilo.
Y
así se pasa todo el día de aquí para allá, con su hermana Suni.
Como ella hay otras niñas y niños que venden flores, caramelos, o
lo que se tercie… Hay que sobrevivir. Al final del día Konika
llegará a su casa –por llamarlo de alguna forma– a las afueras
de Dhaka. Al llegar se me cae el alma a los pies: las chabolas se
aglutinan junto al vertedero.
El
hedor inunda todo el ambiente. Cuatro por cuatro. Esto es toda tu
casa. Una cama, algo a modo de hornillo para hacer fuego, el suelo
de barro. Entre las rendijas de hojalata puedes ver a tus vecinos.
No hay letrinas ni servicios; cada uno ha de arreglarse como pueda…
¿Quién se preocupará por ti, Konika? ¿Quién te ofrecerá un
hogar cariñoso donde sientas que alguien se desvive por ti? Tu
madre, después de trabajar más de 11 horas, bastante tiene con
llegar a casa... ¿Encontrarás a alguien que te quiera por ser tú
misma o también organizarán tu matrimonio sin tenerte en cuenta?
¿Qué será de ti? Una vez nos vimos en un parque. Tú hablabas
bengalí, yo algo comunicaba en inglés. Pero tu ojos, tu cántaro
me invitó a profundizar, a pedirte de esa agua de solidaridad. Tu
agua me invitó a arriesgar mi vida por gente como tú, a llorar y a
reír contigo, a creer que cada día este planeta se puede
transformar un poquito más en una casa donde todos nos sintamos
hermanos. Gracias Konika por hacer un mundo mejor, gracias por tu
agua de vida.
Hugo
Diego Akaiturri SM (testimonio inédito)
ALGUNOS
DATOS
Población:
143.364.000
Crecim.
anual: 2,3 %
Pob.
urbana: 24,5 %
Crecim.
urbano: 4,0 %
Hijos
por mujer: 3,7
Esp.
de vida: 61 años
Alfabetismo:
41 %
Hombres:
52 %
Mujeres:
29 %
Docentes
de primaria:
1
cada 59 estudiantes
PBI
per cáp: U$ 1.602
Servicio
de la deuda:
10,1
% de las expor
Deforest:
0,9 % anual
SÁBADO
4ª semana de Cuaresma
C
IDH:
0,476
Población:
5.529.901 personas
Superficie
terrestre: 230.800 Km2
Capital:
Vientiane
ampaña por la liberación de Boon Chanh
LAOS
Boon
Chanh es un evangelista laosiano que ha sido condenado a 15 años de
prisión acusado de traición. Fuentes cercanas afirman que esta
sentencia no es debida a que él suponga ninguna amenaza para la
seguridad del Estado sino al hecho de que es un ferviente
evangelizador. El señor Chanh, de 63 años de edad, es un antiguo
funcionario oriundo de la población de Longlang, en la provincia de
Udomsay, en el noroeste de este país de Gobierno comunista. Según
un informe recibido por Christian
Solidarity Wo r l d w i d e (
C S W ) , ninguna evidencia de traición ha sido presentada ante el
juez, aunque no ha sido posible tener acceso a la transcripción del
juicio. CSW ha sido informada por fuentes fiables que cuando el
señor Chanh preguntó de qué acto de traición le acusaban, le
respondieron que su “crimen” era el de creer en Jesús, ya que
“ningún verdadero ciudadano laosiano creería en tal religión”.
Boon Chanh fue privado de alimentos durante los tres primeros días
de su arresto. Le dijeron que, puesto que era un títere de los
americanos, tendría que esperar a que los americanos vinieran a
alimentarle. Algunos oficiales sostenían ante el señor Chanh que
los cristianos eran parte de un complot americano para derrocar el
Gobierno y que los cristianos eran traidores, en tanto que miembros
de una religión que busca engañar y destruir al pueblo de Laos.
Las autoridades laosianas han liberado a un cierto número de presos
cristianos, pero Bonn Chanh y otros aún permanecen en prisión.
Probablemente,
la sentencia de 15 años sea la más grave impuesta en el país
debido a actividades de tipo religioso.
El
budismo y el animismo son las religiones dominantes en Laos, pero
hay un pequeño número de cristianos y la Iglesia ha crecido
considerablemente en los últimos años. Después de años de
persecuciones, algunas señales de cierto reconocimiento y respeto
han infundido esperanza en la población cristiana de Laos. En
algunas partes de la provincia de Savvanakhet, la participación de
los cristianos en acontecimientos deportivos está ayudando a
cambiar la manera como el Gobierno y la población ven el
cristianismo. La iglesia más antigua del sur de Laos, Songkorn
Church, ha sido igualmente abierta de nuevo al culto. Con todo, a
pesar de estos pasos positivos de libertad religiosa, los cristianos
siguen siendo perseguidos y algunos miembros del Gobierno han
declarado repetidas veces que el cristianismo debe ser eliminado del
país. Aunque la Constitución de Laos admite la libertad religiosa,
los cristianos laosianos continúan sufriendo restricciones en el
ejercicio de su fe. El proselitismo por parte de extranjeros está
prohibido y toda asociación con una organización religiosa
extranjera debe recibir la autorización del Gobierno. Únicamente
tres iglesias están oficialmente reconocidas.
Christian
Solidarity Worldwide
www.csw.org.uk/laoscampaign
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 23,5 %
Crecim.
urbano: 4,7 %
Hijos
por mujer: 5,1
Esp.
de vida: 54 años
Mortalidad
materna:
650
cada 100.000
nacidos
vivos
Agua
potable: 37 %
Alfabetismo:
62 %
Hombres:
74 %
Mujeres:
50 %
PBI
per cáp.: U$ 1.575
Deuda
Ext: U$ 2.499
mill;
U$ 473 per cáp.
Deforest:
1,2 % anual
5ª
semana de Cuaresma DOMINGO
«
IDH:
0,477
Población:
2.198.363 personas
Superficie
terrestre: 47.000 Km2
Capital:
Thimbu
Estamos aquí para deportarte»
BHUTÁN
Estaba
sola en mi casa cuando dos camiones que transportaban varios
policías llegaron frente a la puerta de mi casa hacia la hora de
comer. Mis tres hijos pequeños estaban fuera, en el pueblo, jugando
con sus amigos. Mi esposo, por entonces miembro del Parlamento,
estaba fuera del país por orden del rey de Bután, para negociar
con miembros del partido político en el exilio, el Partido Popular
de Bután, que se encontraba en Nepal. Yo esperaba ansiosamente su
regreso. El ambiente en el pueblo estaba lleno de tensión, y
arrestaban a gente cada hora. Por todas partes había mucho
silencio, nadie se atrevía a hablar, más que lo necesario y
murmurando. La policía saltó del camión y rodeó mi casa. Un
oficial llamado Harga Gurang entró y me dijo que, por orden del
gobierno “estamos aquí para ocupar tu propiedad y deportarte a ti
y a tus hijos fuera de Bután”.
Yo
no podía creer lo que escuchaba. Le supliqué que esperara hasta
que mi esposo regresara de su misión, ya que, después de todo,
había sido enviado por el rey. Pero me ignoraron, y empezaron a
cerrar todas las ventanas de mi casa, y cerraron la puerta principal
con un candado que habían traído. En aquel momento mis hijos
llegaron, y rompieron a llorar cuando entendieron lo que estaba
ocurriendo. Nos arrastraron fuera de casa y nos mandaron salir en
dirección a la frontera. Caminamos siete kilómetros, hasta que
cayó la noche, y se nos unieron parientes míos que también habían
tenido que salir, sin previo aviso de la policía. En la frontera,
una mujer anciana de mi pueblo suplicó a la policía que nos
dejaran quedarnos al menos por la noche, pero nuestra súplica fue
en vano.
Nos
expulsaron del territorio de Bután ese mismo día, exactamente una
semana después de que mi esposo saliera hacia Nepal. Nos
convertimos en refugiados antes de que él tuviera oportunidad de
ganar la confianza de los miembros del Partido Popular de Bután, y
darles el mensaje del rey. Después de pasar una noche en la
carretera cerca de Bután sin comida ni agua, al día siguiente
vinieron a nuestro encuentro miembros del Partido Popular de Bután,
y nos llevaron a un campamento provisional en Asma, India, donde me
encontré con mi esposo, Caminamos de nuevo durante días,
mendigando comida para nuestros hijos. Finalmente llegamos a los
campos de refugiados de Timai, en Nepal.
Cuando
pienso en mi vida pasada en Bután me pongo a llorar. Construimos
nuestra casa después de mucho trabajo y de haber ahorrado dinero
durante quince años. Teníamos un jardín precioso alrededor de la
casa, con vacas y otros animales. Mis hijos tenían sus juguetes.
Nos forzaron a abandonar todo. Nuestra religión dice que a veces,
uno tiene que enfrentarse al karma (frutos de una vida anterior).
Quizás estoy viviendo el karma. Servicio Jesuita a Refugiados.
Refugiadas.
Libros
Libres, Madrid, 2002
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 7,1 %
Crecim.
urbano: 6,1 %
Hijos
por mujer: 5,3
Esp.
de vida: 63 años
Agua
potable: 62 %
Alfabetismo:
47 %
Hombres:
61 %
Mujeres:
34 %
Escolarización:
Primaria
total: 53 %
hombres:
58 %
mujeres:
47 %
Secundaria:
Hombres:
7 %
Mujeres:
2 %
LUNES
5ª semana de Cuaresma
L
IDH:
0,480
Población:
13.936.321 personas
Superficie:
1.246.700 Km2
Capital:
Luanda
os dedos diminutos de Ronje y Modu
NEPAL
Actualmente
unos 246 millones de niños fabrican cigarrillos o confeccionan
alfombras. Pocos han llevado alguna vez la mochila escolar a la
espalda. Uno de cada seis menores en el mundo trabaja y, de ellos,
tres de cada cuatro lo hacen en actividades con riesgo para su salud
física o psíquica, como emplear agentes químicos o servir en
casas donde el dueño les pega o prostituye. A Modu y Ronje fueron
sus padres quienes las obligaron a hacer alfombras, tal vez a través
de un intermediario que se queda un porcentaje de lo que ganan. El
olor a orina es inaguantable al entrar en el tugurio cerca de
Katmandú (Nepal) en el que trabajan.
Cuestión
de hacinamiento: 20 metros uadrados tienen que dar para cuatro
grandes telares y 15 personas que comen, beben, duermen y hacen sus
necesidades en un rincón tapiado. Un bebé descansa en una hamaca
de plástico colgada entre dos estacas y, como su madre, respira
continuamente polvo y hebras de lana, que probablemente le
producirán una enfermedad pulmonar crónica. Ronje y Modu tienen
los dedos diminutos de una niña de siete años, ideales para atar
nudos sobre hilos tensados a cambio de dos platos de arroz y
lentejas diarios y 20 euros al mes para sus padres. Con el cuello y
el pelo llenos de roña, cansadas y pálidas, agradecen la
invitación a té y galletas de la mano de Renu y Silvia, dos
activistas que los rescatarán de ese antro, como han hecho con
muchos otros niños. "O son huérfanos o trabajan para pagar
una deuda contraída, por ejemplo, con el farmacéutico",
explica Silvia del Conte, una italiana voluntaria en una ONG. "Los
empresarios hacen lo que quieren, se subcontrata por el coste más
bajo, y punto", comenta Renu, coordinadora de un grupo de
activistas de derechos humanos nepaleses que luchan por bajar las
cifras: la mitad de niños del país trabajan, pero sólo el 17%
recibe una paga. Se hace mucho dinero con la barata y dócil mano de
obra infantil y hay muchos intereses entrelazados. La mayoría de
los activistas echan en falta otro tipo de acción, porque un
boicoteo a las alfombras asiáticas en Europa, dicen, puede
simplemente desplazar a los niños del taller al prostíbulo.
Empresarios
y familiares mienten a los inspectores sobre las horas trabajadas o
el parentesco de los niños, escudándose en que ayudan a quien lo
necesita, que la culpa es de la pobreza. "No se dan cuenta de
que no sólo es la causa, también la consecuencia del problema. El
trabajo infantil produce generaciones de adultos analfabetos que
perpetúan la pobreza", dice A. K. Khurana, de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT). Como pie de foto, nos quedamos con
la súplica de Modu a una de las activistas: "Llévame a tu
casa como sirvienta, pero déjame ir un rato a la escuela".
Alexia
Torres. Operación:
salvar a los niños obreros. El
País, 9/05/04.
p.34
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 11,9 %
Crecim.
urbano: 5,1 %
Hijos
por mujer: 4,7
Esp.
de vida: 60 años
4
médicos cada
100.000
personas
Alfabetismo:
41 %
Hombres:
59 %
Mujeres:
24 %
Escolarización
Primaria
total:
66 %
hombres:
79 %
mujeres:
60 %
PBI
per cáp.: U$ 1.327
Deforest:
1,1 % anual
5ª
semana de Cuaresma MARTES
"
IDH:
0,489
Población:
13.936.321 personas
Superficie:
1.246.700 Km2
Capital:
Luanda
Sigue adelante, Brigitte"
TOGO
Brigitte
Adjamagbo Johnson tiene una sonrisa franca y abierta. Como abogada y
jurista ha luchado y sigue peleando para salvaguardar los derechos
de la mujer. Estuvo enseñando Derecho en la Universidad de Lomé,
pero dejó la docencia para promover el Derecho en la vida
cotidiana, sobre todo de la mujer. Como animadora política,
presidió durante varios días la Asamblea Nacional Soberana que
debía dar paso a la transición democrática en Togo. «Estar al
frente de la Asamblea fue una gran responsabilidad y una magnífica
experiencia. Me permitió conocer de cerca los entresijos de la
política.
Hubo
tantos problemas, tiras y aflojas, presiones e intransigencias, que
caí enferma. Pero mereció la pena, sobre todo porque la mujer
togolesa tuvo un papel muy activo.
Por
lo general, en África a la mujer se le ha asignado la tarea de
quedarse en la esfera de la familia. En Togo el poder es todavía
demasiado masculino.» Brigitte es la directora de la Casa de la
Mujer en Lomé, donde se encuentran el Centro de Información y de
Formación para la Mujer y el Centro de Asistencia jurídica.
«Empezamos a formar mujeres que yo llamo "parajuristas",
para sensibilizar a otras mujeres. Ya hemos preparado a unas 300,
que están presentes en todas las prefecturas de Togo. A nuestro
centro, que generosamente nos ha brindado la diócesis, vienen
muchísimas mujeres para participar en encuentros de reflexión. No
todo resulta fácil. Creamos varios centros en distintas ciudades,
pero hemos tenido que cerrar el de Kara [región del presidente
Eyadema], porque amenazaron a las mujeres "parajuristas"
que trabajaban allí. Les dijeron sin rodeos: "si queréis
morir, os vamos a ayudar a morir. No os queremos ver más por aquí.
Suspended esas actividades". Lógicamente, fuimos a protestar
ante el Ministerio del Interior, donde nos rodearon y amenazaron
soldados armados. Tuvimos que hablar con el presidente Eyadema para
que nos devolvieran nuestro material de formación.» Brigitte se
alegra de que le preguntamos sobre el papel de la mujer en la
Iglesia. «Sí, sí, hablemos de eso. Planteamos este problema en el
reciente sínodo diocesano de Lomé. En él se constató que en las
iglesias suele haber más mujeres que hombres, pero cuando se
designó a los delegados, los hombres eran la gran mayoría. Como
cristianas comprometidas con nuestra fe, deseamos que la Iglesia
muestre con actos concretos su voluntad de promover a la mujer.»
Para realizar esta tarea hace falta mucho coraje y, en el caso de
Brigitte, vivir la fe por encima de muchas incomprensiones. «Siempre
me digo. Lo que hago es útil a mi prójimo, forma parte de mi
compromiso cristiano y sigo haciéndolo, a pesar de las
dificultades. Cuando me ronda el desánimo, porque veo que las cosas
no mejoran al ritmo que deseo, escucho una voz que me dice: "Sigue
adelante, Brigitte".»
Mundo
Negro.
Noviembre 2001
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 33,3 %
Hijos
por mujer: 5,6
Esp.
de vida: 52 años
Agua
potable: 54 %
Alfabetismo:
57 %
Hombres:
72 %
Mujeres:
43 %
Escolarización:
Primaria
total: 69 %
hombres:
85 %
mujeres:
61 %
Secundaria:
Hombres:
40 %
Mujeres:
14 %
Universidad:
4 %
MIÉRCOLES
5ª semana de Cuaresma
N
IDH:
0,498
Población:
148.721.128 personas
Superficie
terrestre: 770.880 Km2
Capital:
Islamabad
ombre: 134.354. Origen: desconocido
PAKISTÁN
Nadie
sabe cuántos años tiene, cómo llegó hasta aquí, dónde está su
familia o por qué no habla. En su primer día de internamiento le
asignaron el número 134.354 y le ingresaron en el Módulo 2. Las
celdas están llenas de simples números como él. Hay números
tendidos desnudos sobre el suelo, números cubiertos por un manto de
moscas, números llorando en silencio en los rincones y números
como 134.354, con la frente pegada a los barrotes, la mirada perdida
y las manos estiradas hacia fuera pidiendo ayuda. «¿Nombres? Aquí
ninguno tiene nombre, todos son iguales, unos más altos que otros,
nada más», dice el doctor Munid Ahmad durante su ronda matutina.
En
Karachi, esta Ciudad
de los Niños sin Nombre es
el destino final para los despojos de la infancia. Niños
esquizofrénicos y con graves enfermedades mentales se hacinan con
otros que fueron recogidos de las calles por su adicción a las
drogas, sus problemas con la ley o su comportamiento violento. Una
vez dentro, los pequeños renglones torcidos de Alá son sometidos a
un salvaje internamiento: 23 horas al día bajo llave y una hora de
patio, con temperaturas de hasta 40 grados y durmiendo a ras de
suelo. Y todo, en el que está considerado como el mejor centro de
atención para menores con problemas de la ciudad. «Aquí, al
menos, les damos de comer, les atendemos cuando caen enfermos y les
mantenemos limpios de piojos», dice uno de los cuidadores.
El
centro está administrado por Edhi, la mayor organización social
del país, con más de 2.000 personas trabajando en programas de
erradicación de la pobreza, atención médica o tratamiento de
drogadictos. Cubriendo, en definitiva, la casi inexistente política
social del Estado. Pakistán emplea cerca del 40% de su Producto
Interior Bruto en Defensa y, en su obsesión por lograr armas
nucleares y un Ejército que pueda competir con su secular enemigo
indio, ha abandonado sus sistemas de salud pública o de educación.
La ciudad-refugio, mantenida a duras penas con fondos privados, se
ha ido deteriorando con el tiempo y sus responsables se limitan hoy
a encerrar a los niños con problemas como si fueran un estorbo.
Cada mes ingresan entre 50 o 60 nuevos menores, la mayoría de entre
cinco y 15 años. Número 134.354 parece, a simple vista, un niño
normal. Debe tener entre ocho y 10 años y pasa las horas asustado.
Los responsables del centro creen recordar que cuando llegó todavía
hablaba. «Desde hace dos años no le hemos oído decir una
palabra», cuentan. En cierto modo es como si el pequeño, de tez
morena y mirada triste, hubiera aceptado dejar de existir más allá
de ese número que le han asignado. Un viejo armario junto a la
celda guarda su ficha personal. Edad: desconocida. Origen:
desconocido. Familia: desconocida. Fecha de Ingreso: 2002. Nombre:
134.354. Fecha de Salida: (en blanco).
David
Jiménez. La
ciudad de los críos sin nombre.
EL MUNDO (Supl.
Crónica), 30/5/04
ALGUNOS
DATOS
Hijos
por mujer: 5,3
Esp.
de vida: 61 años
57
médicos cada
100.000
personas
Alfabetismo:
43 %
Hombres:
58 %
Mujeres:
28 %
Escolarización
Primaria
total:
46 %
Servicio
de la Deuda:
28,3
% de las exports
Deforest:
2,9 % anual
Gasto
militar: 27,9 %
del
gasto del Gobierno central
5ª
semana de Cuaresma JUEVES
L
IDH:
0,507
Población:
3.205.593 personas
Superficie
terrestre: 341.500 Km2
Capital:
Brazzaville
os 50 dólares que cambiaron la vida de Lydie
CONGO
La
idea de que los pequeños préstamos pueden tener grandes
repercusiones en la vida de las personas ha tenido una aceptación
tan universal que ahora es un componente de casi todos los proyectos
de desarrollo.
El
concepto del microcrédito es sencillo. Se trata de un pequeño
préstamo, con un tipo de interés que suele ser mayor que el
vigente, pero menor que el que cobra el prestamista de dinero, y se
utiliza para ayudar a las personas que no pueden conseguir crédito
para establecer un pequeño negocio que genere ganancias. Cuando el
prestatario reembolsa el crédito, puede solicitar un préstamo
mayor que lo ayude a ampliar la empresa. El ingreso por intereses
pasa a engrosar el fondo común que se utiliza para proporcionar
préstamos a más personas.
El
PNUD ha acogido la microfinanciación como un programa propio y como
componente de muchos de sus proyectos.
Un
caso concreto: Antes de la guerra civil, en 1994, Lydie Mouyokakani
había abierto en Brazzaville una pequeña empresa, Farila,
para producir una harina altamente nutritiva que las madres pudieran
utilizar para preparar alimentos durante el proceso del destete. En
aquel entonces las madres utilizaban maicena importada o una pasta
fermentada muy fácil de conseguir, pero sin valor nutritivo. Los
negocios habían marchado bien y Farila
producía
3.000 sacos de harina al mes. La guerra arrasó con el negocio y, lo
que es peor, el esposo de la Sra. Mouyokakani falleció y la dejó
con una niña y muy poco para mantenerse ambas. La Sra. Mouyokakani
se encontró con que no contaba con ningún capital para poner
nuevamente en marcha el negocio. Gracias a una donación del
Proyecto de Acción Comunitaria del PNUD, cuyo objetivo era
reactivar y promover pequeñas empresas, la Sra. Mouyokakani pudo
contratar tres empleados adicionales y comprar el equipo necesario,
incluidos un horno, una trituradora y una secadora, para reanudar su
actividad comercial.
Farila
ofrece
ahora otras dos variedades de harina. Para comercializar sus
harinas, Ly d i e hace hincapié en sus beneficios nutricionales. La
Sra. Mouyokakani dice que las madres ahora usan Farila
no
sólo para los lactantes, sino también para hornear tortas. “Tengo
la esperanza de que mi Farila
logre
llegar a los consumidores, no sólo de toda la nación, sino de todo
el mundo. Me complace participar activamente en el desarrollo de mi
país”.
El
nivel de producción aún es sólo la mitad del alcanzado antes de
la guerra, o sea, unos 1.500 sacos mensuales. Cada saco cuesta 250
francos CFA (42 centavos de dólar de EE.UU.). El ingreso mensual
por concepto de harina asciende a 220.000 francos CFA , todo ello
con una inversión inicial de 30.000 francos CFA (50 dólares de
EE.UU.). Guili
Tsoumou, PNUD
(R.
del Congo) http://www.undp.org/dpa/spanish/
opciones/2003/julio/microcredito.html
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 62,5 %
Hijos
por mujer: 6,3
Esp.
de vida: 52 años
Consumo
de calorías
diarias:
2.212 per cáp.
25
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 51 %
Alfabetismo:
81 %
Escolariz.
Primaria:
hombres:
99 %
mujeres:
93 %
PBI
per cáp.: U$ 825
Deuda
Ext: U$ 4.887
mill;
U$ 1.619 p. cáp
VIERNES
5ª semana de Cuaresma
V
IDH:
0,506
Población:
15.535.016 personas
Superficie
terrestre: 465.400 Km2
Capital:
Yaoundé
iaje a los bosques del Camerún
CAMERÚN
En
Yaundé me espera un joven misionero, Stanislaw Gurgul, dominico. Me
llevará a los bosques del Camerún. Por el camino, como es habitual
en África, a cada momento nos topamos con controles de policía.
Stanislaw detiene el coche, asoma la cabeza por la ventanilla y dice
«Evêché
Bertoua!».
(¡Obispado de Bertúa!). Sus palabras tienen un efecto inmediato y
mágico. Cualquier cosa relacionada con la religión, con fuerzas
sobrenaturales, con el mundo del rito y del espíritu, con algo que
no se puede ver ni tocar, pero que existe y existe, además, de una
manera mucho más real que toda la materia exteriorizada, provoca
aquí una reacción inmediata de respeto, seriedad, intimidación y
de hasta un cierto temor. Por eso, cuando el padre Stanislaw detiene
el coche y dice a los policías «Evêché
Ber - toua!»,
éstos no piden la documentación, ni registran el vehículo, ni
exigen un rescate, sino que sonríen e indican con un permisivo
gesto de la mano: pueden seguir viaje. Después de una noche pasada
en el edificio que el obispado tiene en Bertúa, el viaje que sigue
consiste en sumergirse en el Gran Bosque, hundirse en él, bajar
hasta el fondo, hasta los laberintos, túneles y espacios
subterráneos de otra realidad, verde, tenebrosa e inescrutable. El
Gran Bosque tropical no se puede comparar con ninguno europeo ni
tampoco con la selva ecuatorial. Los bosques de Europa son ricos y
hermosos, pero tienen una dimensión mediana. Y sus árboles, una
altura moderada. La selva, por su parte, es una maraña, un enredo
de ramas, raíces, arbustos y lianas atados en un nudo gigantesco.
El
Gran Bosque es diferente. Monumental, sus árboles tienen treinta,
cincuenta e incluso más metros de altura; son gigantescos,
idealmente rectos y crecen espaciados, guardando entre sí una
marcada distancia y saliendo de una tierra prácticamente
desprovista de follaje. Y ahora, al adentrarme en este Gran Bosque,
entre las encumbradas secuoyas, caobas, sapellis e irokos, me da la
impresión de entrar en una catedral inmensa. El viaje por los
caminos que atraviesan este territorio a menudo se convierte en una
tortura. Hay unos tramos tan llenos de baches y vericuetos que, a
decir verdad, resulta imposible conducir; el coche se tambalea como
una barca sacudida por la tempestad y cada metro se convierte en un
suplicio. Los únicos vehículos que se las arreglan sin apuros con
tales firmes son las gigantescas máquinas con que los franceses,
italianos, griegos y holandeses sacan de aquí la madera que luego
llevan a Europa. Y es que el Gran Bosque es talado noche y día, su
superficie mengua y sus árboles desaparecen. A cada paso se
encuentra uno con grandes claros en cuya tierra desnuda se ven unos
tocones enormes, aún frescos. El chirrido de las sierras se oye a
lo largo de kilómetros, repetido por el silbido de su penetrante
eco.
Ryszard
Kapuscinski. Ébano.
Anagrama,
Barcelona, 2000. p. 275-282
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 48,9 %
Hijos
por mujer: 4,9
Esp.
de vida: 50 años
7
médicos cada
100.000
personas
Alfabetismo:
75 %
Hombres:
82 %
Mujeres:
69 %
PBI
per cáp.: U$ 1.703
Deuda
Ext: U$ 9.241
mill.;
U$ 621 per cáp.
Tierras
forestadas y
bosques:
75,5 % del
total.
Deforestación:
0,6
% anual
5ª
semana de Cuaresma SÁBADO
E
IDH:
0,510
Población:
748.706 personas
Superficie
terrestre: 2.230 Km2
Capital:
Moroni
l sueño de Mendo
COMORAS
La
isla de Mohéli, situada entre la de Gran Comora y Anjouan, es
considerada por los habitantes de Moroni, como la “hermana
pequeña” del archipiélago. Allí, en un extremo de la isla, se
halla Ouallah, donde encontramos a Mendo, un hombre de unos
cincuenta años, trabajando a la sombra de un inmenso mango. Mendo
es constructor de canoas, siguiendo la técnica tradicional de
vaciado del tronco de un árbol: “¡tardo menos de un mes en
construir una canoa! –nos dice orgulloso–. Es parte de un
proyecto turístico emprendido por el pueblo. Esperamos poder
recibir turistas algún día y los paseos en canoa serán parte del
atractivo.” Pero el proyecto turístico que Mendo concibe
encuentra, en la práctica, algunas dificultades. Recorriendo el
pueblo con él llegamos a una cabaña donde se alberga el grupo
electrógeno. “El equipo –explica– fue financiado por la
Agencia Francesa de Desarrollo para abastecer de electricidad a 124
hogares. Pero la empresa local que hizo de intermediaria modificó
el proyecto haciendo que la red no llegue actualmene más que a
treinta casas. Al principio, los usuarios pagaban cien francos
(=0,20 euros) al día por bombilla... hasta que dejaron de hacerlo.
Hemos intentado que el gobierno nos subvencione el combustible, pero
nos lo han denegado.” Junto al grupo electrógeno, un local
alberga un taller de carpintería... vacío. Sin electricidad no
funciona la maquinaria, que fue financiada en su día por Canadá. A
un kilómetro del pueblo, en una playa muy animada la marea está
subiendo y los pescadores se preparan para hacerse a la mar.
“También nos gustaría desarrollar la actividad pesquera
–continúa Mendo– pero no es fácil sin congelador. Actualmente
los pescadores tienen que ir cada día a Fomboni a por el hielo
antes de zarpar”. Varias barcas modernas permanecen varadas en la
playa. Son algunas de las que Japón donó en 1985 y que llegaron a
funcion a r... hasta que la primera avería las obligó a la
inactividad debido a la falta de piezas de repuesto. He aquí un
problema recurrente en la ayuda internacional: después de las
inversiones vienen los gastos de mantenimiento y a menudo estos no
llegan. Así, en Ouallah sólo la conducción de agua funciona: está
alimentada directamente por un arroyo y su mantenimiento es mínimo.
¿Qué
queda, entonces? Con el grupo electrógeno parado, sin carpintería,
sin congelador para la pesca, el proyecto turístico se encuentra en
entredicho. “Está claro que los turistas no van a querer venir
aquí si no les ofrecemos un mínimo de comodidades: ¡al menos
iluminación y bebidas frescas!” Ouallah, como toda la isla de
Mohéli, reúne las condiciones para el desarrollo. No hace falta
más que un pequeño empujón, más técnico que económico. No
faltan ni las materias primas ni las energías. Pero ¿quién podrá
orquestar esas energías? ¿Llegarán a utilizarse algún día las
canoas de Mendo?
www.malango-comores.com/moheli/ouallah
ALGUNOS
DATOS
Crecim.
anual de la
Pob:
2,9 %
Pob.
urbana: 33,2 %
7
médicos cada
100.000
personas
Agua
potable: 96 %
Alfabetismo:
74 %
PBI
per cáp.: U$ 1.588
Crecim.
anual: -3,6 %
Depend.
de importac.
de
alimentos: 22 %
Deuda
Ext: U$ 232
mill;
U$ 328 per cáp.
Deforestación:
5,8 %
anual
DOMINGO
DE RAMOS
N
IDH:
0,514
Población:
31.904.374 personas
Superficie
terrestre: 569.140 Km2
Capital:
Nairobi
koitei, el sexo fuerte de África
KENIA
En
mis largas caminatas por varios lugares de las regiones
semidesérticas de Kenia, siempre hay oportunidad para descubrir
algo nuevo o admirarse ante la exótica naturaleza, encontrar
personas con costumbres diversas y grabar en la memoria rostros y
situaciones imborrables. Nunca olvidaré el rostro de Nkoitei, una
joven madre, que iba acompañada de su esposo. El encuentro tuvo
lugar en un camino polvoriento, en una tarde del mes de mayo, cuando
el sol redondo y colorado, regalaba sus últimos rayos. La mujer
protegía a su pequeño hijo y lo estrechaba contra su pecho,
mientras en la espalda cargaba un pote con agua y en la cabeza
llevaba un haz de leña... ¡y todavía hay algunos que dicen que la
mujer es el sexo débil! Delante de ella, como si nada pasara, el
marido agilizaba el paso para que para ordeñar el rebaño y cocinar
un poco de comida para los otros pequeños...
Me
detuve para saludarla y ella me regaló una hermosa sonrisa, limpia
y sincera. A propósito, la saludé primero a ella, aunque sé que,
según su cultura, primero se saluda a los hombres. El esposo
también se paro un momento, se apoyó sobre su lanza y me saludó.
Luego me preguntó las últimas noticias y el estado de salud de sus
amigos. Antes de despedirnos le dije, aún conociendo la costumbre
de la tribu, por qué no le ayudaba a su esposa a llevar aunque tan
sólo fuera al niño.
El
viejo, sin pensarlo dos veces me dijo «Entre nosotros la única que
carga con todo es la mujer. ¿Cúando ha visto en todo este
semidesierto que un hombre cargue leña, agua o lleve al niño como
lo llevan las mujeres?» La mujer me miró, sonrió de nuevo y le
regaló una caricia a su hijo. Nos dimos las bendiciones de
despedida; ellos siguieron su camino y yo puse en marcha la
motocicleta con rumbo a la misión. Luego, en una conversación con
las mujeres, mientras llenaban sus cubos con agua potable de la
misión, comenté lo sucedido el día anterior y cómo Nkoitei, la
mujer, iba cargada con todo, mientras su esposo ni siquiera la
ayudaba. Las mujeres me respondieron. «Padre, ¿qué podemos hacer
si así ha sido siempre? Los hombres no llevan ninguna carga.
Anosotras nos toca construir la casa, cuidar los hijos, cocinar,
ordeñar el ganado, transportar el agua y la leña y muchas veces ir
a pastorear los rebaños».
Mientras
en otros lugares las mujeres luchan por su dignidad y demuestran su
liderazgo en la sociedad, aquí la Buena Noticia de Jesús apenas
empieza a ser escuchada y los derechos humanos son un secreto muy
bien guardado por burócratas y gobernantes. Mientras tanto, la luz
de la esperanza se ha encendido y los pocos esposos cristianos
empiezan a ser un magnífico ejemplo para los demás hombres de la
tribu. ¿Habrá una vida más digna para Nkotei en el futuro? Jorge
Iván Fernández.
Mundo
Negro.
Julio-Agosto 2001
ALGUNOS
DATOS
Pob.
urbana: 33,1 %
Crecim.
urbano: 5,0 %
Hijos
por mujer: 4,4
Esp.
de vida: 49 años
Agua
potable: 57 %
Alfabetismo:
82 %
Hombres:
89 %
Mujeres:
76 %
10
diarios , 223 radios,
25
televisores y 10
líneas
telefónicas
cada
1.000 habs.
Crecim.
anual: -2,5 %
Servicio
de la deuda:
26,7
% de las exports
Al
atardecer,
dice
el dueño de la viña a su administrador:
“llama
a los obreros y págales el jornal,
empezando
por los últimos
y
acabando por los primeros”
(Mt
20, 8)
Comisión de Pastoral y
Pastoral Vocacional Provincia Santa Mónica
AGUSTINAS MISIONERAS